El Ministerio de Relaciones Exteriores de China aseguró que globos de Estados Unidos sobrevolaron su espacio aéreo más de 10 veces en el último año.
La acusación se produce después de que Estados Unidos derribara el pasado 4 de febrero un supuesto globo espía sobre su espacio aéreo, que según China era un globo civil.
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Desde entonces, las relaciones entre los dos países se han deteriorado. Estados Unidos dijo que en los últimos días también ha derribado una serie de otros objetos no identificados.
Al ser preguntado por ello este lunes, Pekín ha afirmado que Estados Unidos ha violado en muchas ocasiones su espacio aéreo.
"No es raro que Estados Unidos ingrese ilegalmente al espacio aéreo de otros países", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, en una rueda de prensa.
"Solo desde el año pasado, globos estadounidenses han volado ilegalmente sobre China más de 10 veces sin la aprobación de las autoridades chinas", denunció.
"Lo primero que deben hacer los estadounidenses es comenzar de cero y hacer una reflexión personal, en lugar de difamar y acusar a China", agregó.
Dijo que Pekín había respondido a esas incursiones de una manera "responsable y profesional".
"Si desean saber más sobre los globos de gran altitud de EE.UU. que ingresan ilegalmente al espacio aéreo de China, les sugiero que se dirijan a la parte estadounidense", aseguró a los periodistas.
Washington aún no ha respondido a las acusaciones de Pekín.
“Reacción exagerada de fuerza excesiva”
El primer incidente con un globo provocó que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, cancelara un viaje planeado esos días a Pekín. El jefe de la diplomacia estadounidense calificó el presunto espionaje a gran altura de China como "inaceptable e irresponsable".
Este domingo, EE.UU. ordenó derribar una "estructura octogonal" no tripulada en Michigan, cerca de la frontera con Canadá; el cuarto objeto eliminado en ocho días.
Pilotos de combate también derribaron objetos más pequeños no identificados sobre Alaska el 10 de febrero y en el norte de Canadá el 11 de febrero.
Wang aseguró que "no tenía conocimiento de [estos otros objetos]".
"Pero lo que queremos decirles a todos aquí es que el uso frecuente de misiles avanzados por parte de Estados Unidos para derribar objetos voladores no identificados es una reacción exagerada de fuerza excesiva", denunció.
Un comandante militar estadounidense, el general Glen VanHerck, descartó que hubiera algún indicio de amenaza por parte del último objeto.
Aseguró que podría tratarse de un “tipo de globo gaseoso” o “algún tipo de sistema de propulsión”, y agregó que no podía descartar que los objetos fueran extraterrestres.