Neil laboraba en el Centro de Salud Fraternidad de Pucallpa, el mismo que abrió con ayuda de su familia. Desde allí buscaba extender su ayuda a la población más vulnerable de la ciudad. (Foto: cortesía)
Neil laboraba en el Centro de Salud Fraternidad de Pucallpa, el mismo que abrió con ayuda de su familia. Desde allí buscaba extender su ayuda a la población más vulnerable de la ciudad. (Foto: cortesía)
Hernán Medrano Marin

Neil Quispe Alarcón, de 33 años, falleció el 11 de mayo en Pucallpa (Ucayali). Llegó a esa ciudad el año pasado después de colegiarse y listo para hacer el Servicio Rural y Urbano Marginal en Salud (Serums). Su sueño era tener una gran clínica y atender allí a las personas más vulnerables de Pucallpa.

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Desde hace casi un año, Neil laboraba en el Centro de Salud Fraternidad de Pucallpa. Cuando se inició el estado de emergencia por la pandemia decidió velar por la salud de sus compañeros y vecinos contagiados con el nuevo . Lo más probable es que contrajera la enfermedad en esas largas jornada de trabajo. Y es que, quienes lo conocieron, dicen que ante cualquier adversidad siempre demostraba su vocación de servicio y sus ganas de ayudar a los demás. Nadie le podía convencer de lo contrario.

Nació en Andahuaylas (Apurímac) en 1986. Fue el último de siete hermanos, todos ellos profesionales. El mayor y el penúltimo también son médicos, mientras que el quinto es químico farmacéutico. Su madre fue técnica en nutrición y su padre profesor. Ambos ya están jubilados. Desde pequeño se preocupaba mucho por el bienestar de su familia, quizá por ello, dicen sus hermanos, no les dio dolores de cabeza a su padres. En el colegio era un alumno aplicado y responsable. “De todos nosotros, él era el más atento, quien se preocupaba más por todos y mostraba más amor”, recuerda Jool, el hermano con quien más tiempo compartió desde la niñez. Lo echa de menos, aunque lo siente más cerca que nunca.

En esta imagen aparecen los seis hermanos y los padres de Neil. En esta bonita familia, Neil es el tercero de la derecha. (Foto: cortesía)
En esta imagen aparecen los seis hermanos y los padres de Neil. En esta bonita familia, Neil es el tercero de la derecha. (Foto: cortesía)

Durante su etapa escolar descubrió su gusto por distintas ramas, como la mecánica, informática y la escritura. Jool comenta que incluso ganó un concurso organizado por Concytec en Andahuaylas, y que cuando llegaba a casa tras un día repleto de números, despejaba su mente escribiendo poemas. Todo le llamaba la atención, como si quisiera saberlo todo.

Sin embargo, tras culminar el colegio, ya tenía decidido lo que iba a estudiar. Siguiendo los pasos de sus otros dos hermanos médicos se fue a Pucallpa para postular a la Universidad Nacional de Ucayali. Logró ingresar a Enfermería y luego, por concurso interno, a Medicina. Ya en las aulas universitarias se interesó por la política, lo que lo llevó a formar parte de la Asamblea Universitaria, del Consejo de Facultad y, tras un tiempo, del Consejo Universitario.

Precisamente por discrepancias políticas dentro de la universidad, precisa Jool, es que su hermano opta por viajar a Bolivia para continuar sus estudios en la Universidad Privada Abierta Latinoamericana. Tras terminar la carrera en ese país regresa al Perú en el 2018, e inicia los trámites para que le convaliden su título. Algo que finalmente consigue. No contento con eso, Neil rindió un examen nacional de medicina para colegiarse.

Aquí en Perú si no tienes colegiatura no trabajas. Neil dio el examen, aprobó, se colegió y empezó a hacer el Serums el año pasado en la ciudad de Pucallpa”, cuenta Jool.

Tras culminar su carrera en Bolivia y regresar al Perú, Neil convalidó su título e inmediatamente dio su examen para colegiarse. Aquí una postal de ese día junto a sus orgullosos padres. (Foto: cortesía)
Tras culminar su carrera en Bolivia y regresar al Perú, Neil convalidó su título e inmediatamente dio su examen para colegiarse. Aquí una postal de ese día junto a sus orgullosos padres. (Foto: cortesía)

Sin embargo, Neil no descansaba en sus objetivos y se proponía seguir creciendo profesionalmente. Todos los fines de semana viajaba a Lima para llevar una maestría en Salud Pública en la Universidad Alas Peruanas. Tras culminar sus estudios solo le faltaba sustentar su tesis de posgrado.

En el ámbito laboral poco a poco le empezaba a ir mejor. El año pasado logró comprar algunas hectáreas de terreno. Había decidido quedarse a vivir en Pucallpa. Para Navidad, sus padres y Jool lo visitaron, y no desaprovechó la oportunidad para enseñarles el lugar donde pensaba construir una casa grande, con piscina y algunos animales.

Uno de sus sueños era construir una gran casa en Pucallpa, pues ya había decidido quedarse a vivir allí. Incluso, ya había dispuesto el inicio de obras en parte del terreno que adquirió. (Foto: cortesía)
Uno de sus sueños era construir una gran casa en Pucallpa, pues ya había decidido quedarse a vivir allí. Incluso, ya había dispuesto el inicio de obras en parte del terreno que adquirió. (Foto: cortesía)

También decidió poner un pequeño centro médico en Pucallpa, en casa de uno sus hermanos, quien también vivía en esa ciudad. Para esto tuvo que remodelar todo el primer piso. “Como era el menor nunca le negamos nada, siempre lo apoyamos en todo lo que se pudo”, dice Jool.

Neil siempre quiso llevar su atención al máximo posible de personas. Es por eso que decidió poner un pequeño centro médico en Pucallpa, en casa de uno sus hermanos. Para eso tuvo que remodelar todo el primer piso de la propiedad. (Foto: cortesía)
Neil siempre quiso llevar su atención al máximo posible de personas. Es por eso que decidió poner un pequeño centro médico en Pucallpa, en casa de uno sus hermanos. Para eso tuvo que remodelar todo el primer piso de la propiedad. (Foto: cortesía)

Su entusiasmo por seguir haciendo cosas, así como su vocación de servicio y ayuda en el Centro de Salud Fraternidad de Pucallpa nunca se vio diezmada. Ni siquiera cuando los medios de comunicación dieron cuenta de las primeras muertes por COVID-19 en el Perú. Su mamá, Mery Quispe Saldívar, le pedía que ya no trabaje, que por la pandemia se fuera a vivir con ella y su padre. Pero no quiso. Le decía que sus compañeros y pacientes lo necesitaban. Apoyaba también haciendo algunos turnos en el hospital de Essalud de la ciudad debido a la falta de médicos, hasta que ocurrió lo que su familia tanto temía: enfermó en los primeros días de mayo.

Comenzó a sentir un leve malestar, por lo que dejó de ir a su trabajo. Jool le recomendó buscar atención médica inmediata, pues comenzó a hacer fiebre mañana, tarde y noche. Es entonces que Neil decide ir al Hospital II de Essalud de Pucallpa.

Estuvo en silla de ruedas toda la noche y al día siguiente lo mandaron a hospitalización. Incluso, luego de tres días recién le hicieron el examen para ver la situación de oxígeno en su cuerpo y se dan cuenta de que está mal. Es entonces que deciden pasarlo a UCI”, precisa Jool.

El recuerdo de Neil siempre vivirá en los corazones de su familia, amigos y de todo aquel que lo llegó a conocer. Su gran vocación de servicio dejará una alta valla para sus compañeros y colegas que aún permanecen en la primera línea en la lucha contra el coronavirus. (Foto: cortesía)
El recuerdo de Neil siempre vivirá en los corazones de su familia, amigos y de todo aquel que lo llegó a conocer. Su gran vocación de servicio dejará una alta valla para sus compañeros y colegas que aún permanecen en la primera línea en la lucha contra el coronavirus. (Foto: cortesía)

Neil falleció de un paro cardíaco producto de la falta de oxígeno en sus pulmones. Debido a su estado los médicos no pudieron intubarlo. La familia está convencida de que de haber sido atendido adecuadamente desde un primer momento Neil estaría aún con vida, o al menos hubiera tenido una mayor probabilidad de vencer al coronavirus. Acusan una negligencia de parte del personal que lo atendió.

Días antes de su muerte, Neil le contaba a su hermano sobre su preocupación en torno al aumento de casos de COVID-19 en Pucallpa. Ya en silla de ruedas, con los síntomas del mal cada vez más intensos, solo pensaba en sus pacientes que aguardaban por él. Se fue con el anhelo de volverlos a ver y acariciando el sueño de construir una clínica para los más vulnerables.

Con esta historia, El Comercio inicia la publicación de los obituarios de las personas que han fallecido durante la pandemia. Esperamos que nuestros lectores nos envíen las historias y fotografías de sus seres queridos al e-mail: desdelaredaccion@comercio.com.pe

El Comercio mantendrá con acceso libre todo su contenido esencial sobre el coronavirus.


¿Qué es un coronavirus?

Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden llegar a causar infecciones que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, que se pueden contagiar de animales a personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios, el SRAS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano, mientras que el MERS-CoV pasó del dromedario a la gente. El último caso de coronavirus que se conoce es el COVID-19.

En resumen, un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano y debe su nombre al aspecto que presenta, ya que es muy parecido a una corona o un halo.

¿Qué es el COVID-19?

El COVID-19 es la enfermedad infecciosa que fue descubierta en Wuhan (China) en diciembre de 2019, a raíz del brote del virus que empezó a acabar con la vida de gran cantidad de personas.

El Comité Internacional de Taxonomía de Virus designó el nombre de este nuevo coronavirus como SARS-CoV-2.

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