En el embarazo se involucran diversas dinámicas personales que ayudan a la gestante a llevarlo de manera adecuada y saludable. La nutrición juega un rol elemental, pues de seguir una rutina adecuada, la gestación será un proceso bastante sencillo y tanto la mamá como el bebé se encontrarán protegidos y fuertes ante cualquier amenaza o afección que ocurra durante los próximos nueve meses.
Asimismo, permitirá que la mujer se encuentre aún más preparada para afrontar el proceso del parto y también a recuperarse del post parto de forma más rápida y efectiva. Por el contrario, si la embarazada descuida su nutrición, podría afrontar complicaciones en todo su embarazo, incluso algunas de ellas pueden ser más severas de lo que se imagina. Si estás iniciando tu proceso o buscas agrandar la familia, te aconsejamos no dejar de leer este artículo pues te vamos a presentar las claves para que no dejes de cuidarte ni un segundo.
Alimentación balanceada
La nutrición parte de un principio elemental: una dieta balanceada. En el caso de una mujer gestante, debe contar con una especial lista de insumos que debe incluir sí o sí en su alimentación diaria, pues le serán bastante beneficiosos para el desarrollo de su embarazo y para que éste no se vea afectado por los cambios constantes. Aquí debemos incluir productos altos en hierro y calcio, que permitirán mantener una buena hemoglobina y ha fortalecer el sistema óseo tanto de la embarazada como de su bebé. En igual escala es necesario incluir productos que contengan omega-3, que influye en la formación neuronal del embrión.
No exceder las cantidades
Las abuelas solían decir que las embarazadas necesitan comer el doble para mantenerse sanas. Sin embargo, con el paso del tiempo esta creencia ha ido desplazándose, dado que de seguir este principio lo único que logramos conseguir es llegar al precipicio de la obesidad. Tampoco es adecuado reducir porciones y restringirse, pues también sería igual de perjudicial para la salud. Lo adecuado es seguir una alimentación balanceada y acorde al periodo en el que se encuentra la futura madre.
Mantener la hidratación
Beber agua es elemental para todos los seres humanos, y para una mujer embarazada lo es el doble. El líquido elemento permite depurar las toxinas de la sangre y evitar que lleguen al bebé. También renueva el líquido amniótico y ayuda a mejorar los síntomas como nauseas y vómitos, propios del proceso de gestación.
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