La ofensiva terrestre lanzada por Ucrania desde junio con la intención de recuperar los territorios ocupados al oeste del país ha llegado a punto muerto. Esto se debe, principalmente, a la capacidad rusa de bombardear sus posiciones a su antojo desde aviones caza que burlan las defensas aéreas.
MIRA: Siete muertos y más de 30 heridos tras ataque ruso a ciudad ucraniana Chernígov
Mientras que en el frente sur, específicamente en la región de Zaporizhia, los ucranianos “consiguieron avances” durante las últimas semanas, el Ministerio de Defensa ruso anunció que sus tropas mantienen el control de la ciudad de Robotyne y en el frente de Kupiansk, este último ubicado al norte de la convulsa región del Donbás.
Según los mandos militares ucranianos, es vital cortar el corredor que mantienen los rusos de norte a sur en el oeste, pues les permite conectar a la península de Crimea con Rusia continental.
Esto se ha tornado imposible, principalmente porque “8 o 9 cazas rusos se encuentran sobre los territorios ocupados y arrojan bombas guiadas y cohetes”, aseguró el portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania (FAU), Yuri Ignat.
Pero la situación podría cambiar totalmente.
Anuncio esperanzador
“Cuando tengamos F-16, no lo podrán hacer. La superioridad en el aire es la clave para la victoria en tierra (...) No venceremos de inmediato, claro, pero el F-16 es capaz de cambiar el curso de los acontecimientos, de darnos lo que más necesitamos: superioridad aérea en los territorios ocupados”, señaló el propio Ignat en la misma conferencia.
La esperanza del militar residía en los últimos anuncios de Dinamarca y Países Bajos, quienes prometieron enviar los avanzados aviones de combate a Ucrania. El presidente Volodymyr Zelensky también celebró la noticia y durante una presentación ante el Parlamento danés alabó al país nórdico “por ayudar a Ucrania a ser invencible”.
Instructores de países occidentales están adiestrando a pilotos ucranianos en el manejo de los F-16 y se espera que los primeros cazas de esta clase lleguen a Ucrania antes de fin de año procedentes de Dinamarca.
Un arma que cambia el juego
Durante una intervención ante el Fondo Marshall Alemán en Washington, en abril de este año, un grupo de legisladores ucranianos explicó que necesitaban contar con aviones F-16 principalmente porque sus avanzados radares les permiten ubicar objetivos a cientos de kilómetros, lo que se traduciría en un vuelo seguro mientras atacan a unidades terrestres desde una gran distancia.
Al mismo tiempo, estas naves permitirían derribar misiles y drones enviados por Rusia, cubrir a las tropas ucranianas durante el avance de la contraofensiva y defender la ruta marítima, lo cual permitiría que más barcos cargados de granos partan del país desde el mar Negro.
Desarrollados en la década de 1970 por la compañía General Dynamics y fabricados actualmente por Lockheed, los F-16 han sido las naves bandera de Estados Unidos durante conflictos como la guerra del golfo Pérsico de 1991, de los Balcanes, de Afganistán y de Irak.
Este pequeño cazabombardero monomotor es altamente maniobrable, puede soportar hasta 9G (nueve veces la fuerza de la gravedad) y alcanzar una velocidad de Mach 2, es decir, el doble de la velocidad del sonido. Estas características lo convierten en uno de los aviones de combate más avanzados de su generación.
Pero el F-16 no solo es un as en los cielos, sino también una efectiva máquina destructora. Posee un cañón automático M61 Vulcan de 20 mm y es capaz de atacar objetivos terrestres desde el aire a más de 800 kilómetros de distancia sin dejar de lado su efectiva defensa con misiles aire-aire.
En su diseño participaron científicos aeroespaciales que aplicaron tecnologías previamente desarrolladas por los F-15 y F-11. Entre sus sistemas destacan el de navegación inercial y posicionamiento global mejorados de alta precisión, radios UHF y VHF, un sistema de advertencia y cápsulas de contramedidas modulares para usar contra amenazas electrónicas aéreas o terrestres, además de un sistema de aterrizaje por instrumentos.
“En una función de combate aéreo, la maniobrabilidad y el radio de combate del F-16 (la distancia que puede volar para entrar en combate aéreo, permanecer, luchar y regresar) superan los de todos los aviones de combate de amenaza potencial”, resalta la descripción que posee la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF, por sus siglas en inglés) sobre la nave.
Aunque actualmente ha sido reemplazado por el modelo F-18 en la USAF, el F-16 continúa sirviendo en más de 20 países.