Nataliya Morozova nunca imaginó que Ucrania viviría una guerra como la que estalló hace casi tres años ni que eso la convertiría en un ejemplo de liderazgo en tiempos de conflicto. El 24 de febrero del 2022, la CEO de Havas Village Ucrania, pionera en comunicación, despertó con el bombardeo de su ciudad. Puso su archivo fotográfico familiar y más cosas de valor en una maleta y partió con sus seres queridos a un lugar seguro lejos de Kiev. “Fue inesperado y dramático. Empecé a llamar a mis amigos y colegas. Conversábamos sin parar, no sabíamos si volveríamos a casa o no, si debíamos apagar la nevera o no... No entendíamos nada, solo que nuestro país estaba bajo ataque”, cuenta a El Comercio.
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La experta en comunicación y publicidad tiene la habilidad de transformar esos recuerdos en aprendizaje. Esta semana, llegó a nuestro país para contar su experiencia en el Meaningful Day 2024, evento organizado por Havas Perú, que reunió a líderes del márketing, la creatividad y los medios.
-En el mundo empresarial siempre se habla de transformar la adversidad en oportunidad. ¿Pensó alguna vez que la adversidad que le tocaría enfrentar sería una guerra de verdad?
Llevábamos siete años en guerra [desde que Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea], pero no la sentíamos. Sabíamos que un conflicto mayor podía ocurrir, pero no a una escala tan grande. Esperábamos cierta activación en la primera línea, pero no en todo el país. Hoy estoy muy segura de que la guerra puede ser un catalizador para muchas transformaciones. Nosotros nos volvimos más adaptables, más creativos, aprendimos a sobrevivir. A veces bromeo diciendo que probablemente los altos directivos de Ucrania son los mayores gestores de crisis del mundo, porque gestionamos nuestro negocio bajo las bombas, y antes tuvimos dos revoluciones y la pandemia.
-¿Lidiar con una guerra cambia totalmente la forma de pensar y actuar de una persona?
Desde luego. Es una vacuna de por vida de rapidez mental, resiliencia y adaptación. Ojalá nadie jamás vuelva a tener esa experiencia. Vivimos en el siglo XXI, es una locura que ocurran cosas así. A veces transformar un negocio lleva entre cinco y diez años, y nosotros lo hicimos en meses. Sin duda ha sido una gran lección de eficiencia, adaptación y transformación, de lanzar nuevos servicios, de cerrar otros, de contratar nuevas personas, de perder a algunas personas. En resumen, reconstruir.
-¿Qué pasó con su vida laboral tras el comienzo de la guerra?
Nuestro negocio cayó un 80% en un día. No teníamos dinero para el sueldo, ni ingresos ni claridad sobre el futuro. Me fui tres meses al extranjero. Mi marido se quedó en Kiev y se enroló en las FF.AA. Durante el tiempo que estuve fuera del país, el negocio no se detuvo. No dejamos de trabajar ni un solo día. Incluso el día de la invasión empezamos a trabajar gratuitamente en medio de la guerra informativa, trabajamos para conectar con diferentes medios de comunicación de todo el mundo. Escribimos un mensaje a Havas Red Network y les pedimos que nos ayudaran a difundir la verdad, a difundir las noticias correctas por todo el mundo y nos ayudaron. Escribimos muchos comunicados de prensa y demás, fue como una campaña ininterrumpida. Luego empezamos a trabajar con la oficina presidencial en campañas creativas para ayudarles en temas de comunicación.
-Usted y su equipo recibieron muchas cartas de sus colegas de todo el mundo. ¿Recuerda alguna en especial?
Las recuerdo todas porque fueron muy emotivas y supusieron un gran apoyo. Havas incluso tuvo la iniciativa de recaudar fondos para dar dinero a los empleados con el fin de comprar comida o pagar el alquiler de los departamentos en el extranjero durante un mes. También lanzamos una agencia en la nube, Havas Village in Exile, y pedimos a nuestros colegas de Havas Network que nos dieran trabajo. Por ejemplo, si alguien necesita freelancers, si necesita ideas creativas frescas, si necesita lanzar campañas de medios digitales, puede pensar en nosotros. Así trabajamos con más de 20 países y con esa idea sobrevivimos como negocio. Decidimos que todos los ingresos que llegaran los repartiríamos entre los empleados.
En el 2023, pudimos empezar a recuperar el negocio en Ucrania. La mayoría de las campañas que hacemos ahora son sociales, por supuesto, siempre reunimos algo de dinero para el Ejército, apoyamos a nuestra gente, pensamos en su salud mental, adaptabilidad, por lo que es un tipo completamente diferente de comunicación, pero de todos modos, tenemos un trabajo y somos rentables en este momento como un negocio también.
Nataliya Morozova tiene más de 20 años de experiencia en el sector de la publicidad y la comunicación. Es experta en gestión estratégica, márketing y comunicación. Forma parte de Havas Village Ucrania desde el 2004.
-¿Cuál es la principal lección de esta experiencia que se puede aplicar al mundo empresarial?
Creo que la capacidad de aceptar cualquier experiencia nueva, por terrible que sea. En segundo lugar, hay que centrarse en las personas tanto como sea posible, sobre todo en el negocio de la publicidad. Nuestros recursos son las personas, así que fue crucial para nosotros centrarnos en las personas y a nuestra gente. Se trata de encontrar tus anclas, externa e internamente, e intentar descubrir nuevas cosas en las que puedes confiar.
-¿Es difícil ser un líder para la gente en estas circunstancias?
Sí, puedes ser un compañero para todos, pero tú no tienes a nadie a quien llorar. Voy a la oficina casi todos los días solo para que la gente me vea, compruebe que estoy bien y que estamos luchando. No tengo excusas para estar triste. A veces es difícil. Afortunadamente, tengo a mi familia que me apoya, tengo a mis amigos. Pero sí, en circunstancias difíciles tú debes ser un líder para ellos y mostrarles cómo gestionar toda esta situación, no solo en el trabajo, sino también en la vida.
-¿Cómo ha convertido a las marcas en un motor de ayuda a la sociedad en tiempos de guerra?
En realidad, no era necesario impulsarlas porque no teníamos ni tenemos otra opción. Si quieres ser significativo, debes ser significativo para la sociedad, para la gente, debes hacer las cosas que ayuden a la gente a sobrevivir durante esta invasión a gran escala. Y la gente siente cuando tú eres veraz, si es verdad lo que dices o no, es muy fácil perder tu posición si dices algo equivocado o en la dirección equivocada.
-¿Cómo trabaja ahora el equipo de Havas en Ucrania? ¿Cuántos siguen en el país?
El 99% de nuestro equipo está en Kiev, o al menos en Ucrania. Tenemos un trabajo híbrido. Construimos un espacio de ‘coworking’ que es un refugio antibombas, y tenemos todo allí, un generador, Starlink, agua. Cuando los rusos bombardean nuestro sistema eléctrico y tenemos uno, dos o tres días de apagón, invitamos a nuestros clientes, vecinos y competidores a nuestro refugio para que trabajen, se calienten, carguen sus teléfonos.
-¿Cómo afronta la incertidumbre de lo que pueda venir en el futuro?
Para mí es muy difícil porque como gestor tienes el hábito de planificarlo todo, de planear metas para el próximo año o los siguientes cinco, no podemos vivir en la incertidumbre. Con la guerra he tenido que adquirir una nueva habilidad, ya no pienso de esa manera, ahora pienso en mañana, ni siquiera en lo que pueda venir en los próximos meses.
-Usted dice que la guerra moldea a las personas, a las marcas y a las empresas. ¿Cómo ha cambiado usted como persona y como líder empresarial?
Me he hecho más fuerte. Nunca sabes cómo vas a reaccionar si llegas a estar bajo las bombas. ¿Huirás, te congelarás o lucharás? Mi reacción fue luchar y estoy feliz de haber descubierto estas cosas dentro de mí, he aprendido que puedo ser una verdadera líder bajo las bombas, que puedo ayudar a la gente y puedo transformar negocios para sobrevivir. Y ahora ya ni siquiera pensamos en sobrevivir, pensamos en crecer.
-¿Por qué es importante compartir esto con los peruanos?
Nuestro mundo es tan incierto, hay tantas revoluciones tecnológicas, tanta inestabilidad política y económica, somos inestables en todas partes. En el Perú también hay grandes desafíos y es bueno intercambiar experiencias sobre cómo reaccionar ante las dificultades. Tal vez pueda compartirles algo de inspiración y motivación y mostrarles cómo la vida puede continuar incluso en medio de la guerra.