En entrevista exclusiva con El Comercio, el alcalde de Lima habló sobre la estrategia para afrontar la pandemia del COVID-19 en la capital, las protestas ocurridas en noviembre y el problema del transporte (Foto: Hugo Pérez)
En entrevista exclusiva con El Comercio, el alcalde de Lima habló sobre la estrategia para afrontar la pandemia del COVID-19 en la capital, las protestas ocurridas en noviembre y el problema del transporte (Foto: Hugo Pérez)
Ricardo León

Recién ayer, pocas horas después de realizada esta entrevista, el alcalde fue incorporado –vía resolución ministerial– en el grupo de trabajo denominado Apoyo a la implementación del proceso de contra la En dos días, la ciudad celebrará su aniversario 486 en un clima de incertidumbre y riesgo.

-Esta es una celebración con limitaciones. ¿Recuerda alguna ocasión en la que Lima no pudiera celebrar su aniversario?

No tengo recuerdo de algo que haya sido tan restrictivo como lo que estamos viviendo ahora. Llegamos con una situación inédita. Lo que se va a hacer es una celebración fundamentalmente virtual, una serenata variada. Lima es una ciudad muy diversa, una ciudad que concentra mucha migración, tanto nacional como extranjera. Todos tenemos que sentirnos orgullosos de ser limeños con esa diversidad. Son muchas culturas, pero una sola Lima.

-En Lima hay alrededor del 40% de contagios de COVID-19 de todo el país. Las decisiones del Ejecutivo, como el hecho de ubicar a en un nivel “alto” de contagios, por debajo de otras regiones, ¿las consulta con el alcalde?

Nos juntamos virtualmente con la primera ministra [ Violeta Bermúdez] algunos días atrás, y con algunos ministros, pero en esa reunión no estuvo la ministra de Salud [Pilar Mazzetti], lo cual me llamó mucho la atención. No se nos dijo: “Pensamos hacer esto”, sino que nos preguntaban desde una visión territorial. Dimos algunas apreciaciones. En la necesidad de continuar con algunas restricciones de playas, requeriríamos un mayor apoyo, y transferencias también.

-¿Pero tenían claro el panorama de cómo van a ser esas dos semanas siguientes?

No. Y es algo que vengo reclamando, que haya predictibilidad y que la evidencia sirva como una base para la toma de decisiones. Se nos habló de algunas fases y cosas que se querían hacer. El propio Ejecutivo reconocía que había una necesidad de una mejor comunicación social.

-En julio, en una entrevista, dijo: “No somos autoridad sanitaria, pero sí podemos colaborar”, y mencionó que esa colaboración tiene una “característica territorial”. Le pregunto, ¿qué sucedió en Mesa Redonda en Navidad?

Normalmente la gente llega a los conglomerados, es parte de una costumbre que está arraigada en la sociedad, por eso trabajamos una serie de planes de contención. El feriado del 8 de diciembre llegaron 80 mil personas. Nosotros veníamos pidiendo también la participación de otros actores, como la Policía Nacional, el propio Ministerio de Salud, y también habíamos mencionando que sería bueno que el Ejército estuviera acompañándonos. Nada de eso teníamos en algún momento. Además, producto de los cambios políticos, la policía tenía poca participación. Ese plan de contención, aún reforzado, no era suficiente, buscamos poner una serie de vallas.

-Pero la restricción del ingreso de adultos mayores y niños se implantó recién el 20 de diciembre.

Considerábamos que podíamos ser lo suficientemente ordenados, pero nos dimos cuenta que esto no se daba. Ningún plan está escrito en piedra, y los planes tienen que ajustarse en el camino. Los planes que nosotros previmos no fueron lo suficientemente efectivos y por eso tuvimos que hacer varios ajustes.

-Eso dejó la impresión de que la MML actúa a posteriori. ¿Hasta qué punto la municipalidad puede actuar sola?

No puede actuar sola, tenemos que trabajar con otros actores. No es que recién planifiquemos una vez que suceden los hechos, la planificación venía desde marzo del año anterior. Sabíamos que esto iba a pasar, es parte de una idiosincrasia, pero ninguna de las previsiones que se tomaron fueron lo suficientemente efectivas.

-Mencionó los cambios policiales y la crisis de aquellos días de noviembre. Se han cumplido dos meses de los momentos más fuertes de las protestas. Usted dijo que iba entregar las imágenes de las cámaras de seguridad del municipio, después se supo que muchas de ellas no funcionaban. ¿Qué sucedió después?

Hice una consulta a la gerencia de Seguridad Ciudadana sobre si todas las cámaras estaban operativas y si podíamos entregarlas, y me dijeron que sí. Nunca debió haber pasado que la gerencia nos diera un informe que no era real. Nos dejó prácticamente descolocados en cuanto a la posibilidad de entregar todo lo que podíamos entregar,

-Y frente la opinión pública.

Generó un impacto muy fuerte, sin duda. Costó también los puestos de esas personas. Hoy en día tenemos solamente ocho cámaras de que no funcionan, de un total de 186 que están en la zona del Centro.

-Si no hubiera habido esta marcha, usted como alcalde probablemente no sabría que había cámaras sin funcionar.

A mí me dan una información desde las gerencias respectivas, y la información no fue la más adecuada.

-¿Qué prevé la para esta segunda etapa de la pandemia, que será muy dura?

Podemos incluso pensar que hasta más dura que la primera. Todo lo anterior que funcionó lo vamos a seguir desarrollando. Por ejemplo, la Casa de Todos de Acho la estamos convirtiendo en un espacio permanente en la urbanización Palomino, ya como una vivienda definitiva. Por otro lado, nuestro rol puede ser de mucha importancia para la vacunación, y hemos ofrecido 29 locales de los Hospitales de la Solidaridad. No lo hemos previsto ahorita, lo conversamos con la ministra Elizabeth Hinostroza, la primera ministra de Salud de la pandemia. No somos autoridad sanitaria, pero estamos abiertos a colaborar.

-¿Cuándo fue la última vez que se reunió con la ministra Mazzetti? ¿Siente que lo escucha el Ejecutivo, siendo la autoridad de la ciudad con el mayor número de contagios en el país?

Yo estoy seguro de que me escucha la primera ministra, pero hay algunos ministros que tienen una autonomía propia en su quehacer.

-Si mañana decretaran cuarentena en Lima, ¿usted se enteraría en la conferencia de prensa?

Creo que no sería así porque, a raíz de las última conversaciones, la primera ministra ha decidido que yo participe en las reuniones multiministeriales.

-Por cierto, ¿cree que Lima debería volver a una cuarentena rígida?

Lo que yo creo que que hay que proteger a los ciudadanos, y [cualquier medida] tiene que ser consecuencia de la evidencia. Si la evidencia nos dice algo claro, hay que tener el coraje de tomar las decisiones, y no nos tiene que temblar la mano.

-Entonces, ¿sí sugiere esa medida?

En tanto la evidencia arroje esa necesidad.

-Cuando la pandemia nos dio un respiro salieron a flote los viejos problemas. ¿Qué siente el alcalde de la ciudad cuando ve el video de un chofer de combi sin brevete, que atropella a una trabajadora municipal, se da a la fuga, pone a mucha gente en riesgo hasta ser capturado?

Como ciudadano, antes que como alcalde, me genera una impotencia. Todavía nos genera mayor desconcierto cuando no se imponen las sanciones del caso a la persona que comete estas faltas.

-Usted ha promovido la penalización de las papeletas. Esa combi debía S/ 163 mil.

Esa fue una propuesta que hicimos al Congreso, pero hemos encontrado que sus intereses corren por una cuerda totalmente separada. El Congreso ha formalizado taxis colectivos, quiere generar algunas normas más para las combis. Lo que queremos propiciar es que esto sirva para tener un verdadero sistema integrado de transporte y un respeto a las autoridades.

-¿Cómo califica la función de María Jara a la cabeza de la Autoridad de Transporte Urbano?

Creo que no hemos conseguido mayores cambios todavía, y hablo en plural porque tenemos, como sociedad, que buscar que estas cosas que deben dar. Nos corresponde a todos. Además la municipalidad tiene tres directores dentro de la ATU, pero muchas de las cosas que están proponiendo parece que cayeran en un campo que no es necesariamente fértil. No hay una fiscalización verdadera, y no hay una fiscalización de la carga de pasajeros.

-Ha anunciado la extensión del Metropolitano en más de 10 kilómetros, hasta Carabayllo. ¿Qué tan posible es que se interrumpan las obras? ¿Hay riesgos en los contratos si es que, por ejemplo, no se sabe cuál será la demanda real de pasajeros?

Siempre hay factores que se pueden cruzar en una planificación. El contrato ya se firmó, ha tomado mucho esfuerzo, mucho tiempo. Hemos tenido una serie de interferencias en el camino. A otras administraciones municipales les correspondía hacerlo. El no haber concluido ese tramo de 10,2 kilómetros trajo como consecuencia una serie de arbitrajes, y todos los perdió la municipalidad. En febrero tendremos el inicio físico de las primeras acciones, la puesta del campamentos. Los gestos son muy importantes, y en la política más. Quiero que esto se pueda dar de una vez.

-Hay funciones que ustedes no tienen. La seguridad, el transporte. ¿Cómo se le explica al ciudadano limeño que la municipalidad está atada de manos?

-Creo que hay que explicarle con las acciones. Cuando uno entra sabe que no siempre va a ser reconocido por todos. Lo que tiene que preocupar es el cumplimiento de la planificación, las metas y los objetivos. hay que hacer la docencia con acciones que respondan a una serie de demandas o pedidos de los ciudadanos.

-Ha hablado de demandas y pedidos, también de gestos. Se va a cumplir un año de la deflagración que causó un incendio en Villa El Salvador, con más de 30 fallecidos. Se le criticó mucho que fuera al sitio del desastre más de 12 horas después.

Todos los días son un aprendizaje. La información que recibí en esos momentos no era quizá la información que podía tener al final. Lo he tomado como una autocrítica, en el momento inicial la consideración fue que no había una necesidad de estar ahí. En todos los actos en los que hay una necesidad de que el alcalde esté, yo he estado.

-Usted ha presentado la propuesta de una Alcaldía Mayor, para una mejor distribución de la administración de la ciudad. ¿Se han vuelto a reunir los alcaldes de Lima para hablar del tema?

Hay muchos intereses en contra de que esto cambie. Muchos alcaldes, como congresistas, lo que quieren es el statu quo. Pero tenemos que pensar en el bienestar del ciudadano.

-¿Los ha vuelto a convocar?

Últimamente no.

-Usted se alejó de Acción Popular cuando Merino asumió la presidencia por pocos días, en medio de la crisis. ¿Esa decisión se mantiene?

Había que expresar un desacuerdo con la forma como se estaban conduciendo las cosas en el partido, y eso fue lo que hice. Se mantiene porque no se ha respetado lo que siempre quise hacer, no se dio un espacio para hacer vida partidaria, y por los sucesos que terminaron con la salida del presidente Manuel Merino.

-Se lo pregunto porque hace exactamente un año aparecía en aquella foto junto con Raúl Diez Canseco, Víctor Andrés García Belaúnde y Alfredo Barnechea, cuando Acción Popular tuvo su mayor victoria en muchos años. ¿Extraña la vida partidaria?

Extraño hacer algo que sea un proyecto sólido de construcción de institucionalidad.

-¿Qué planes tiene usted desde enero del 2023 en adelante? ¿Pretende continuar en la política?

Es muy difícil poder hacer una predicción.

-En marzo del 2019, le entregó a Luis Bedoya Reyes la medalla Ciudad de Lima. En su discurso, paternalmente, él le dijo: “Usted no sabe lo que le espera, hijo”. Está a la mitad de su gestión. ¿Ya entendió lo que le esperaba?

Lo que espero es poder trabajar y cumplir los planes que tenemos. Siempre supe que Lima era una ciudad compleja. Nos habíamos preparado y tenemos una misión, espero poderla cumplir.

-¿Qué es lo más complejo?

Las diferencias que existen. Vamos a celebrar los 486 años de fundación española con muchas culturas, pero una sola Lima, y con demasiadas diferencias socioeconómicas que hacen mucho más compleja la vida de la ciudad.

-Es probable que vivamos otra vez esa sensación de inquietud, de restricciones, de lucha contra la pandemia pero con un contexto de trabajo informal, de contagios, detenciones, colas largas. En fin, la película ya la hemos visto. ¿Qué medidas inmediatas se van a tomar apenas suceda esto?

Tenemos que haber aprendido de esa película. Es muy claro que hay gente que necesita salir, el Perú no es Suiza, no es Dinamarca. Tenemos que ver y sacar esto a la peruana, leyendo la realidad. Eso es lo más complejo que hay.

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