El rompecabezas en torno al destino de los siete lotes petroleros con contratos próximos a vencer (entre 2023 y 2028) se va completando poco a poco. El pasado 2 de febrero, la presidenta Dina Boluarte anunció en Talara que los lotes I, VI y Z69 “serán del Estado peruano”, cabe decir, de Petro-Perú, a partir de este año.
Y el último viernes, el gerente técnico de Perú-Petro, Asaid Bandach, reveló que el directorio de la agencia de hidrocarburos había decidido autorizar que “salgan a licitación los lotes V y VII”.
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“Va a empezarse un proceso que, próximamente, se va a lanzar oficialmente para conseguir una empresa que se haga cargo del lote V y el lote VII antes del vencimiento de sus contratos”, indicó Bandach en el foro Perú Energía Norte.
De esta manera, quedó establecida por parte del Gobierno la suerte de los cuatro lotes petroleros con contratos que expiran en este año: el lote I, el lote V, el lote off-shore Z-2B, rebautizado como Z-69, y el lote VII-VII, que será repartido entre Petro-Perú (lote VI) y el concurso público anunciado por Perú-Petro (lote VII).
Trascendió que esta distribución fue acordada unánimemente por el Minem, Petro-Perú y Perú-Petro, actuando, por una vez, de manera coordinada, siendo el caso que los mejores lotes (con más potencial) serán entregados a la petrolera estatal.
NUEVO ESCENARIO
" Lo que queda claro con esto es que Perú-Petro ha abandonado su proyecto de reconfiguración de lotes, y que comenzará a tratar caso por caso, lote por lote, lo cual es lo más acertado”, indica Carlos Gonzáles, gerente general de Enerconsult.
Hasta hace unos meses, efectivamente, la agencia de hidrocarburos estaba empeñada en amalgamar lo lotes on-shore de Talara en dos grandes áreas para su licitación anticipada, en el entendido que así serían más atractivas para los grandes inversionistas petroleros.
Tal era el norte propuesto por la administración de Seferino Yesquén (2018-2020), contra el parecer de Petro-Perú y de los operadores privados de los lotes talareños (la mayoría pequeñas empresas petroleras) que aspiraban a renovar sus contratos.
La designación de Isabel Tafur como presidenta de la agencia de hidrocarburos, en enero pasado, cambió todo esto. Desde el arranque, la abogada hizo saber que defendería el derecho de Petro-Perú a participar en la explotación de los lotes talareños con hasta un 80% de participación.
Para enfatizar este propósito, Tafur procedió a remover a los funcionarios de Perú-Petro que más implicados estaban en el proyecto de reconfiguración de lotes: Daniel Hokama (gerente general) y Luis Bianchi (gerente de exploraciones) y Eris Gabriel (gerente técnico).
Ahora, el destino de los lotes petroleros de Talara con contratos próximos a vencer está siendo abordado con una perspectiva diferente, en lo que parece ser una solución mixta de licitaciones públicas y traspaso de lotes a Petro-Perú.
En esa línea, falta por definir todavía el futuro de los lotes con contratos por vecer entre 2024 y 2028: el X (2024), el II (2026) y el XV (2028).
De acuerdo a Perú-Petro, Talara alberga un potencial exploratorio de 344,7 millones de barriles de petróleo, esto es, más del doble de las reservas probadas y probables existentes en esta zona,
La mejor parte de ello irá a manos de Petro-Perú. ¿Pero, está la petrolera en condiciones de hacerse cargo de esta responsabilidad?
PROS Y CONTRAS
Oscar Vera, ministro de Energía y Minas, considera que el traspaso de los lotes I, Z-69 y VI a Petro-Perú no requerirá mayor esfuerzo por parte de esta porque se trata de campos en producción que no requieren mayor inversión, ‘solo gastos operativos, que se pagarán con el crudo producido’.
“Lo único que sucederá es que el trabajador que ya está allí se cambiará de camiseta. En este caso, se pondrá la camiseta de Petro-Perú. Y se cambiará también de tanque receptor, porque el otro pertenece a la compañía que se marcha. Y todo seguirá igual”, señala.
Admite, eso sí, que Petro-Perú tendría que asociarse con un privado para operar el lote Z-69 (otrora Z-2B) porque se trata de una operación off-shore que ´requiere mayores gastos´.
“Eso lo tendrá que decidir el directorio de Petro-Perú. Nosotros solo dictamos las normas y las promovemos, pero la ejecución corresponde a Petro-Perú y a Perú-Petro, que ya está trabajando en eso”, precisa.
La idea de tener a Petro-Perú explotando lotes talareños preocupa, sin embargo, a muchas personas e instituciones, como es el caso de la Cámara de Comercio, Industrias y Turismo de Talara.
“Nosotros no estamos en contra de que Petro-Perú opere lotes en Talara, pero si nos causa preocupación su estado financiero actual y sus compromisos de crédito asumidos por la construcción de la nueva refinería y la explotación del lote 192 (Loreto), que necesita una tremenda inversión para hacerlo andar”, advierte Julio Ubillús, presidente del gremio talareño.
Por tal motivo, el empresario solicita a la estatal que ‘exprese de manera clara y transparente’ su capacidad para operar dichos lotes, acompañada de un plan de inversiones o, de lo contrario, ‘la incertidumbre será el común denominador en los meses siguientes’.
De igual forma, la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH) ha manifestado su temor de que Petro-Perú repita en Talara el engorroso expediente del lote 192, que sigue sin operar dos años después de que Frontera Energy abandonara el país y le legara el proyecto.
" El mayor temor es que Petro-Perú, que se encuentra en proceso de reestructuración, no esté en capacidad de asumir esos lotes de manera inmediata para garantizar su continuidad y asegurar, así, el suministro de crudo para la nueva refinería de Talara”, advierte Felipe Cantuarias, presidente del gremio petrolero.
Oscar Vera apunta que el costo de producir un barril de petróleo en Talara oscila entre U$8 y U$10, cuando el precio internacional del mismo promedia U$$85.
" Entonces, estos lotes son de altísima rentabilidad para quien los tiene. Y beneficiará a la economía de los peruanos porque son esos bajos costos tendremos buenos márgenes en la refinería de Talara, que nos ayudarán a tener precios más competitivos para los combustibles”, anota.