Ucrania apunta a Latinoamérica: la diplomacia mediática, el aumento de embajadas y el llamado a Brasil

Reporte para El Comercio desde Kiev, Ucrania

El primer ministro de Ucrania, Denys Schmyhal, y el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, nos reciben por separado en sus oficinas de Kiev, ubicadas en edificios cubiertos con sacos de defensa que cubren todas las ventanas hasta el tercer piso. Ambas altas autoridades ucranianas dejan un mensaje claro de llamado a los países de Latinoamérica para sumarse a su causa en la guerra contra Rusia. La primera respuesta al llamado se verá en pocos días, cuando se lleve a cabo en Suiza la denominada Cumbre de la Paz.

Los días 15 y 16 de junio se realizará la Cumbre de la Paz, para la cual Ucrania asegura tener más de 80 países confirmados, y en la que presentará la “Fórmula de la Paz” del presidente Volodímir Zelenski, que consiste en 10 puntos, empezando por la seguridad nuclear y siguiendo con la seguridad alimentaria, la seguridad ecológica y la seguridad energética, entre otros.

Para ir acorde con el discurso, el primer ministro Schmyhal nos recibe en su edificio entre fuertes medidas de seguridad, y con instalaciones que no utilizan la luz en su totalidad. En los pasillos, algunas luminarias están apagadas, y los funcionarios aseguran que es para ahorrar energía. Cada cierto tiempo durante el día, Kiev sufre shocks eléctricos con apagones fugaces.

Lo que no ahorran los altos funcionarios ucranianos son los detalles sobre su nueva avanzada geopolítica, para lo cual invitaron a nueve periodistas de la región con el fin de brindar entrevistas exclusivas sobre el mayor respaldo que buscan en Latinoamérica y el Caribe.

“Creemos que Brasil puede desempeñar un papel más activo en el tema de cumplimiento de los estatutos de la ONU, en la seguridad nuclear, en la seguridad ambiental, porque Brasil tradicionalmente presta mucha atención a los temas importantes, y podemos encontrar con Brasil muchísimas soluciones y puntos cercanos”, afirma el primer ministro Schmyhal.

En esa misma línea, el primer ministro resalta el G20 y su importancia en la discusión sobre la seguridad alimentaria. “Estamos esperando que Brasil invite a Ucrania a esta reunión de G20″, apunta.

Si bien se mencionó la importancia de Brasil, el presidente Lula da Silva no participará en la Cumbre de la Paz en Suiza. Al respeto, Schmyhal intentó bajarle el tono a esta información y recordó que, por primera vez, una delegación ucraniana participó en una toma de mando presidencial en Brasil.

La alta autoridad también se refirió específicamente a Argentina. Según dijo, , Ucrania ha confirmado un “coliderazgo” con Argentina en el punto de “integridad territorial” de su “Acuerdo de Paz” y que el gobierno de Javier Milei está dispuesto a trabajar en el primer punto, en lo que se refiere a la seguridad nuclear.

“Pedimos que toda la comunidad internacional debe participar en la Cumbre de la Paz y formar los instrumentos que se convertirán en la herramienta de presión para Rusia, para que no pueda manipular y decir mentiras”, dice el primer ministro tras agregar que el único que puede acabar con la guerra es el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Lo que busca Ucrania, en palabras de Schmyhal, es presionar a Rusia y obligarla a presentarse en las cumbres de diálogo que vienen impulsando alrededor de la guerra que ya entró a su tercer año. Asimismo, se informó que Rusia tiene 300 mil millones de dólares congelados en distintos países, y que Ucrania quiere que estos fondos sean confiscados a favor de su economía. Hasta la fecha, el cálculo del daño ocasionado por la guerra en Ucrania asciende a 486.000 millones de dólares.

El primer ministro ucraniano señala que vienen trabajando en la creación de nuevas embajadas en Latinoamérica y en el Caribe, aunque no adelantó los países escogidos.

“No hay países menos importantes en la ONU [...] Ucrania, más que otro país del mundo, es consciente de la importancia de cada una de las naciones. Hoy, nosotros estratégicamente tenemos el objetivo que consiste en desarrollar la colaboración con todos los estados, incluso los que están lejos de nuestro país. [...] Queremos abrir embajadas en todo el mundo. Necesitamos una diplomacia mediática”, asevera.

Sobre este punto, el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, también se niega a dar los nombres de las nuevas embajadas que abrirían en Latinoamérica y el Caribe. Ni siquiera quiso confirmar la información recordada por El Comercio sobre el anuncio del embajador de Ucrania en Chile o sobre nuevas embajadas en Colombia, Guatemala y Costa Rica.

Lo que sí explica Kuleba es que, dada la guerra con Rusia, su política exterior estuvo centrada en Europa y Norteamérica, con lo que perdieron “dinamismo” en otras partes del mundo.

Pese a ello, el canciller ucraniano apunta que se ha venido elaborado un plan estratégico que ha abordado Asia, África y ahora contempla a Latinoamérica. En África, Ucrania ha abierto 10 embajadas, incluso en naciones que no tienen representación diplomática en Kiev.

Consultado sobre los países que se han negado a que Ucrania use armas occidentales contra territorio ruso, el canciller ucraniano es claro en asegurar que todo dependerá de sus estrategias militares.

“Es absolutamente legítimo para Ucrania atacar objetivos militares en Rusia con cualquier tipo de arma disponible para Ucrania, pero usar o no usar un tipo específico de arma será una decisión de nuestros generales”, dice ante los medios latinoamericanos.

En la ronda de preguntas, Kuleba también es consultado sobre las elecciones en Estados Unidos y la posibilidad de que gane Donald Trump. Recientemente, EE.UU., bajo la administración de Joe Biden, aprobó una ayuda de 61.000 millones de dólares para impedir la ofensiva rusa.

El alto funcionario ucraniano prefirió bromear con el tema y dijo que si empezaba a preocuparse por Trump, solo se “quemaría” los nervios.