Paradójicamente, Yukio Mishima, el escritor japonés nostálgico de un pasado glorioso, quien lamentó siempre la adopción en su país de la democracia y del modelo económico occidental, escribió una novela donde el psicoanálisis freudiano resulta el método ideal para entender el amor y el sexo como partes fundamentales de las relaciones humanas.
En efecto, ubicada en el Japón de los años 1960, la novela “Música” (1965) es narrada por el doctor Shiomi, un psicoanalista que se ve arrastrado a participar en el perverso juego de seducción dirigido por su nueva paciente. Reiko es una joven que, en su primera cita, afirma que es incapaz de disfrutar la música –ni siquiera oírla–, delicada metáfora escogida para confesar su insensibilidad del placer sexual. Inocente y delicada como una muñeca manga, ella va envolviendo a todos los hombres que se le acerquen con su manipuladora fragilidad. ¿Es ella un monstruo o una víctima? Para el especialista, entender las causas de la frigidez de su paciente no solo lo llevará a develar los oscuros rincones de la personalidad de Reiko,sino también a desplegar una investigación casi policial, recabando testimonios y confesiones de víctimas y culpables.
—Mishima en escena—En manos del director Mateo Chiarella, la novela de Mishima se convierte en una obra de teatro igualmente inquietante, con Andrea Luna y Roberto Moll en los roles principales. “A mí me encanta adaptar textos literarios a la escena. Y estaba buscando algo diferente, que me retara”, explica. Conocedor de las técnicas del teatro Kabuki y del Noh, la literatura nipona siempre le pareció tan poderosa como cinematográfica. Y con “Música”, Chiarella siente haber llegado a otro nivel de exploración.
“Me gustan mucho obras teatrales de Mishima como 'La mujer del abanico' o 'El rito de amor y de muerte', pero sus novelas me encantaron, me parecen un verdadero salto. Por eso empecé a buscar la que me pareciera más teatral, y descubrí 'Música', una especie de mezcla entre el policial y una sesión de psicoterapia”, señala Chiarella. Sin duda, la obra es un aporte valioso en tiempos del #MeToo, al exponer los sutiles mecanismos de la seducción, el origen y las secuelas de la violencia sexual, así como el punto en que ambas líneas se cruzan. La misteriosa Reiko es una nínfula perturbadora, capaz de destruir a cualquier enamorado que se le acerque. El doctor Shiomi buscará una explicación racional para entender el comportamiento de lo que parece ser un monstruo manipulador. Explica el director: “Ella es como una joya que atrae la atención. Andrea compone un personaje muy poderoso, que logra mostrar en escena todo su recorrido emocional”.
Así, Chiarella y su elenco revelan en “Música” el carácter del mal y lo perverso, como un silencio oprobioso que nos inunda. Sin embargo, también hay espacio para la curación.
Lugar: teatro Ricardo Blume. Dirección: Jr. Huiracocha 2160, Jesús María. Temporada: desde el 8 de abril, jueves, viernes y lunes, 8 p.m. Sáb. y dom. 7 p.m. Entradas: S/37 y S/27.