“Con mis hijos no te metas”, le dirían seguramente un grupo de padres de familia a Patrick Ness si fuera peruano. Porque el autor escribe novelas para adolescentes y es abiertamente homosexual. Pero en Estados Unidos –donde nació– y en Inglaterra –donde vive– sus libros arrasan con las ventas y con los elogios de la crítica especializada. Ness es uno de los más talentosos representantes de la llamada “young adult fiction”, una literatura para jóvenes de entre 12 y 18 años, que no por ese rasgo renuncia a la inteligencia narrativa ni a la profundidad emocional en sus historias. Como cualquier autor que se respete, Ness nunca subestima a sus lectores.
“Un monstruo viene a verme” (“A Monster Calls”, 2011) fue un suceso extraordinario desde su lanzamiento al contar la historia de un niño que se refugia en la compañía de un árbol antropomórfico –figura entre amenazante y protectora–, mientras se ve agobiado por la lejanía de su padre, los abusos escolares y, sobre todo, el cáncer que va desvaneciendo a su madre. Ficción fantástica arropada por miedos infantiles oscuros y muy reales.
SALTO A LA PANTALLA
La adaptación al cine del libro, que se estrena mañana en el Perú, ha caído en manos del director español Juan Antonio Bayona, quien se convirtiera en una figura prometedora con la cinta de terror “El orfanato” y luego diera el salto a Hollywood con “Lo imposible”, filme de devastación sobre el tsunami en Indonesia del 2004.
En esta oportunidad, Bayona trabajó el guion en compañía del propio Ness. “El guion es bastante similar al libro, aunque sí hay algunas diferencias importantes, detalles que tenían que ser cambiados –cuenta el escritor por teléfono desde Londres–. Lo que hice fue pensar la historia como un remake”.
En el papel de la madre enferma está Felicity Jones, el de la abuela autoritaria corre por cuenta de Sigourney Weaver y la voz del monstruo es de Liam Neeson. Pero la actuación más resaltante, según los entendidos, es la del escocés Lewis MacDougall, quien con 13 años prácticamente hace su debut en la pantalla con un rol complejo, lleno de matices psicológicos y bríos afectivos. Esa construcción del personaje se nutre directamente de la obra escrita y, con acierto, se pone por encima de la pirotecnia audiovisual que también requiere la historia.
“Nunca tuve una experiencia como la del libro, pero sí fui un niño muy ansioso. Por eso, para mí, no es tanto una historia sobre la pérdida, sino sobre el miedo a la pérdida. Más que autobiográfica, hay una huella emocional”, explica el autor.
EDADES CONVULSAS
¿Cuál es la clave para enganchar a un joven con un libro y una buena historia? “Me parece que lo más importante de un libro para adolescentes radica en hacerles sentir que están escritos para ellos y para nadie más. Cuando ellos tienen la posibilidad de decir ‘esto está hecho para mí, no para un adulto’, se convierte en algo muy poderoso”, dice.
A pesar de ello, el autor reconoce que este tipo de ficciones de nicho –como la saga de Harry Potter o los libros de John Green, para poner solo dos ejemplos– han comenzado a multiplicarse recién en los últimos años. En su etapa infantil no estaba difundida este tipo de literatura y él mismo solía leer libros para adultos. “Y creo que eso también es bueno –afirma–. No veo nada de malo en que un niño o un adolescente lea cosas que luego abandona porque no entiende. Es un proceso de aprendizaje que incluso los adultos practicamos”.
Consultado sobre si su homosexualidad y el público con el que trabaja fue alguna vez un problema (uno de sus libros, “More than this”, es protagonizado por un joven gay de 16 años), Ness asegura que afortunadamente nunca lo fue. “Aquí en el Perú se hacen protestas por una supuesta ideología de género en el plan curricular escolar y se quieren retirar libros”, se le comenta. Su respuesta es clara: “No importa cuántos libros se retiren de los colegios, porque los niños van a seguir hablando de estos temas. Al contrario, lo realmente inmoral es dejarlos enfrentarse solos a estas cuestiones. Es mucho mejor decirles: ‘Esto es real, es parte del mundo, y tú no estás solo, hablemos de ello’”.
Toda la obra de Ness –y la película de Bayona entiende y captura esa esencia– lidia con problemas juveniles con asombrosa empatía. “En el fondo, mis libros tratan sobre la compasión por los jóvenes –reflexiona como cierre el autor–. Y al ser personas que también sufren, que sienten la soledad, mi idea es hacer que los libros estén disponibles para ellos en esos momentos. Eso es lo más importante que puedo hacer”.