"Cualquier estabilidad política abona a la confianza del privado que decide invertir", apunta Paulo Pantigoso, CEO de EY Perú.
"Cualquier estabilidad política abona a la confianza del privado que decide invertir", apunta Paulo Pantigoso, CEO de EY Perú.

EY realiza una apuesta por la generación de empleo y la descentralización, inaugurando dos oficinas en Cusco y Arequipa, a las que se sumará a mediados del próximo año un tercer edificio en Lima. “Queremos predicar con el ejemplo”, indicó Paulo Pantigoso, CEO de la firma en Perú, en CADE 2024.

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¿Qué elementos son importantes en tu opinión, cara a tener una visión país conjunta del Perú?

Una de las principales cosas que veo y que renuevo cada año en CADE es el optimismo, las ganas de generar un Perú con bienestar y de renovar las condiciones para invertir más. De hecho, en este evento hay dos empresas que están en procura de inversiones muy significativas en energía, tanto en transmisión como en generación eléctrica.

¿De qué inversiones se trata?

En confidencia, alguna de las inversiones importantes que tienen son de miles de millones de dólares. Hay muchísimo para hacer en el Perú y eso es un reto y, yo diría, que también un vergel de oportunidades. Ni se diga de las inversiones en infraestructura, como el puerto de Chancay y la nueva Carretera Central. O empresarios que nos dicen que tenemos un potencial de generación eléctrica de clase mundial.

Y tenemos una brecha que atender, ahora que tocas los proyectos en infraestructura. ¿Del lado del privado, hay la confianza para hacer esta inversión, pero que más se requiere para concretarla?

Siempre el binomio del privado con el público. El esfuerzo y buena voluntad del privado necesita que la facilitación de trámites y el apoyo del Estado sea vigoroso, hasta en los pequeños detalles, como la cantidad de feriados que colisionan con la necesidad de resolver esos trámites que se tienen que hacer. Pero, en líneas generales, cualquier estabilidad política abona a la confianza del privado que decide invertir. Y no solamente estamos hablando de las mega obras sino, principalmente, del mediano, pequeño y microempresario.

Gonzalo Galdós decía en El Comercio que los líderes del sector privado no están tomando los espacios que deberían tomar para participar de la discusión pública. ¿Ustedes coinciden con esta visión?

Totalmente. Nosotros estamos alineados y sintonizados. Somos peruanos, adoramos nuestra tierra y eso es algo que tiene que irradiarse a cada persona para que tengan la confianza de desarrollar proyectos, así sean pequeños, medianos o grandes. Tenemos tanto por hacer que, el que apueste, va a tener una gran recompensa, pero hay que trabajar con mucho ahínco. En EY recientemente inauguramos una oficina en Arequipa, contratando solamente personal oriundo. Y también hemos abierto una oficina en Cusco. Perdón, si hablo de lo que me toca administrar, pero todos mis colegas coincidimos con esta apuesta por el Perú.

¿Qué ha significado el 2024 para EY? ¿Y qué viene para el 2025?

Tenemos algunas primicias. Como te mencionaba, nosotros apostamos, y mucho, por la generación de empleo y la descentralización. Queremos predicar con el ejemplo, y una de las cosas que hemos hecho, una apuesta larga desde la época de la pandemia en donde hicimos una adquisición importante, es un tercer edificio en Lima, con una capacidad para 700 personas. Son nuevos profesionales que se sumarán a nuestra plana y que no solamente atenderán las necesidades locales, sino que también van a continuar atendiendo servicios internacionales para toda la región.

¿Cuándo inaugurarán esta oficina?

Probablemente, a mitad del 2025. Vamos en la recta final después de varios años de compromiso y de inversión local, 100% peruana. Esperamos, con ello, que podamos ayudar a la empleabilidad de una manera importante.

Y mencionar también que el próximo año será una edición más de los premios LEC.

Esa es una feliz comunión con el diario El comercio y con Asbanc, que mantenemos desde hace 12 años y que premia a los empresarios que apuestan por el Perú. A los líderes empresariales del cambio que arriesgan, muchas veces, acompañados solamente por sus familias, y que tienen una fe personal, espiritual y empresarial muy nítida. Y que son ejemplos para inspirar a los nuevos emprendimientos. A la fecha tenemos más de 120 líderes empresariales reconocidos como ejemplo.

Y muchos de ellos están aquí con nosotros en CADE 2024.

He contado un poco más de 15. Si masificamos eso y logramos un caudal de empresarios que apuesten por lo mismo, sacaremos a este país más adelante mucho más rápido. ¡Cómo no quisiéramos que en el 2040 tengamos el PBI de Alemania! Pero necesitamos un 7% de crecimiento anual y para eso hay que sumar todo. Hay muchísimo que hacer en turismo, en energía, en construcción, en minería. Nosotros tenemos una industria sin chimenea con 44 mil sitios arqueológicos. Y en nuestra comunión con la gastronomía podemos implementar hubs muy lindos para ofrecer una experiencia muy importante. ¡Y por qué no apostar por un Cancún peruano!

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