Las biografías suelen atraparnos cuando su protagonista tiene muy claro su propósito. Mientras los mortales vivimos de forma inconsciente y errática, estos grandes personajes parecen haber construido su destino. Sin embargo, la periodista Rafaella León nos demuestra que resulta igualmente envolvente la historia de un hombre que ha llegado a donde está sabiendo esperar, pidiendo permiso, optando siempre por un plan B. "Vizcarra. Retrato de un poder en construcción" (Debate), pinta un cercano retrato de nuestro actual presidente, a quien la autora conoció en su propia Moquegua, a poco de terminar las elecciones del 2016. El libro se presenta en la Feria del Libro este 28 de julio.
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Obsesiva en su búsqueda y contraste de fuentes, León fue conociendo al círculo cercano de Vizcarra, sus amistades y sus enemigos. En el proceso, descubrió que aquel flemático y calculador ingeniero, animado a entrar a la política por sus colegas del Colegio de Ingenieros de Moquegua, resultó mucho más interesante de lo que parecía al inicio. En su libro, la periodista de asumido perfil bajo teje una crónica del poder y sus entretelones, hablando desde la incertidumbre y la subjetividad, compartiendo además anécdotas llenas de sentido. Inédito caso en que un libro, el personaje que aborda, y la propia autora parecen construirse al mismo tiempo.
— Vizcarra parece un personaje de novela. Lleno de contrastes y coincidencias que suenan inverosímiles...
Hay algo que los periodistas deberíamos hacer más: humanizar a los políticos. Es la mejor manera de saber qué se proponen. Las facultades de periodismo nos decían antes que nuestro objetivo debía ser escribir con la mayor neutralidad posible. ¿Cómo descubres a un personaje si vas a ser un notario público? ¡No hay manera!
— “¿Para qué me entrevistas si no he hecho nada interesante?”, te dijo Vizcarra en tu primer encuentro con él. ¿Fue falsa modestia?
Vizcarra es un hombre sencillo pero a la vez sabe cuáles son sus virtudes. Me da la impresión de que el poder es algo secundario para él. Su austeridad es real. Puedo sonar ingenua, pero al Vizcarra que he conocido (no sé cómo será mañana), el poder ni le va ni le viene.
— Dices en tu libro que Vizcarra siempre opta por un plan B. ¿Es una forma de imponerse de forma indirecta?
Le gusta seguir su intuición, lo que contradice su accionar de ingeniero. Sigue la fórmula que conoce y que le ha funcionado. Un ingeniero sabe que un proyecto va en fases, que tienes que empezar por el origen. Esas son sus obsesiones.
— Más allá de sus diferencias obvias, tiene paralelismos con Fujimori. Ambos ingenieros, ambos pragmáticos al tomar decisiones...
En el caso de Vizcarra, su pragmatismo tiene algo de obstinación. Si le preguntas a quienes lo conocen cuál es su principal característica, te dirán que es terco como una mula. Pero eso lo compensa con un optimismo también inusual entre los políticos.
— Señalas que observar a un político en sus actitudes cotidianas es clave para revelarlo. ¿Cómo verlas cuando ellos se protegen tanto?
En ningún momento de este trabajo, el presidente me preguntó qué cosas iba a citar ni pidió revisar una grabación. Simplemente me abrió las puertas. Eso ya es una señal de transparencia.
— Una de esas acciones cotidianas tiene que ver con su práctica del frontón. Gran símbolo de la política actual: alguien que sabe golpear un muro del Congreso y responder los pelotazos.
Tuve que recurrir a un expresidente de la Federación de Frontón para que me explique las claves de un deporte que no conozco. Vizcarra es competitivo, arriesgado, radical. No hay una sola cosa del frontón que no encaje con él. Uno va pescando los símbolos: al principio no los crees importantes, pero luego adquieren sentido.
— ¿Crees que, como le acusan incluso miembros de su propio partido, Vizcarra traicionó a Kuczynski al sucederlo?
A lo largo de todo este trabajo, no he podido dar con una sola fuente que me dé indicios concretos de traición. Yo pienso en palabras como "oportunidad" o "intuición". Traición hubiera sido, por ejemplo, que se pusiera a preparar su Gabinete dos meses antes. En este caso, él miraba nomás, esperando que no pasara lo peor. Llegado el momento, tomó una decisión.
— Si vemos este perfil conciliador de Vizcarra, ¿cómo entendemos la coyuntura actual con Tía María o Chinchero, por ejemplo?
Lo mismo me pregunté yo. ¿Dónde están las dotes negociadoras que antes le han funcionado? En el Caso Chinchero, no va a retroceder. Es una deuda consigo mismo. Con Tía María, tengo la impresión de que ha dejado la pelota en la cancha de la empresa y las comunidades. Eso lo hace ver dubitativo y se arriesga al no meterse en el tema. Esa ambivalencia también lo marca.
MÁS INFORMACIÓN
Título: "Vizcarra. Retrato de un poder en construcción".
Autor: Rafaella León
Editorial: Debate
Páginas: 224
Presentación del libro
Lugar: sala Ciro Alegría de la FIL Lima. Parque Próceres de la Independencia, Jesús María.
Día y hora: domingo 28 de julio, 6 p.m.
Participan: Patricia del Río, José Carlos Requena y la autora. Organiza: Penguin Random House.