Sus promotores describen la canción como música urbana, pero si se compara con los otros lanzamientos locales, estamos ante algo distinto. Por el ritmo y color de la melodía, por cómo la cantante, Ama Retta (Venezuela, 1994), la interpreta, estamos ante un ritmo que destaca entre entre la multitud de canciones que suenan a lo mismo.
“Nunca me ha gustado que me estén mandando rosas; no joda, mejor un Hamburguesón. Extra cheese con mogollón de patacón”, dice la letra de “Hamburguesón”, tema que habla sobre lo que una mujer desea en una relación, sobre sus expectativas.
“Yo no me considero dentro de un solo género como tal, pero hago música urbana porque es la música que puedes escuchar normalmente en un autobús, que puedes escuchar normalmente en una fiesta en la calle”, nos dice la cantante, hija adoptiva de la ciudad de Huanchaco, Trujillo.
Ama Retta nos dio el encuentro en el lobby de un hotel de Miraflores. Dos cosas resaltan en ella al verla: su pantalón hecho con pasadores de zapatos (lo consiguió en un remate, confiesa orgullosa) y que lleva en las manos el proverbial hamburguesón, lista para las fotos.
“Yo crecí con un trasfondo de hip hop, mi carrera inició en ese mundo, del neo soul hip hop. Entonces como que música urbana puede ser todo lo que estoy haciendo en ese nuevo disco que estoy lanzando”, cuenta. Y sigue contando.
—Lo primero que pienso tras escuchar “Hamburguesón” es que, por supuesto, desafía a los estándares de caballerosidad. ¿Estoy en lo correcto?
Bueno, en el tema no hay nada de caballero por ninguna parte.
—Es que la letra dice que prefieres una hamburguesa a que te regalen otras cosas, por ejemplo.
Bueno, eso es una respuesta postraumática de una mujer que se ha acostumbrado a no recibir eso, y llega un momento que dice ‘¿sabes qué? prefiero que me des una hamburguesa’, pero a mí me gustan esos detalles. Solo que, obviamente, no todas las personas van a tener ese tipo de sensibilidades a la hora de demostrar su cariño. Hoy día es muy difícil también conseguir a un hombre que pueda tener ese nivel de detalle. Yo soy muy detallista. Yo no estoy esperando cosas. Muy pocas personas me han dado flores en mi vida, entonces es una manera satírica también de decir ‘ya pues, así es’.
—¿Y la canción cómo surgió?
Surgió después que me separé del papá de mi hija. Obviamente, todo lo que dice la canción es real, completamente real. Pero como que en este segundo disco que estoy sacando hubo la iniciativa de ser más sincera también en mis procesos creativos, porque en el anterior hablaba como de un bienestar más global. Soy una mujer migrante, he pasado por cosas, me gusta empoderar también a mis paisanos a que sigan trabajando, a que sigan teniendo una buena actitud todos los días. Pero esta vez se trata de mí. Y “Hamburguesón” un surgió de eso, de ser honesta y de disfrutarlo. [Cuando terminé con el papá de mi hija] fue una historia bastante fuerte porque hubo bastante violencia psicológica y bastante violencia física, no de golpearme, pero sí violencia verbal y todo eso. Pero es mi manera también de decir ‘ya cállate, no me hables, no quiero saber nada de ti. Ya estoy feliz, haciendo mi vida’.
—¿Y tú cómo estás ahorita después de este proceso traumático?
Pues ahorita estoy estable. Después de estar con el papá de mi hija estuve con otra pareja. Entendí que las personas después que salen de relaciones significativas, sobre todo con una bebé por medio, necesitan tener un tiempo también para poder internalizar, para poder tener un luto, porque todas las cosas que suceden hay que darles su espacio también; cuando empiezan y cuando se terminan.
—¿Cómo empezaste en la música?
Participando en conciertos escolares. Tenía un profesor de música que me agarró a los como 11 años, yo en sexto grado, y él empezó como a formarme. Yo cantaba para esa época, pero no abiertamente. Me formó para participar en competencias interescolares de música criolla venezolana.
La vida en el norte
“En 2015 yo estaba en la universidad. Me puse a estudiar idiomas y empecé a ver muchas protestas allí. Los policías se metían en la universidad a matar estudiantes adentro y ya después de eso decidí sacar mis papeles de raíz de la universidad, ni siquiera congelar, y me fui a mochilear por ahí con amigos antes de venir a Perú”, nos cuenta la cantante sobre su salida de Venezuela, poco antes del colapso económico y social del país.
—¿Y cuándo llegaste al Perú?
En 2017. Un 29 de abril.
—¿Y por qué te quedaste en Perú?
Cosas de la vida. Podría decirte ‘ay, porque aquí la economía es más estable’ o ‘porque me enamoré de la cultura, la comida’, qué se yo. Pero [pasaron] cosas y fluyó mucho con eso, pues. La verdad me siento feliz con el hecho de haberme quedado tanto tiempo acá. Al principio no fue así, pero ya veo por qué todo tenía que pasar así también. De no haberme quedado acá no hubiese podido tener la oportunidad de estar en donde estoy ahorita.
—¿Y cómo describirías este momento tu carrera?
Como un momento muy importante en donde debo estar constantemente podando el árbol. Un momento de crecimiento. Limpieza y mantenimiento; tengo que estar cuidando absolutamente todos los aspectos de mi vida, tanto el económico como el psicológico, emocional. El profesional también. Porque estoy creciendo y no es algo que esté reflejado en las vistas de tal videoclip que acabo de lanzar hace poco, que es el de “Hamburguesón”, pero está reflejado en la responsabilidad que ahora tengo dentro de mi carrera. O sea, tengo muchísimo talento y tengo mucha proyección, entonces es un momento donde tengo que mantenerme enfocada.
—Me gusta que reconozcas que tienes talento. Porque varios que están trabajando en temas culturales no lo ven así o tratan de enfocarse en el trabajo, pero no se toman el tiempo de decir “lo que yo hago es valioso”.
A nosotros nos enseñan el valor de cada uno, pero creo que la responsabilidad de darte el valor es tuya nada más. Yo por mucho tiempo no me la creía, a pesar de que veo publicaciones de hace ocho años donde la gente me escribía “guau, la mejor artista de Valencia [su ciudad de origen]”, porque lo que yo hacía en Valencia era algo diferente. Yo no rapeaba, hacía neo soul. Y yo producía mis pistas, tocaba la guitarra, hacía mis tracks, yo misma me maquillaba, me hacía mi propia producción. Yo no esperaba que alguien hiciera algo por mí. Y pensaba que no era suficiente solamente porque era diferente y no lo intenté más tiempo. Entonces ya sé lo que hago. No hay que confundir el valor que uno tiene con el ego, que hasta cierto punto es saludable, pero es como que soy buena en lo que hago, de verdad lo soy. Porque cualquier persona te puede agarrar por ahí y decir “para que toques acá y te doy los viáticos, porque es lo único que tenemos”. “[Y yo digo] no, disculpa. Ya he invertido plata en mi carrera y estoy para otra retribución”. Entonces es eso, tomar valor de lo que tienes, es respeto a ti.
—¿Tú ahorita solo estás haciendo música? Porque es bien complicado vivir solo de eso en Perú.
Sí, solamente estoy haciendo música. O sea, igual es algo que tengo que seguir haciendo, aunque actualmente tengo diferentes proyectos en donde quiero empezar a emprender, pero no es de la necesidad de hacer plata. Porque yo vivo de una manera muy sencilla, la verdad: pago un alquiler bastante económico, tengo apoyo económico con mi hija también, también pinto, tengo un proyecto de obras visuales. Pero antes de estar haciendo mi disco y de estar haciendo todo esto trabajé bastante tiempo cantando covers en Trujillo y eso me daba para pagar mi casa y para estar tranquila. Solamente vivo de la música.
—¿Y siempre esta vida sencilla ha estado contigo o es algo que has ido construyendo?
Esta vida tranquila la he tenido que construir. No existe vida tranquila que venga por—a menos que tengas padres con plata, pero soy mamá ahora. Pero eso no significa que tenga que estar estresada todo el tiempo y tenga que verme mal y tenga que sentirme mal conmigo y sentirme sola y no. Es algo que se construye con mucha terapia (risas).
—Y con música también, presumo.
Con mucha música. Pero más que música, con buenos amigos.
Puedes escuchar "Hamburguesón" en plataformas digitales.