KO Asian Kitchen (Foto: Paola Miglio)
KO Asian Kitchen
Paola Miglio

KO Asian Kitchen es un acercamiento a esa cocina del continente asiático que normalmente no vemos en restaurantes locales, pero que tiene muchos puntos en común con la nuestra: caldos profundos, largas cocciones, toques frescos y picantes, agridulces. Sí, estamos deliciosamente acostumbrados a lo japonés y lo chino, por eso es interesante conocer más posibilidades y tener acceso a ese mundo de sabores tan complejo, aunque sea de pasadita. Lo que sucede es que KO no se especializa en una sola cocina, toma platos típicos de varias y los acomoda en una carta de correcta extensión y diversidad: por ejemplo, en lo japonés y nikkei se centra en los rolls, aunque hay también gyozas, tempura y ramen; para lo chino explora brevemente los dim sum, y luego se extiende con divertidas interpretaciones de otras nacionalidades, como la coreana, tailandesa e india.

Va bien su selección de entrantes. La panceta de cerdo en salsa de ajo que llaman Szechuan pork; las crocantes alitas Bangkok en salsa agridulce y hierbas; y el bun o bao sriracha chicken, tierno y acompañado con una cremosa mayonesa picante y ensalada de col. El de chancho asado (hoisin pork) también encuentra armonía con el pepino japonés y el culantro. El panecillo, eso sí, podría mejorar su factura: no pasa ligero como debería. La ensalada de palta, limón y pepino kyuri es un paso refrescante que rescata el paladar de la riqueza de los bocados anteriores, preparándolo para un nuevo e intenso viaje, como el bol de katsu don, cerdo empanizado con tortilla de huevo y cebollas caramelizadas, generoso en arroz blanco. Es confortable y amable.

Con el pad thai hubo problemas: la gracia de la cocina tailandesa consiste en lograr que los sabores (dulce, agrio, amargo, ácido y salado) encuentren balance y equilibrio, y acá no lo hubo. Podría trabajarse mejor el plato. Además, ponerle un poquito más de empeño al ramen (le llaman smokey y debería ser por el toque ahumado, pero no se siente): el caldo estaba deslucido y la temperatura no era la correcta. El bibimbap (plato coreano de arroz, vegetales y carne que se mezclan en un cuenco) no fue de los más impactantes, pero sí una propuesta entretenida que diversifica la carta.

La atención en KO es amable y ágil, mas no acelerada, cosa que podría esperarse al estar en un centro comercial bastante turístico y de alta rotación. Algo que no cuadra: la carta tiene la mayoría de los nombres de los platos en inglés, pero la explicación está en español, entonces de pronto la palta no es palta sino avocado. Sobre la comida, más allá de que falten algunos ajustes, sobre todo en los fondos, lo importante es esa introducción fácil y amigable en lo asiático lejano y desconocido. Y si bien hay demasiados rolls en la carta y una apuesta más arriesgada optaría por eliminar tres cuartas partes para que así el comensal se atreva con otros platillos, se entiende que se use como enganche para luego abrazar con nuevos retos. Consejo: pidan compartir para poder probar más.

AL DETALLE
​Puntuación: 14/20
Tipo de restaurante: cocina asiática.
Dirección: Av. Malecón de la Reserva 610, local 207, Miraflores (centro comercial Larcomar).
Horario: todos los días de 12 m. a 12 p.m.
Estacionamiento: en el centro comercial.
Carta de bebidas: tés (incluso bubble), jugos, limonadas, cervezas artesanales y asiáticas y sake.
Precio promedio por persona sin bebidas: S/70.

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