Los recientes asaltos en Miraflores y San Isidro a ciudadanos nacionales y extranjeros que portaban relojes de alta gama han sido perpetrados por bandas criminales cuyos integrantes operan entre el aeropuerto internacional Jorge Chávez y la ruta que desde ahí conduce a ambos distritos residenciales.
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Esta es una de las conclusiones a las que han llegado la División de Investigación de Robos (Divinrob) de la Policía Nacional, y la Gerencia de Seguridad Ciudadana de Miraflores. Según las investigaciones, se trata de mafias conformadas en su mayoría por ciudadanos venezolanos que se mimetizan entre los pasajeros que llegan al terminal aéreo.
Allí identifican a quiénes asaltarán por las marcas y modelos de los relojes que usan. Luego los siguen de cerca en motos lineales hacia los hoteles adonde se dirigen, generalmente ubicados en Miraflores y San Isidro.
El coronel PNP Carlos Céspedes, jefe de la Divinrob, informó a El Comercio que los asaltantes esperan hasta que sus víctimas lleguen a las puertas o lobbies de los hoteles para iniciar el ataque. “En ese momento la persona se siente más tranquila o está distraída en recoger sus paquetes”, indicó.
Por su parte, el gerente de Seguridad Ciudadana de Miraflores, Abdul Miranda, refirió que estos grupos criminales se caracterizan además por la extrema ferocidad para concretar sus robos y el nulo respeto a la vida de sus víctimas.
Fuentes de la Policía Nacional indicaron que los agentes de la comisaría del aeropuerto están trabajando para identificar a los ‘marcas’ que operan en la terminal aérea.
—Robos violentos—
Esas características tuvo el asalto a una pareja que había llegado del extranjero y se disponía a entrar a su domicilio, situado en la avenida Roca y Boloña, en Miraflores, la madrugada del último domingo. Los esposos José Olivares Canchari y Karina Seminario Hurtado fueron baleados por dos delincuentes que llegaron en moto. Al vigilante del edificio, Lulio Arce, quien intentó impedir el robo, le dispararon en el abdomen.
En agosto, delincuentes venezolanos asaltaron a un ciudadano mexicano y a uno austríaco también cuando llegaban a sus hoteles, en Miraflores y San Isidro respectivamente. Este último fue baleado. Además, una gavilla de extranjeros robó relojes y laptops a dos turistas que iban en un taxi por la Bajada Balta.
“Todos los asaltos en que estuvo implicado un venezolano fueron perpetrados con armas de fuego”, comentó Abdul Miranda. 
Los relojes robados en Lima serían enviados a un mercado negro en Bogotá, Colombia. Estos artículos valen hasta US$20.000.