“Un héroe es alguien que se cree un héroe y acierta. O alguien que tiene el coraje y el instinto de la virtud, y por eso no se equivoca nunca, o por lo menos no se equivoca en el único momento en que importa no equivocarse, y por lo tanto no puede no ser un héroe”. Esta definición, puesta en boca de Roberto Bolaño por Javier Cercas (Ibahernando, 1962) en su extraordinaria novela “Soldados de Salamina” (2000), podría delinear al contradictorio protagonista de “Terra Alta”, el último libro que ha publicado, ganador del Premio Planeta de este año
En realidad, la obra de Cercas constituye una indagación acerca de la verdadera naturaleza de quienes han sido revestidos de un aura heroica por sus semejantes. A veces esta es auténtica, otras fraudulenta, casi siempre una intrincada fusión de ambas. Ahí está el conmovedor Miralles de “Salamina”, el camaleónico Adolfo Suárez de “Anatomía de un instante” (2009) o el embaucador Enric Marco de “El impostor” (2014). En esta oportunidad, el narrador extremeño construye la historia de Melchor Martín, un delincuente juvenil que, tras el espantoso asesinato de su madre, una prostituta callejera, se convierte en investigador de la policía, dispuesto a encontrar a los responsables del crimen. Mientras recoge pistas y entrevista a los testigos, se vuelve repentino adalid justiciero tras desbaratar un brutal atentado islamista en Barcelona. Debido al peligro que corre por su valiente acción, es trasladado a un pequeño poblado catalán, Terra Alta, donde debe averiguar quién es el autor de otro horrible homicidio, el del matrimonio Adell, próspera y venerable pareja cuyos cuerpos destrozados son la única evidencia disponible.
El primer problema del libro –y el más palmario– es que la trama principal, la del crimen de los Adell, resulta muy inferior a la alterna, dedicada a desmenuzar la biografía de Melchor desde su deprimente infancia hasta su transformación en un agente de la ley, pasando por su decisiva estancia en prisión. El talento de Cercas para moldear minuciosamente y animar con solvencia a sus personajes se hace presente en este versátil retrato de un individuo que encuentra en la literatura una ética particular, la de “un hombre que hace el bien a tiros”, como describió Víctor Hugo en “Los miserables”, clásico determinante para la modificación de su existencia. Su aprendizaje y redención son lo mejor de esta novela. En cambio, los avatares del caso de los Adell están lastrados por las fórmulas, lo predecible y una resolución dilatada y alambicada que decepciona al lector acostumbrado a la perspicacia e imaginación de un autor que usualmente conquista sus objetivos sin darles demasiadas vueltas a las cosas.
Sorprende más todavía la prosa tan funcional y repleta de lugares comunes que ha elegido Cercas para urdir este policial. Cierto, él nunca ha sido un autor de elaborado lenguaje o deslumbrantes arabescos, como Juan Goytisolo o Julián Ríos, pero siempre hubo en él un cuidado y un rigor en su relación con la palabra que han cedido a una ligereza desconocida en él. Con todo, “Terra Alta” es bastante mejor que los últimos libros ganadores del Planeta, lo que, siendo sinceros, es decir bien poco.
DATO
2.5/5
Autor: Javier Cercas.
Editorial: Planeta.
Año: 2019.
Páginas: 376.
Relación con el autor: ninguna.