El Comercio tuvo acceso a parte de la declaración policial de José María Málaga Morla, de 20 años, asesino confeso de Emily Monja Pacheco (27), una estudiante de Derecho de la Universidad César Vallejo y madre soltera.
El crimen ocurrió el último jueves en el piso 17 de un edificio ubicado en la avenida Manuel Olguín, en el distrito de Surco. Málaga conoció a Monja Pacheco en la Calle de las Pizzas, en Miraflores, esa misma madrugada.
Él había ido a ese lugar junto al colombiano Carlos Arturo Ricardo Donado, de 39 años. Cerca de las 2 a.m., los tres se fueron al edificio de Surco, donde vive el extranjero y en el que Málaga Morla trabajaba como conserje.
Una vez dentro del departamento, de acuerdo a la declaración, Málaga intentó abusar de ella en la sala, mientras el colombiano estaba dentro de su habitación. Ella opuso resistencia, pero la fuerza del vigilante terminó venciéndola.
“Ella me agredió, se puso histérica, perdí el control. La cogí del cuello, la tiré al sofá. Me pidió por su vida, pero yo me sentí tan extasiado, o sea un placer interno que no podía detenerme y le realicé dos llaves, una estrangulación con los dos pulgares de mi mano y terminé asfixiándola colocando mi antebrazo de forma estratégica en su carótida, en su lado izquierda. Ella trataba de gritar, pero yo no se lo permití por la fuerza que aplicaba en su cuello. Así la apreté de dos a cinco minutos”, confesó el conserje.
El Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de Surco lo puso a disposición del Ministerio Público. Será procesado por el delito de feminicidio.
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