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Apdayc ante ataques a artistas: “La industria de la música está plenamente afectada”
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El ataque a balazos en pleno concierto de Agua Marina en el Círculo Militar de Chorrillos el miércoles pasado, que dejó a cuatro músicos heridos, ha reflejado el nivel que ha alcanzado la escalada de violencia y criminalidad en nuestro país. La agrupación musical, una de las más reconocidas del Perú, ya venía denunciando desde hace meses las extorsiones y amenazas que venía recibiendo. Es más, a inicios de año, también en un ataque perpetrado por este tipo de amenazas perdió la vida el cantante Paul Flores ‘el ruso’ de Armonía 10, otro grupo musical muy conocido en el país.
Pero no han sido los únicos casos, son varias las agrupaciones musicales que han sido afectadas por este flagelo de las extorsiones, que tristemente hoy es transversal a todos los sectores desde pequeños negocios, transportistas, construcción, hasta la música. De hecho, solo a inicios de esta semana se convocó a un paro de transportistas en un ‘apagado de motores’ por 24 horas ante la ola de crimen que solo este año ya ha asesinado a casi 50 transportistas.
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En este escenario, a inicios de año, Armando Massé, secretario general de la Asociación Peruana de Autores y Compositores (Apdayc), comentó que estimaba que un 70% de los grupos musicales en Perú eran extorsionados o blanco de las organizaciones criminales, como dijo a La República.
Ante ello, las agrupaciones musicales trabajan con temor y han tenido que invertir también en seguridad.
Jaime Moreira, presidente de la comisión de vigilancia de Apdayc, comenta que el sector de la música ha sido tocado también, amenazado, pero que no todos están denunciando porque temen correr más riesgo. “Seguramente es más de lo que se ve ahora. A costa del miedo, temor, se exponen mucho”, afirma.
Para Moreira, también músico de una agrupación muy conocida, hoy en día es un temor automático salir a la calle a trabajar. “Sin saber si se regresará, se ha puesto muy pesado, no se sabe si se regresará”, anota. Esto, por supuesto, además de su tranquilidad también afecta su sustento, sus ingresos. “Es bastante fuerte, estamos siendo tocados de manera geométrica. No se afecta solo al empresario (promotor del concierto), también a la agrupación, los músicos no pueden cobrar”, asegura. Además, ante hechos como el ataque a Agua Marina, la cantidad de personas que acuden a conciertos podría mermar por temor, indica.

“El público merma, todo merma. Es preocupante todo lo que está pasando para todos los sectores, y en la industria de la música estamos afectados plenamente. Todo disminuye pero las obligaciones están ahí. Y si baja completamente la industria de la música, no vamos a poder salir a trabajar, estaremos recluidos como en la pandemia”, comenta.
En ese marco, Moreira apunta que sienten una mayor esperanza con la salida de Dina Boluarte y que el nuevo presidente de transición José Jerí haya dicho que le iba a declarar la guerra a la delincuencia. “Nos da algo de esperanza que veíamos perdida con el gobierno anterior, sabemos que será complicado y no será a corto plazo pero que se mencione es esperanzador. Y que el ministerio al que le corresponde pueda atender la seguridad como se debe en el más corto plazo”, refiere a este Diario.
De otro rato respecto a la seguridad en los eventos, Moreira explica que los promotores contratan una cartelera de eventos para lo que obtienen las licencias correspondientes, cumplir con Defensa Civil, y se envía un oficio para que se cumpla con la seguridad, pero que no es tan usual ver a un contingente de la Policía Nacional en el evento. Por ello, los promotores de evento contratan su propia seguridad particular, ya que " lo otro puede llegar o no al evento, dependiendo de la cantidad de efectivos que tenga la dependencia cuya jurisdicción es la que tiene que regular por la seguridad de ese evento, que es como lo que pasó en Chorrillos".

Moreira señala que les preocupa que en el Círculo Militar de Chorrillos se haya armado el escenario al borde del perímetro con el escenario expuesto.
Asegura que actualmente las agrupaciones están viendo cómo correr menos riesgos, viendo la posibilidad de dar seguridad, ya que tienen contratos pautados. “Es un problema grande, ojalá ahora sí la Policía y la Fiscalía hagan bien su trabajo”, espera.
Confía que en este nuevo gobierno de transición tras la salida de Dina Boluarte, serán convocados los músicos para informar sobre la problemática que están afrontando y tomar medidas.








