En la década de los 80, el grupo de narcotraficantes colombianos liderados por Pablo Escobar, que se hacían llamar "Los Extraditables", tenía un lema que resumía sus temores ante la posibilidad de ser juzgados por una corte estadounidense: "Preferimos una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos".
A pesar de que Escobar murió hace ya más de 25 años y sus socios también murieron o fueron capturados, ese temor se mantuvo vivo en las entrañas de los principales carteles de la droga.
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Y este miércoles, la sentencia a cadena perpetua (más 30 años) de otro capo del narcotráfico, Joaquín Guzmán Loera, más conocido como El Chapo, confirma nuevamente el rigor con que las cortes estadounidenses proceden en este tipo de casos.
Guzmán se une a la lista de jefes de la mafia que en su momento se enfrentaron a la Justicia de EE.UU. y que fueron condenados a pasar el resto de sus vidas en una cárcel de ese país.
Y no en una tumba en sus países de origen.
Carlos Lehder
Hijo de inmigrantes alemanes llegados a Colombia, logró consolidarse como uno de los principales capos del extinto Cartel de Medellín que lideraba Pablo Escobar Gaviria.
Lehder, que promovía una ideología neonazi y había creado un partido político en su ciudad natal, Armenia, era también uno de los miembros de "Los Extraditables".
Era piloto de avionetas, lo que le permitió crear varias rutas de tráfico de droga desde Colombia hacia EE.UU. (En la década los 80 tenía el control de una isla en las Bahamas).
El 4 de febrero de 1987 fue capturado por las autoridades colombianas en una finca cerca de Medellín (se cree que fue delatado por el propio Pablo Escobar). De inmediato fue extraditado a EE.UU.
Originalmente recibió una sentencia de cadena perpetua y 135 años de prisión. Pero luego fue rebajada a 55 años. En varias oportunidades ha apelado su condena y se espera que pueda salir en libertad en 2020.
Alfredo Beltrán Leyva
Ese es su nombre, pero es más conocido por su apodo: El Mochomo, como se llama en México a un tipo de hormiga famosa por su picadura.
El Mochomo era uno de los líderes del Cartel de los Beltrán Leyva, uno de los brazos más reconocidos del Cartel de Sinaloa que dirigía el Chapo Guzmán, y que estaba conformado por él y sus hermanos Marcos Arturo, Héctor y Carlos.
Durante años dirigió la conexión con los carteles colombianos que proveían la droga, además de manejar también el tráfico de metanfetaminas a EE.UU.
En 2008 fue capturado por las autoridades mexicanas (al parecer delatado por "El Chapo" Guzmán) que lo extraditaron a EE.UU. en 2014. En abril de 2017 fue condenado por un juzgado del distrito de Columbia a cadena perpetua y a pagar una multa de US$529 millones.
Muchos analistas están de acuerdo en que la captura de El Mochomo fue la principal causa de la ruptura entre el Cartel de Sinaloa y el de hermanos Beltrán Leyva, que causó serios enfrentamientos por el control de las rutas del narcotráfico hacia EE.UU. a principios de la década.
Juan García Abrego
Se lo llamó "El Barón de Matamoros" y actualmente posee un registro en el libro de la historia del narcotráfico: fue el primer capo de la droga mexicano que fue incluido en la lista de los 10 más buscados del FBI.
Una de las piezas clave del Cartel del Golfo -uno de los primeros carteles mexicanos-, también fue fundamental en la conexión entre México y Colombia.
García Abrego, que se dice habría obtenido la nacionalidad estadounidense, logró convencer a los miembros del Cartel de Cali para que enviaran la droga a través de ellos para alcanzar el mercado de Texas y alrededores.
Con el tiempo, Abrego se ubicó en las jerarquías más altas del grupo criminal que ejercía un control casi total de la región de Tamaulipas, en el noreste de México; tenía operaciones en seis países y producía el 20% de la droga que entraba en EE.UU.
Sin embargo, el 14 de febrero de 1996, las autoridades mexicanas ingresaron a su rancho en la ciudad de Villa Juárez, en el estado de Nuevo León, y lo capturaron.
Al día siguiente fue enviado a EE.UU. y allí fue juzgado. Debido a su negativa de colaborar con la Justicia estadounidense, fue condenado a 11 cadenas perpetuas por delitos contra la salud.
Dámaso López
Se lo conoce como "El Licenciado", por ser uno de los pocos capos de la droga graduado en la universidad.
López, además de ser abogado, fue funcionario dentro del sistema penitenciario mexicano, donde, de acuerdo con varias investigaciones, creó una red de guardianes corruptos en varias cárceles del país.
A partir de allí, llegó a los círculos más cercanos del Cartel de Sinaloa que lideraba El Chapo Guzmán.
Se dice que gracias a su trabajo en las cárceles mexicanas fue posible la primera fuga de Guzmán de la prisión de Puente Grande, en 2001.
Tras la recaptura del Chapo en enero de 2016 (se había vuelto a fugar en 2014), López intentó consolidar su liderazgo dentro del Cartel de Sinaloa. Sin embargo, en mayo de 2017 fue capturado.
De inmediato fue enviado a Estados Unidos, donde lo condenaron a cadena perpetua por crímenes relacionados con el envío de droga a EE.UU. y el lavado de dinero.