El modus operandi de esta banda delincuencial era aprovechar que algunas personas no registraban la defunción de sus familiares ante Reniec para ‘revivirlas’ con la firma de un médico legista identificado como Edgar Eduardo Poma Condori. (Foto: Cuarto Poder)
El modus operandi de esta banda delincuencial era aprovechar que algunas personas no registraban la defunción de sus familiares ante Reniec para ‘revivirlas’ con la firma de un médico legista identificado como Edgar Eduardo Poma Condori. (Foto: Cuarto Poder)
Redacción EC

Una organización criminal se dedicó a ‘resucitar’ a personas muertas en para luego adquirir a su nombre un seguro previsional y finalmente volver a ‘matarlas’ durante la pandemia del COVID-19, a fin de que sus supuestos familiares obtengan miles de soles.

El programa “Cuarto Poder” indicó que el modus operandi de esta banda delincuencial era aprovechar que algunas personas no registraban la defunción de sus familiares ante Reniec para ‘revivirlas’ con la firma de un médico legista identificado como Edgar Eduardo Poma Condori.

En el reportaje se señaló que dicho médico certificó la muerte decenas de personas cuando trabajaba en el Instituto de Medicina Legal de Madre de Dios, pero luego volvió a registrarlas como supuestamente ‘vivas’ durante los últimos años, a fin de que los otros miembros de la red criminal le crearan hijos y esposa, con el único propósito de que ellos recibieran el dinero del seguro.

Todo el caso fue descubierto por la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg) y el monto de la estafa superó los 28 millones de soles. También se estableció que la banda delincuencial aprovechó la coyuntura de la pandemia del COVID-19 para registrar, con la firma del médico Poma Condori, las supuestas ‘muertes’ a consecuencia de neumonía.

Tomaban la identidad de ese señor fallecido hace muchos años y durante la pandemia contrataban un seguro. Luego de contratar el seguro a nombre de ese fallecido, que para ellos estaba vivo, le creaban un hijo o dos hijos y una madre de los hijos y luego ‘mataban’ al fallecido para que esa ‘madre’ y esos ‘hijos’ cobraran ilegalmente un seguro”, afirmó Carmen Velarde, jefa del Reniec.

Se les hizo la necropsia de ley, pero nadie inscribió la defunción de estas personas. Ellos (los delincuentes) revisando la base de datos que tienen en el Instituto de Medicina Legal también comienzan a ver que las personas que ellos tienen están inscritas o no como fallecidas en el Reniec”, agregó la funcionaria.

En el informe periodístico se remarcó que los peritos de Reniec determinaron que sí era la firma de Poma Condori la que aparece en los documentos que certificaba la primera muerte y la ‘segunda muerte’ de las personas usadas por la mafia.

Lo que más llama la atención es que Edgar Poma sigue trabajando en el Instituto de Medicina Legal de la ciudad de Locumba, en Tacna, pese a que ha sido denunciado por Reniec. Él asegura que ha firmado muchos documentos y dejó entrever que podrían haber utilizado su nombre, ya que, según dijo, eran pocos médicos los que trabajaban en Madre de Dios.

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