Según la Universidad de Cambridge, el Síndrome de Couvade es un fenómeno en el cual el futuro padre experimenta los síntomas físicos y psicológicos del embarazo. A pesar de que no existan elementos biológicos que ocasionen este trastorno, sí hay ciertos factores psicológicos que pueden causar que un hombre sea más proclive a padecer de esta afección.
En esta ocasión, para conocer más sobre este síndrome, conversamos con la Mag. Mary Castro, terapista cognitivo conductual de la Clínica Ricardo Palma. “El Síndrome de Couvade se cataloga como un trastorno psicológico, el cual consiste en que el hombre experimenta síntomas muy similares a los de su pareja embarazada. La población que padece esta condición no es muy amplia, pues es del 10% o menos”, estableció la especialista.
¿Por qué se genera el Síndrome de Couvade?
De acuerdo con lo indicado por la Mag. Castro, no existen elementos biológicos que sean la causa de este trastorno. No obstante, algunos factores psicológicos del padre pueden hacer que sea una persona proclive a pasar por esta situación. “Puede generarse debido a la aparición de mayor ansiedad, inseguridad sobre el nuevo rol que le corresponde asumir, sensibilidad y empatía hacia su pareja”, añadió.
De igual manera, el embarazo empático puede producirse debido al estrés durante el periodo de gestación. Es un sentimiento normal, pues el padre vivirá de cerca los cambios en su pareja y las alteraciones en la rutina de ambos.
En ese sentido, cabe especificar que el Síndrome de Couvade suele iniciar durante los primeros meses. “También es común que desaparezca en medio del proceso y vuelva a aparecer las semanas o días previos a dar a luz”, aclaró Castro.
¿Se requiere de un tratamiento psicológico para superar este trastorno psicológico?
En la gran mayoría de casos, los síntomas finalizan cuando la madre da a luz. En el caso contrario, si los efectos continúan después del nacimiento, será necesario que el padre asista a una consulta psicológica y posteriormente siga un tratamiento. Gracias a la psicoterapia, podrá aclarar sus emociones y tener mayor seguridad en su nuevo rol.
El tratamiento será vital para que el padre pueda seguir su nueva rutina y, al mismo tiempo, continuar con su desarrollo laboral y personal. “Es importante aclarar que el embarazo empático no es una enfermedad. Por ende, en algunos casos, el acompañamiento y soporte de la pareja puede ser suficiente”, comentó la magister.
“Es fundamental tener en cuenta que el embarazo también llega con múltiples efectos en la salud mental del padre, como la ansiedad y el estrés. Por ello, la unión como pareja será imprescindible para que ambos puedan sobrellevar la situación”, concluyó la terapista cognitivo conductual.