Un niño de tres años puede tender su cama, tal vez lo haga mal, pero es el proceso lo que cuenta y no el resultado. Esta es la teoría de Víctor Arufe, profesor en la Facultad de Educación de la Universidad de A Coruña.
Araufe consideró que cada vez se subestima más las capacidades de los más pequeños del hogar. De esta manera, solo se infravalora todo lo que son capaces de hacer y, a la larga, genera que los padres asuman todas las responsabilidades domésticas.
“Los estudios científicos siguen confirmando la baja participación de los niños en las tareas domésticas. Un informe confirma que en 2013 la participación de los niños de 12 a 17 años en tareas del hogar había descendido con respecto a datos de 1990″, sostuvo al portal ABC de España.
Por tal motivo, la realización de las tareas del hogar es una asignatura pendiente de las familias y la escuela. “Apostar por una educación memorística no es la mejor opción para poder vivir en el mundo adulto. Por eso, la mejor educación es la que prepara para la adultez y la vida en la sociedad”, continuó.
Sin embargo, fomentar el gusto por ayudar con las tareas del hogar en tu hijo puede requerir tiempo, paciencia y un enfoque positivo, de lo contrario, esto afectará la participación de los niños en dichos quehaceres.
Desde los 3 años, tu retoño ya puede darte una mano guardando ropa, recogiendo la mesa, ayudar en algunas actividades de cocina, cuidar a la mascota, entre otras actividades. Solo debes de tener en cuenta supervisar todas sus acciones y comprender que su proceso de aprendizaje es gradual.
Así debes enseñarle a tu hijo a ayudar en casa
Paciencia y buen animo
Como expusimos líneas arribas, enseñarle a un niño pequeño algún quehacer del hogar consta de un proceso. Para lograr el éxito, debes acompañarlo en la realización de las tareas domésticas y realizarles cual es el modo correcto de llevarlas a cabo. Recuerda que su ritmo de aprendizaje es lento.
Aliéntalo a más
Mensajes de aliento, como refuerzos positivos, ayudarán a que tu retoño sienta satisfacción por realizar dichas actividades y querrá hacer más. Cuando es infante, el reconocimiento de sus progenitores es muy importante para elevar su autoestima y autoconfianza.
Limpiar es un juego
Para un niño, aprender jugando es lo mejor que le puede pasar. Usa esta táctica para lograr que tu hijo asocie la limpieza como algo positivo. De acuerdo a Víctor Arufe, en edades tempranas prima el juego de imitación exacta y diferida, así como el juego simbólico, “para que esta imaginación y creatividad sobrepase la línea imaginaria y se convierta en realidad”.
Respeta su ritmo
Cabe destacar que cada niño es diferente y único, por lo que el ritmo de desarrollo y maduración entre tus hijos puede ser distinto, por lo que debes respetar sus tiempos.