Unas voces robóticas se expanden por el espacio, voces similares a las que emitía el físico Stephen Hawking desde su tecnológica silla de ruedas. Estamos en una clase de Computación en el Centro de Rehabilitación de Ciegos de Lima (Cercil), en Surco, y lo que escuchamos son las graves y chirriantes voces que emiten los lectores de pantalla instalados en cada computadora (unos softwares que verbalizan las imágenes y los textos a través de un sintetizador).
En la clase, hay solo cuatro alumnos, entre adolescentes y adultos, pero, conforme avanza la mañana, llegan más. Las clases son los lunes y miércoles. “Todos salen de este curso sabiendo cómo descargar archivos y cómo adjuntarlos a un correo electrónico. Eso es fundamental para que puedan desempeñarse en el trabajo”, nos dice orgulloso el profesor Percy Rodríguez, quien desde hace ocho años enseña Computación a personas invidentes.
—Chicos con calle—
En Cercil, los alumnos son capacitados para que puedan ser incluidos en un espacio laboral, familiar o educativo. “Los preparamos para trabajar y ser independientes”, nos comenta el profesor, quien recalca que todos salen de ahí con plena capacidad para estudiar y trabajar, según sus objetivos. “Ellos tienen que estar un paso adelante, pues en la vida compiten con gente que sí puede ver. Por eso, deben aprender todo y un poco más”.
Los lectores de pantalla pueden ser descargados gratuitamente en cualquier computador, por más antiguo que este sea, y funcionan bien con cualquier sistema operativo. Estos softwares son de gran utilidad para que una persona invidente pueda trabajar, por ejemplo, en una oficina. Otra herramienta muy provechosa para las personas con discapacidad visual son los digitalizadores que convierten textos e imágenes en audios, y cuya descarga también es gratuita. Los softwares de las impresoras también se pueden adaptar con un programa gratuito y convertir los textos físicos a Word.
Pero, además de este necesario lector de pantalla, en clase también es importante el magnificador, un programa que aumenta el tamaño de la pantalla hasta 15 veces, de esta manera las personas de baja visión pueden tener mejores resultados en sus actividades.
Para Rodríguez, estos últimos diez años han sido fundamentales porque en este tiempo se ha generado mucha más tecnología inclusiva y más aplicaciones de accesibilidad: “Antes la accesibilidad estaba dirigida al adulto mayor. Ahora los programas consideran herramientas para personas con discapacidad —dice—. El asistente de Google, por ejemplo, es muy útil: da la hora, y puede enviar un correo o un mensaje por Whatsapp”.
En cuanto a redes sociales, la que más se utiliza en clase es Facebook. Se ingresa desde un navegador (de preferencia, Internet Explorer) a Facebook Móvil (m.facebook.com), pues el lector de pantalla funciona con más eficiencia.
“En mi celular, tengo el lector de pantalla Talkback, que ahora viene incluido en la mayoría de celulares”, cuenta José Efos, un joven de 20 años que perdió la visión por negligencia médica cuando tenía cinco. Ahora estudia Psicología. Dice que ve mínimamente, “solo sombras”.
Con esta tecnología, él puede llevar una vida normal. Se levanta y, como cualquier persona, coge su celular para ver la hora. Y, para ir a lugares desconocidos, usa la app Lazarillo, una especie de GoogleMaps que le ayuda a movilizarse por la ciudad.
¿Cómo hace para estudiar? Nos explica: “Descargo los libros porque son virtuales. El lector de pantalla me ayuda a leerlos o, si no, uso el programa Balabolka para convertirlos a audio. Es bien práctico porque lo puedo descargar, guardar en mi celular y lo voy escuchando en cualquier parte. También tengo programas para convertir una imagen en PDF o Word, y después en audio”. Él usa todas las redes sociales que están de moda, aunque tuvo que eliminar Twitter porque ocupaba mucho espacio en su celular. “¿Y Tinder?”, le preguntamos. “La descargué, pero nunca la he usado”, nos dice sonriendo.
Gian Piero Rojas tiene 29 años y perdió la visión en 2017 debido a un accidente en moto. En ese momento, ya había terminado la carrera en Redes y Comunicación de Datos, y estaba estudiando Ingeniería Industrial. “Ahora soy independiente, y estoy creando mi página web para vender por internet herramientas a personas con discapacidad”, comenta con orgullo. Espera que su página esté en línea a fines de marzo. “Importaré sensores, regletas, bastones, portabastones y todas las herramientas que necesita una persona con discapacidad o baja visión. Aprovecharé que mi hermano vive en España y puede enviar los productos”, dice.
“Manejo mi notebook personal, celular, redes sociales y mi bastón. Voy y vengo solo a Surco desde Pueblo Libre. Para ubicarme, le pregunto a Siri (asistente inteligente de Apple) dónde estoy y me da la ubicación. Felizmente, conozco muy bien Lima, es mi ‘barrunto’”.
—Tuiteras en acción—
En estos días en los que los casos de discriminación a personas con discapacidad son, lamentablemente, noticia frecuente, hay dos chicas muy activas en redes sociales. Una es Susana Stiglich (@sustiwa) educadora, activista, profesora de lengua de señas y fundadora de ODS Institut y de la Fundación Personas Sordas del Perú. Ella es sorda desde muy pequeña. La otra es Andrea Burga (@andreaburga5), de 25 años, invidente, periodista, feminista y “dizque bailarina”, tal como figura en su perfil de Twitter. Ambas usan las redes sociales como trincheras para eliminar los prejuicios sobre las personas con discapacidad y para difundir necesidades, reclamos y carencias.
Ante la reciente polémica sobre el cine peruano, por ejemplo, Susana y Andrea evidenciaron en sus tuits cuán necesario es que este sea más accesible para las personas ciegas y sordas.
“Utilizo redes sociales para poder estar informada de lo que sucede y lo que me interesa leer. Para esto, uso Twitter, Facebook y YouTube (cuando los videos cuentan con subtítulos). Todo esto es muy importante para mí porque así suplo la información que no es accesible. Al estar escrita, la puedo leer sin apoyo de terceros o de medios de accesibilidad”, nos refiere Susana. Para ella, su vida diaria depende del celular: “Uso aplicaciones que me permiten una comunicación directa y por escrito —WhatsApp o SMS—. Próximamente, lanzaré una nueva aplicación para realizar llamadas de voz a cualquier persona oyente”, anuncia.
Susana también usa herramientas especializadas como Live Caption y Transcripción Instantánea (dice que esta sirve más a las personas sordas que tienen un nivel bueno de comprensión lectora y escritura), que subtitulan en tiempo real lo que una persona está hablando. También, usa una aplicación que se conecta al audífono, para poder regular el volumen. Enfatiza que “[les] faltan aplicaciones que permitan realizar llamadas telefónicas en situaciones de emergencia” y que las “innovaciones que se están dando con lengua de señas siguen siendo muy malas", pues estas no se desarrollan con las personas sordas.
Andrea, por su parte, cuenta que usa el lector de pantalla desde los 11 años y también fue usuaria de la red social Hi5, ahora casi extinta. “Creo que Twitter es accesible en el celular, pero no en la computadora. Facebook sí es totalmente accesible (para personas ciegas, al menos), ya que hay una opción para describir las imágenes; en cambio, en Twitter, se tiene que configurar la imagen para describirla”, comenta Andrea.
Se queja de que las apps serían mucho más fáciles de usar si se concibieran inclusivas desde su origen. “Por ejemplo, las historias de Instagram no son accesibles porque no pueden ser leídas por el lector de pantalla y eso se debe a que dicha red social fue concebida como una app visual”. A Andrea le gusta colgar fotos y videos, y no le molesta el lenguaje inclusivo (el que usa x y @): “El lector de pantalla lo lee chistoso; me encanta usarlo”.
—Hacia las tecnologías más inclusivas—
La robótica y la ciencia de la computación se interesan ahora por dar mayor accesibilidad a las personas con alguna discapacidad. Conversamos con Omar Flórez, doctor en Machine Learning de la Universidad Estatal de Utah, sobre cuánta importancia le está dando la ciencia a este tema. “Existe mucho esfuerzo en que los sistemas inteligentes sean diversos en cuanto a su funcionamiento. La comunidad científica es mucho más consciente de que los datos se deben usar con responsabilidad”, nos dice desde Estados Unidos. Para Flórez, es importante que se fomente la educación en Ciencia de la Computación entre las personas con discapacidad “para que ellas mismas sean parte del desarrollo de estas tecnologías”, añade.
En la misma línea se encuentra Lorena Cardona, gerente de Robótica de ABB para Latinoamérica, empresa dedicada a la creación de tecnología digital para la industria.
Ella nos cuenta, desde Argentina, el caso emblemático de Yumi, un robot cuyos dos brazos pueden funcionar de acuerdo al movimiento de los ojos de la persona que lo dirija: “Yumi puede ser la extensión de los brazos de una persona sin movilidad”, explica. Para su creación se unieron los softwares de las empresas Irisbond y ABB y utilizaron la tecnología eye tracking. “Personalmente, creo que en los últimos tiempos las empresas buscan que todas las personas tengan las mismas posibilidades. Es obvio que aún se discrimina, pero hay un avance positivo”.
Mientras la tecnología se vuelve más inclusiva, no se debe pasar por alto el hecho de que estas herramientas tengan costos asequibles. Eso también es inclusión.
Aplicaciones para el celular
Recomendamos 5 aplicaciones inclusivas para celulares creadas especialmente para facilitar la vida diaria de las personas con discapacidad visual, baja visión o alguna dificultad para ver. Existen muchas más, estas son solo algunas.
1. Cash Reader. Aplicación que lee la denominación de los billetes en voz alta y tiempo real para que las personas con discapacidad visual o baja visión puedan identificarlos. Tiene la capacidad de identificar 55 denominaciones incluyendo los soles. Se puede descargar gratuitamente desde App Store o Google Play gratis. Se creó en República Checa.
2. LazarilloApp. Por medio de una voz ubica a las personas invidentes con las indicaciones de lo que tienen a su alrededor: hospitales, cajeros, bancos, restaurantes, etc. Los usuarios pueden guardar sus lugares favoritos para llegar más fácilmente. Según la manera en que te movilices (bus, auto, caminando o tren) la app ayudará a trasladarlos.
3. Be my eyes. Innovadora aplicación de ayuda colectiva. Consiste en que una persona invidente puede llamar a otra personas a miles de kilómetros para que, a través de una videollamada, le resuelva dudas y necesidades inmediatas que requieran ver. Por ejemplo, la fecha de caducidad de la leche o la descripción de una fotografía.
4. TapTapSee. Se toma una fotografía a lo que se tiene en frente y una voz describe la imagen. Está diseñada para identificar objetos. La descripción puede compartirse por email, SMS o redes sociales.
5. Lookout. Diseñada para que las personas con discapacidad visual entiendan y se familiaricen con el espacio que los rodea. Trabaja con tecnología IA, proporciona pistas auditivas a medida que las personas se encuentran con objetos, textos y otras personas a su alrededor.
MÁS INFORMACIÓN
GOOGLE PARA TODOS
Conversamos con Matías Fuentes, gerente de Comunicaciones de Google para América Latina, sobre cómo se está usando inteligencia artificial (IA) y machine learning (ML) para las personas con discapacidad y cómo estas herramientas pueden facilitarles la vida.
Respondió: “El año pasado, lanzamos Live Transcribe, una app de accesibilidad diseñada para personas sordas o hipoacúsicas que cualquier usuario puede utilizar. Gracias a la tecnología de reconocimiento de voz de última generación, que desarrollamos con AI y ML, esta app muestra en la pantalla de un smartphone transcripciones de voz y sonido en tiempo real para que las personas puedan participar fácilmente en las conversaciones.
Asimismo, Live Caption es otra aplicación que agrega subtítulos de forma automática a videos, podcasts e incluso mensajes de audio. De esta forma, la app transcribe el audio generado a otra aplicación.
Estas tecnologías —tanto ML como IA— darán como resultado productos que funcionarán mejor para todos nosotros. Es un ejemplo perfecto de lo que queremos decir con crear un Google más útil para todos”.
¿Cómo Google viene implementando su tecnología para que las personas con discapacidad puedan usarlA fácilmente?
Tenemos un Equipo Central de Accesibilidad para hacer que nuestros productos sean más accesibles. Este equipo abarca muchos roles: ingenieros de software, gerentes de productos y programas, diseñadores de experiencia de usuario e investigadores, evaluadores y otros.
Se viene trabajando para facilitar que todos puedan navegar por el mundo digital, ya sea viendo un video de YouTube o leyendo un sitio web. Hacer que la accesibilidad sea una consideración central desde la primera etapa del diseño del producto da como resultado mejores resultados que mejoran la vida de esas personas.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Omar Flórez, doctor en Machine Learning de la Universidad Estatal de Utah, dice sobre la importancia de la inteligencia artificial en el desarrollo de la tecnología inclusiva:
"La inteligencia artificial permite aumentar las habilidades de la gente y asistir en sus discapacidades. Recientes trabajos de investigación permiten que una persona pueda navegar en una ciudad con la ayuda de un bastón inteligente equipado con una cámara y varios sistemas han ayudado a que personas puedan comunicarse usando algunos músculos del cuerpo, tal como el sistema del Profesor Stephen Hawking.
El deseo de la ciencia y la tecnología por replicar los sentidos del ser humano en las ultimas décadas es loable. Mientras una cámara provee de información visual como el sentido de la vista, un micrófono permite aproximar el sentido de la audición. A este proceso se le llama percepción y es la base fundamental para que la información y la matemática puedan asistir a gente que tenga problemas con algún sentido en particular".
AGENDA TEATRAL: FUNCIÓN ESPECIAL EN EL BRITÁNICO
El sábado 29 de febrero a las 16 h. el Teatro Británico ofrecerá una función especial para personas con discapacidad auditiva de la pieza ¡Cállate, Copperfield! Los asistentes podrán observar los diálogos sobretitulados, además de la descripción de los sonidos a medida que sucede. Los miembros del Conadis (Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad) tendrán un descuento en la entrada.