Merly Morello es una sobreviviente de algunas de las peores caras del Internet: acoso, bullying e hipersexualización. La actriz peruana que alcanzó la popularidad con 13 años en la serie “De Vuelta al Barrio”, dejó atrás la ingenuidad de sus primeros abriles en el medio artístico, y tras cumplir la mayoría de edad, se dio un descanso de las redes sociales y la pantalla chica.
Recibiéndonos con la voz agotada, ropa holgada y una gran sonrisa, El Comercio se encontró con ella en los estudios de grabación de la película animada “Una Aventura Gigante”. En este último proyecto, Morello brinda su voz al personaje de Sophia, una joven que, junto a su grupo de amigos, viaja por la Líneas de Nazca y encuentra gigantescas criaturas inspiradas en la mitología local.
“Me gusta la historia de mi personaje. La chica se queda sin su mamá arqueóloga a los 8 años porque se muere en un accidente en las Líneas [de Nazca]. Por eso, se vuelve una chica súper dura y aparece este chico [Sebastián] a volverla loca y termina siendo un poco más dulce”, comenta la actriz a este diario.
Ella se confiesa emocionada por su pronto debut en los cines con el estreno de la cinta, y pide a sus seguidores ser amables con su trabajo: “Estoy muy feliz, es mi primera película así que, por favor, no me den con tanto palo, porque el doblaje no es fácil. No se la pierdan y vayan a verla este 12 de enero”.
Sebastián es un vivaz chico de 8 años que llega a Ica junto a su madre, una reconocida arqueóloga que ha sido encargada con la investigación de unas nuevas líneas descubiertas en el desierto de Nazca. Allí conoce a Sophia, una muchacha de 14 años con quien se verá envuelto dentro de una tormenta que los llevará a través de un misterioso portal, por el que llegarán a un inimaginable mundo de criaturas tan misteriosas como peligrosas.
— ¿Cuál fue tu proceso para encontrar la voz adecuada para Sophia?
Me pidieron que intentara hacer una voz bien similar a la mía, vieron nuestras caras y pensaron que, fácil, la voz puede funcionar. Más que nada, mi trabajo es poner la intención [del personaje]. Ahora suena distinto porque estamos volviendo a grabar todo, el tráiler era solo el casting del personaje. Entonces, claramente no estaba pulido ni nada por el estilo. Actualmente está mejor.
— ¿Y te gustó el resultado que escuchamos en el avance?
Podría haber sonado mucho mejor, ¿Pero sabes? Tenía 15 años, está bien. Nunca había hecho doblaje, no había tomado clases, pero dentro de todo, cuando actúas te ayuda un poco con la interpretación. Actualmente tengo técnica, así que quizás no vaya a ser muy sorprenderte, pero creo que estoy haciendo un buen trabajo.
— Luego del éxito que significó para ti “De Vuelta al Barrio”, ¿extrañas las pantallas?
Estuve en producciones nacionales y grabé dos películas entre el año pasado y este año. En producciones peruanas, participé en la obra de teatro “Toc Toc” por tres meses. Y ya hablando de televisión, no me cierro a nada. Aunque ahora me estoy dando un respiro de pantallas, cinco años expuesta en un medio tan duro como es la televisión, hizo que necesitara un poco de descanso. Además, la TV no es flexible con los horarios y este año quería viajar, y conocerme un poco más, porque siento que me he perdido un poco. No tenía tiempo para saber cómo me sentía, ni siquiera para ir al psicólogo o al psiquiatra y ahora estoy haciendo todas estas cosas que durante cinco años no pude hacer, ya que, entre el colegio y las grabaciones, me quedaba sin vida. Si en algún momento regreso, chévere, pero no está en mis primeros planes. Quién sabe si aparece un proyecto que lea y diga “Guau, ¡qué chévere este personaje!”, y ahí sí.
— Empezaste en la televisión desde muy joven, a los 13 años. ¿Cómo lograste conjugar tu tiempo entre el disfrute de tu adolescencia y el trabajo?
De hecho, soy de las que más tarde ha empezado en mi generación. Pero igual era chiquita. Entonces, claramente pasar por la adolescencia con tanta exposición pública fue bien difícil, no te voy a mentir. Empezaron inseguridades con cosas de las que yo me sentía bien, pero todo el mundo me decía que estaba mal. Fue duro, sin embargo, tuve un acompañamiento muy bueno, tenía a mi terapista psicológica y a mi mamá, que realmente es una persona maravillosa y creo que no hubiera podido hacer esto sin ella. También tengo un grupo de amigos hermoso fuera de pantallas. A veces piensan que solo me relaciono con gente de la televisión, y no es cierto. Tengo mis amigos fuera del medio, y si no los muestro es porque no le gusta, pero que me han ayudado muchísimo en esos momentos en los que no he sabido qué hacer con mi vida.
— Me recuerda que hace poco hemos pasado por el Día de la Salud Mental, ¿cómo te ha ayudado a ti la terapia en tu camino por mejorar tu salud mental?
Sí, justo fue 10 de octubre, fue muy lindo. Hablé con mi psiquiatra ese día le escribí, porque me sorprendí el camino que hemos pasado juntas. Y en general, creo que es difícil ser adolescente en esta sociedad y saber que está tan mal visto cuidarse la salud mental o tomar pastillas recetadas. Por ejemplo, yo tomo pastillas, mi psiquiatra me han recetado dos. Y a veces, la gente no entiende para qué sirven y tienen un tabú con ellas porque no entienden que la salud mental es igual de importante que la salud física. Cuando te recetan pastillas es porque hay un desequilibrio químico en el cerebro, no solamente porque tengas algún trauma o algo así, tiene que haber una razón clínica para tomarlas. Este tema es súper importante, en mis redes hablo muchísimo acerca de la salud mental y comparto contenido de gente que conoce del tema. Porque yo puedo dar mi punto de vista, pero entiendo que no soy profesional en el tema. Puedo dar mi experiencia, sin embargo, igual comparto un montón de información de psicólogos, psiquiatras y terapistas en mis Historias.
— Tú lo debes saber mejor que nadie, ya que hace poco revelaste que padeces de una enfermedad física, la tendinitis crónica. Y mentalmente, ¿cuentas con un diagnóstico?
Sí, soy una persona con neurodivergencia. Tengo un par de cositas por ahí, que aún las estoy procesando porque me las diagnosticaron hace no mucho tiempo, entonces empecé mi tratamiento de pastillas y todo el tema. Pero estoy bien, por favor, solo que a veces hay que cuidarse un poquito más.
— Por otro lado, tuviste un largo periodo donde, siendo menor de edad, te sexualizaron e insultaron incansablemente por redes sociales. Ahora, siendo mayor de edad, ¿cómo analizas la situación en retrospectiva?
Volvería a hacerlo una y otra vez. Siempre me han dicho: “Ay, te quejaste por las puras, a todo el mundo le pasa eso”. Pero no significa que, porque todo el mundo le pasa, yo deba permitir que a mí me pase. Sé que, gracias a mí, varias chicas han podido alzar la voz y he ayudado a un montón de personas en mis redes, estoy muy feliz por eso. La gente culpa mucho a las víctimas y a veces, hay que hacerlas entender que no tenían que pasar por eso y que está bien que hablen. Actualmente estoy más tranquila, ya no me afecta tanto. Porque sí, obviamente me afectaba, era muy joven, no estaba tan fuerte como lo estoy ahora mentalmente; pero eso no quita que igual sea desagradable o incómodo te hagan pasar por malos ratos. Ya no me pasa tan seguido, porque he empezado a repeler a los chicos, y realmente estoy muy feliz con eso.
"Sobre ser bisexual, lo supe desde muy pequeña, pero recién lo acepté de grande, internamente sabía que toda la vida me han gustado también las chicas y ya era momento de aceptarlo".
Merly Morello .
— ¿Cómo ha cambiado tu público dentro ahora que incursionas más en TikTok?
Dentro de todo, creo que ha cambiado un montón. Creo que me han empezado a dejar de seguir muchas personas que se sentían ofendidas y atacadas con mis comentarios. Me decían “cristalito”, y aunque al inicio me molestaba, ahora es como: “Dime lo que quieras, yo no me voy a romper. Quien se está rompiendo la cabeza eres tú por las cosas que digo”. Entonces es bien divertido.
— De hecho, usas la plataforma de TikTok como un medio personal, pero también es un trabajo. ¿Cómo equilibras eso?
TikTok no era un trabajo, pero últimamente sí; aunque Instagram es realmente mi fuente de chamba. La gente cree que soy súper activa en TikTok dicen que soy tiktoker, pero subo como un video al mes. No entiendo muy bien por qué me relacionan tanto, pero lo acepto. En Instagram trabajo muchísimo y realmente son jornadas bien largas, de hasta 18 horas. Es un poco desgastante, porque dentro de todo no soy muy fan de la publicidad, pero he encontrado cómo hacerlo para sentirme más cómoda, y es eligiendo marcas con las cuales me sienta lo más identificada posible y que use, para no mentir. Porque antes mentía un montón, pero ahora no me gusta.
— Ha pasado 4 años desde te declaraste bisexual públicamente, pero la controversia sobre tu preferencia sexual ha sido muy reciente. ¿Cómo ha sido ese proceso?
Horrible. La gente todavía tiene muchos tabús respecto a la sexualidad humana. Sobre ser bisexual, lo supe desde muy pequeña, pero recién lo acepté de grande, internamente sabía que toda la vida me han gustado también las chicas y ya era momento de aceptarlo. Nunca se le tuve que decir a mi mamá o salir del clóset con nadie de mi círculo, todo el mundo ya lo sabía. Mi mamá dijo que soy un poco obvia. Pero cuando decidí hacerlo en redes, y subí un post en la Marcha del Orgullo, la gente todavía no lo tomaba muy en serio, hasta que cumplí 18 años y se volvió viral eso. Me pregunté por qué era tan relevante el hecho de que sea bisexual o no, fue mi primer choque con la realidad. Después vinieron los comentarios de “estas confundida”, “marimacha” y no sé cuántas cosas más, que ya eran hasta desagradables. Pero empezar a hacer un poquito activismo no estuvo de más. La exposición dentro de todo me ayudó a darle otro enfoque para informar un poco al respecto.
— He visto que ahora evitar responder las críticas y has optado por alejarte un poco de las redes.
Estoy intentando alejarme. Creo que he terminado muy herida con las redes. Sé que suena como si me quejara, pero en realidad no, porque dentro de todo, son parte de mi vida y actualmente agradezco un montón a la gente que me sigue. Pero sí creo que es sano empezar a alejarme. Este año, la gente que hizo “boom” en redes, se despistaron muchísimo y ahora todo es Instagram o TikTok, grabar trends o videos en fiestas. Me empecé a dar cuenta que esa no era la clase de vida que yo quería llevar, quería ser una persona que usara las redes sociales, no quería que las redes sociales me usaran a mí. Y eso es lo que he empezado a hacer, estar con paz, con calma, tranquila. Ya no leo tanto tampoco [comentarios sobre sí misma], o sea, si lo hago, pero tengo un filtro de palabras alucinante hace años, y cada vez crece más. Yo tengo filtrados más que nada, las de índole sexual, porque es muy eso es muy feo, eso me ha prohibido también a mí misma leer tantas cosas.