Abby Ardiles

Elizabeth se levanta todos los días a las 3:30 a.m. para iniciar sus labores como cobradora de una línea de transporte público que cubre la ruta Puente Piedra-Villa El Salvador. Es madre de tres, también el único sustento en casa. En la actualidad, ha dejado de trabajar por temor a ser la siguiente víctima mortal a manos de los extorsionadores que acechan la línea de transporte en la presta sus servicios. No sabe cómo llegará a casa ni con qué dinero sustentará la canasta familiar del día, pero ha salido a marchar para exigir seguridad. “Tengo 52 años, más de 20 trabajando como cobradora y nunca había visto esto -el cobro de cupos-. Yo soy bien guerrera, esto no debería estar pasando”, dijo. Para que los buses de la empresa donde trabaja puedan retomar su circulación sin problemas, los extorsionadores exigen S/10 diarios a los conductores y S/20.000 por mes a la compañía.

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