El mundo se encuentra embarcado en un viaje sin retorno hacia las energías renovables, pero esto no afecta el consumo de gas natural, el cual no solo no se retrae sino que crece en todos los continentes. ¿Por qué? ¿Y por cuánto tiempo más?
Para resolver estas interrogantes Día 1 conversó con Andrea Stegher, vicepresidente de la International Gas Union (IGU), en un aparte de Naturgas 2023 (Barranquilla), el congreso de gas natural más grande de Latinoamérica.
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— El impulso a las energías renovables es la prioridad número uno en muchos países, y en Perú está llevando a rencillas entre operadores renovables y gasíferos. Sin embargo, el consumo de gas viene creciendo ¿Es así?
Sí, absolutamente. Y me gusta mucho el ejemplo del Perú porque estuve allí a fines del 2022 y pude conocer más sobre la industria de gas natural peruana, que tiene mucho por hacer porque hay oportunidades de no pelear entre las fuentes. No tenemos necesidad de pelear. Tenemos un reto en términos de transición energética, es cierto, pero eso no quiere decir dejar de lado el gas. Por el contrario, el gas puede acompañar mejor a la transición, aportando al desarrollo económico.
"Hoy somos 8 mil millones de personas y al 2050 seremos 10 mil millones, y esta población necesitará energía para su desarrollo socio-económico".
— IGU señala que la transición energética no será la misma para todos los países. ¿Eso significa que el Perú debe seguir su propio camino?
Es difícil asegurar si seguimos una corriente decida por otros países, pero, por supuesto, lo que tienen recursos naturales y pueden disfrutar de ellos, tienen que hacerlo, pero explotándolos de manera eficaz y sostenible. Y sostenibilidad no quiere decir no utilizar los hidrocarburos.
— La utilización del gas natural, en particular, ha aumentado debido a la guerra en Ucrania. ¿Esta tendencia continuará?
La demanda de gas (natural) seguirá creciendo, creciendo y creciendo porque hay más población sobre el planeta. Hoy somos 8 mil millones de personas y al 2050 seremos 10 mil millones, y esta población necesitará energía para su desarrollo socio-económico. Sin embargo, hay mucho por hacer todavía.
— ¿Cómo qué, por ejemplo?
Por ejemplo, en el tema del gas natural licuado (GNL) hay una gran oportunidad de desarrollar recursos que luego se transformarán en reservas para satisfacer la demanda interna y también la exportación. Europa se ha beneficiado mucho del desarrollo del GNL a nivel mundial, especialmente de EE.UU.
— Perú es uno de los pocos países sudamericanos que viene desarrollando una industria de GNL. ¿Es una gran oportunidad?
El transporte es uno de los sectores donde el gas natural puede contribuir mucho para reducir las emisiones contaminantes. Porque no es solo un problema de CO2, sino de otros componentes particulados, como los sulfurados y nitrogenados, que contaminan el medio ambiente. Allí es donde el gas natural puede tener un rol en reducir la polución.
— ¿Sobre todo, en el transporte pesado y de buses, que es el más contaminante?
Por supuesto, el GNL es la medida más rápida para el transporte de largas distancias, y eso está tecnológica y económicamente comprobado. Como lo está también el gas natural comprimido (GNC) para el transporte privado (taxis). Y una tecnología adicional que estamos desarrollando en Europa es el biogás, es decir, la transformación de desechos (biomasa) en gas natural. La industria del gas ya está lista para desarrollar este recurso también.
— La India emplea mucho los desechos (biomasa) para producir energía, ¿pero eso no contamina el ambiente?
Es un tema de sostenibilidad y el prefijo “bio” está asociado con este concepto. Pero, claro, tenemos la oportunidad de hacer mejor esa sostenibilidad, y muchos estudios demuestran que con una buena cadena de valor las emisiones de biogás pueden ser negativas durante su ciclo de vida. Es más, las Nacionales Unidas dicen también que el biogás combinado con ‘carbon capture and storage’ (CCS) puede reducir las emisiones de gases contaminantes.
— Entiendo. ¿El biogás convertiría al gas natural en un recurso sostenible o renovable?
En todos los escenarios estamos diciendo que vamos a alcanzar ‘net zero’ con esa tecnología. Entonces, tenemos muchos retos, pero la industria del gas natural está avanzando muy rápidamente en innovación tecnológica. Y los gobiernos tienen un rol fundamental en ese sentido, abriendo puertas (a todas las tecnologías) y no cerrando opciones, porque no podemos permitirnos cerrar opciones.
— ¿Qué hay de los países y empresas que no quieren saber nada con el gas? Enel, por ejemplo, dijo hace meses que no usaría más gas desde el 2040.
Bueno, Enel todavía usa (quema) carbón en Italia. Es una estrategia apuntar más hacia las energías renovables, pero es complicado abandonar una opción. Una compañía puede permitírselo, pero un gobierno no.
— Perú hoy exporta GNL en grandes cantidades. ¿Hasta cuándo será un buen negocio exportarlo?
Bueno, el GNL fue en 2022 el ‘commodity’ de gas natural que más se exportó por encima del transporte internacional por ductos. En todas las proyecciones, el GNL tiene un rol fundamental hasta el 2050. Pero esto no quiere decir mucho, porque también será necesario en 2051, 2052 y más allá. Así que tiene un rol clave para el futuro.
— ¿Y ese futuro…?
Ese futuro tenemos que construirlo cada día.
— ¿Los países que producen gas tienen, entonces, una gran oportunidad de desarrollo?
Absolutamente. Y este desarrollo aumentará en la medida en que la industria (del gas) comparta con la población este recurso que es útil para todos. Cuando una industria genera desarrollo doméstico no tiene por qué ser discutida (puesta en entredicho). La única discusión debería ser cómo reducir el tiempo de desarrollo de los proyectos porque no podemos permitirnos que otra crisis energética reduzca las oportunidades de desarrollo económico.
— ¿Qué debe hacer un país como el Perú para aprovechar mejor sus recursos de gas?
Es un tema de compartir las soluciones. No podemos dejar de comunicar esto a la ciudadanía para que tenga un mejor entendimiento de lo que la industria del gas puede ofrecerles para su desarrollo socio-económico. Porque es un recurso que puede hacer ganar a todos: al gobierno, a los consumidores y a la industria en general.