Este domingo tienen lugar las elecciones para la presidencia del BID y, en entrevista, el candidato por Chile para liderar ofrece un panorama sobre la economía regional así como los retos del BID por dotar de financiamiento.
LEE TAMBIÉN: Midragi: Hoy se firma contrato para la entrega de 44 mil toneladas de urea
—¿Cómo describiría el momento económico de la región?
Es un momento difícil. Tenemos herencias, tanto de la crisis del 2008 como de la crisis de la pandemia que han implicado que se vea una apertura de las brechas sociales en educación, ingresos y otros. Además, ya muchos países han hecho uso del espacio fiscal, por tanto estamos con niveles de deuda más altos. Perú es un caso en el que la deuda está bastante contenida, pero no es el caso de la mayoría en la región.
—A ello se le suma los movimientos de tasas de interés por parte de bancos centrales en el mundo.
Cierto. Hemos tenido una explosión de las tasas de interés y del valor del dólar en muchas de las economías. Eso sin contar la inflación. Todo ello va a significar que, en el futuro cercano, las economías de la región estén bajo bastante estrés tanto por la necesidad de atender demandas sociales y herencias de la crisis.
—¿Diría usted que el contexto regional le permite a las economías emprender reformas estructurales?
Eso es un tema ya más de la economía política. Hay países que tienen buenas ventanas de oportunidad. Otros menos. Pero lo importante es que en este momento necesitamos hacer una operación de balance muy fuerte porque no podemos dejar atrás ninguno de los temas. Si usted privilegia el ajuste y ve más la necesidad de corto plazo, va a tener un impacto en el mediano plazo muy fuerte. Y si todo el financiamiento se destina solo a cerrar brechas de corto plazo, lo que tenemos es que a la salida de la turbulencia los problemas estructurales no se han solucionado y la deuda es mayor.
—¿Cuál es el rol que debe jugar el BID en este escenario?
En el corto plazo las economías tenemos que ser capaces de financiarnos para el normal desenvolvimiento de la economía, entonces es ahí donde el BID va a tener una tarea fundamental en tratar de ayudar a los gobiernos a equilibrar esas prioridades. Súmele a eso que estamos con problemas de lo que se llaman los bienes públicos globales, por calentamiento global. Y el BID con los gobiernos tienen que buscar espacios para no descuidar temas de reconversión energética.
—¿Requerirá el BID mayor capital?
Se puede hacer también sin más capital. Fundamentalmente haciendo más eficiente los préstamos que hay. Algunos pueden postergarse porque no están en la necesidad del momento. Habiendo dicho eso, y ultimando los esfuerzos en esas áreas, la membresí va a tener que en algún momento discutir a fondo el tema del volumen de capital de la institución.
—Usted ha hablado en entrevistas de generar más independencia al BID. ¿A qué se refiere con ello?
Más que hablar de independencia, lo que planteamos es que Chile, tal como vendría ser Perú, ofrece ciertas condiciones de equidistancia: no pertenece al grupo de países más grandes, pero tampoco al grupo de los países más chicos. Entonces, alguna forma tiene geométricamente más posibilidades de entender a los más chicos y a los más grandes. Chile, como también es el caso de Perú, no es un fuerte deudor del BID. Por tanto, no va a tener alguna tensión de intereses entre prestarse a sí mismo frente a prestarle a la membresía. Ningún presidente lo va a hacer, pero uno puede pensar que los prestatarios más importantes, como los prestamistas más importantes, es mejor que estén en el directorio haciendo toda la justa e influencia, pero no que estén en la presidencia ejecutiva.
—De llegar a ser elegido, ¿cómo piensa enfrentar la crisis reputacional que enfrenta el BID?
Hay un clima laboral sub - óptimo en este momento. Se necesita tener un personal completamente comprometido y contento y entregando lo mejor de sí mismo. Por tanto, creemos importante volver a recomponer esa relación de confianza con el personal sobre la base de la meritocracia. Es un elemento fundamental y entregarles confianza de que la Presidencia ejecutiva se va a basar en los análisis técnico del ‘staff’, entendiendo que en definitiva, quién resuelve es el directorio que representa también los puntos de vista técnicos y políticos de los distintos miembros.