El “fracaso” del Starship: Cuánto costó la prueba que terminó con el cohete más potente del mundo estallando

Cuatro minutos después de que despegara de su plataforma de lanzamiento en Boca Chica, Texas, el cohete Starship de la empresa SpaceX, propiedad del reconocido multimillonario Elon Musk, se convirtió en una inmensa bola de fuego.

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Así concluía este jueves 20 el primer vuelo de prueba del cohete más grande y potente que se haya creado en el mundo.

La explosión se produjo debido a que el propulsor del cohete falló al separarse del resto de la nave, por lo que comenzó a dar vueltas y devino en una “desintegración rápida no programada”, refirió SpaceX.

Ahora, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos será la encargada de conducir la investigación de rutina para determinar las causas exactas de la explosión.

Pese a que para los ojos de la mayoría esto representó una prueba fallida de la nave que la NASA escogió para que el hombre vuelva a pisar la Luna en el 2025, Musk felicitó al equipo a cargo pocos minutos después del incidente.

“¡Felicitaciones al equipo de SpaceX por un emocionante lanzamiento de prueba del Starship! Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses”, escribió el multimillonario en su cuenta de Twitter.

Durante la transmisión del lanzamiento se puede escuchar al equipo de SpaceX vitoreando y aplaudiendo en todo momento, incluso cuando el cohete se convierte en una enorme bola de fuego.

MILLONES HECHOS CENIZAS

Este megacohete, con el que Musk viene soñando desde el 2012 y que ha publicitado como el vehículo espacial del futuro, además de ser una versión “económica” en este rubro, está dividido en tres partes principales.

Starship, con una altura de 50 metros y un diámetro de 9 metros, es una nave espacial reutilizable que está diseñada para transportar a personas o hasta 150 toneladas de carga hacia la órbita terrestre, la Luna y Marte, una distancia que espera alcanzar gracias a los seis motores y las 1.200 toneladas de combustible que posee.

Debajo de Starship viene el propulsor, lo que podría entenderse como el cuerpo del cohete, el cual está compuesto por las piezas Super Heavy y los 33 motores Raptor alimentados por 3.400 toneladas de combustible.

Al igual que la nave espacial, SpaceX planea que el propulsor sea reutilizable, por lo que en este caso se espera que el cuerpo del cohete pueda aterrizar en el sitio de lanzamiento una vez que se haya desprendido de la nave.

En conjunto, el cohete tiene una altura total de 120 metros; es decir, llegar a la punta equivale a estar en un edificio de 40 pisos.

En comparación, el Saturno V, usado en el programa Apolo y con el que el hombre llegó a la Luna, medía 111 metros de altura. Mientras que el SLS Block 1, el más reciente megacohete probado por la NASA, alcanza apenas los 98 metros de altura.

El propio Musk estimó en el 2019 que el programa Starship tiene un costo estimado de 3 mil millones de dólares.

Sin embargo, un año antes había admitido que la cifra final podría bordear los 10 mil millones de dólares.

Para encontrar el precio final hará falta ver cuántas pruebas de lanzamiento más tendrán que realizarse antes de que Starship funcione como SpaceX desea. Tomemos en cuenta que cada lanzamiento suma unos 10 millones de dólares a la cuenta.

Posteriormente, la nave espacial tendrá que realizar un recorrido orbital de prueba, lo que sumará otro millón de dólares por intento.

Se estima que el programa Starship cueste entre 3 mil y 10 mil millones de dólares en total. Cada lanzamiento de prueba le suma 10 millones a la cuenta, y cada eventual ensayo orbital de la nave aumentará otro millón.

Nuevamente, y aunque las cifras son astronómicas, debemos poner esto en perspectiva. El programa Apolo, por ejemplo, que se extendió desde 1960 hasta 1973, le costó al gobierno de Estados Unidos un total de 25 mil 800 millones de dólares, una cifra que ajustada al cambio actual seria de 257 mil millones de dólares, según The Planetary Society.

En tiempos recientes, mientras tanto, la misión Mars 2020 que envió al robot Perseverance al Planeta Rojo tuvo un costo total de 2.700 millones de dólares, entre el lanzamiento del cohete y el manejo del robot en suelo marciano, según la NASA.