Economía peruana. (Ilustración: El Comercio)
Economía peruana. (Ilustración: El Comercio)
Nicolás Castillo Arévalo

En abril, la extensión de las medidas de confinamiento dispuestas por el Ejecutivo para evitar el contagio del COVID-19 en la población suspendió y disminuyó las operaciones de las empresas, así como la demanda de consumo de las personas. Esto hizo que la economía peruana se sumiera en una de sus peores crisis, de acuerdo con los especialistas.

Este menor dinamismo de la actividad provocó una contracción en la producción nacional durante abril de alrededor del 29,4%, de acuerdo con el Indicador Mensual Económico de El Comercio (Imeco). De esta manera, se prevé que el segundo trimestre será el período de mayor impacto de la pandemia.

“En abril, el confinamiento fue por todo el mes y si bien en mayo se dio la primera fase de la reapertura de actividades, abril y mayo serán los peores momentos de la contracción. El segundo trimestre será el peor del año”, afirmó Hugo Perea, economista jefe para el Perú del BBVA Research.

De concretarse la magnitud del deterioro de la economía en abril, la producción mensual se habría reducido en niveles similares a los del 2010.

“Estamos proyectando que hacia finales del 2021 todavía no vamos a recuperar el tamaño de la economía del 2019, agregó Perea.

FACTORES

El Imeco ha sido construido sobre la base de dos estimados distintos, que recogen varios tipos de indicadores de la economía. El primer estimado consiste en ponderar el crecimiento sectorial a partir de indicadores adelantados que reporta el INEI.

Así, de acuerdo con la información disponible, las medidas de confinamiento provocaron un ‘choque’ en la demanda de electricidad. La producción del sector eléctrico disminuyó en 30% durante abril, asociada a una contracción en el consumo de energía proveniente de las grandes empresas (clientes libres) en 40,7%, así como por una disminución en el consumo de los hogares y de las pequeñas empresas en 16,4%.

“La menor demanda eléctrica es un efecto de la cuarentena”, manifestó Gonzalo Tamayo, socio de Macroconsult.

Tamayo detalló que en abril la demanda de electricidad cayó 94% en las cementeras, 91% en las firmas del sector textil, 81% en la minería no metálica, 51% en empresas de bebidas y 45% en hoteles. Mientras que el único sector que registró un aumento fue la agroindustria, con un avance del 13% respecto a similar período del 2019.

La demanda de electricidad en las cementeras cayó en 24%, de acuerdo con Macroconsult
La demanda de electricidad en las cementeras cayó en 24%, de acuerdo con Macroconsult

Otra de las actividades que explicó el deterioro de la economía en abril fue el sector construcción, hasta ahora el más golpeado por la crisis sanitaria. La producción de este sector se desplomó en 91,6% debido a la menor actividad empresarial, así como a la disminución de la inversión pública y privada.

También el sector minero y el de hidrocarburos presentaron una reducción en su producción del 42,3% en abril por la suspensión de actividades.

De acuerdo con Pablo de la Flor, gerente general de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), la disminución de la producción minera también se reflejó en la caída de las exportaciones de minerales.

Según el ejecutivo, el valor de los envíos se redujo en 57% en abril, siendo los más afectados el cobre con una contracción del 61% y el oro, que cayó en 50%.

DEMANDA INTERNA

El segundo estimado para construir el Imeco busca aproximar el comportamiento de la demanda interna a través de seis variables como el consumo local de cemento, la producción de electricidad, las importaciones de bienes de consumo y de capital, la recaudación de IGV y la venta de pollo en Lima Metropolitana.

Este estimado registró un descenso de casi 32%, lo que refleja el deterioro de la demanda interna.

En ese sentido, por ejemplo, el consumo local de cemento se redujo en 98,6%, en línea con el desplome del sector construcción, uno de los que más generan empleo.

Asimismo, las importaciones de bienes de consumo y de capital registraron una contracción de 32,8% y 30,9%, respectivamente.

Perea afirma que con las contracciones registradas en la demanda local de cemento y las importaciones de bienes de capital, “se puede anticipar una caída en la inversión privada sin precedentes” en el segundo trimestre del año.

"Las contracciones registradas en la demanda local de cemento y en las importaciones de bienes de capital permiten anticipar una caída en la inversión privada sin precedentes”, señaló el BBVA Research. (Foto: GEC)
"Las contracciones registradas en la demanda local de cemento y en las importaciones de bienes de capital permiten anticipar una caída en la inversión privada sin precedentes”, señaló el BBVA Research. (Foto: GEC)

El economista sostuvo que el deterioro de la demanda interna evidenciado en el Imeco también obedece al menor consumo de las personas por el hecho de que han estado en cuarenta y por la mayor cautela debido a la pérdida del empleo.

De acuerdo con el INEI, el empleo en Lima Metropolitana descendió en abril en 70% respecto a similar período del 2019. Alrededor de 3,4 millones de limeños perdieron el empleo en lo que va del año.

También, la venta de pollo, uno de los productos de necesidad con mayor demanda en el país, se redujo en 8,9% en abril. Más aún, la recaudación del Impuesto General a las Ventas (IGV) descendió en 34,3%.

Si bien los especialistas esperan una menor caída de la producción a partir de mayo por las reaperturas, la recuperación de la demanda podría tomar más tiempo.

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