Todos los gobernantes necesitan a alguien que los defienda a capa y espada. A estos tampoco les debe temblar la mano al momento de atacar a los adversarios y tienen que estar dispuestos a sacrificarse con tal de causar daño al enemigo. Estos incondicionales ubicados en el seno de las cortes no critican las decisiones de sus jefes sino que se ciñen a obedecer los mandatos.
- Incertidumbre en Japón por la salud del primer ministro Shinzo Abe
- Cómo será la Convención Republicana donde se confirmará la candidatura de Donald Trump a la reelección
- Confirman el primer caso de reinfección de COVID-19 en el mundo: un ciudadano de Hong Kong que regresó de España
Uno de los ejemplos más recientes de alguien que llevó a cabo dicha tarea con denuedo y ardor es Kellyanne Conway, polémica asesora del presidente Donald Trump. En el repertorio de la mujer que fue fotografiada descalza en la Oficina Oval destacan defender la proliferación de información falsa desde la Casa Blanca al considerarla “datos alternativos”, deslizar la posibilidad de que Barack Obama espiara las conversaciones de Trump (a través de un microondas), invitar a los estadounidenses a comprar las colecciones de ropa de Ivanka Trump, y decir que Joe Biden pecaba de “arrogancia e ignorancia”. Toda una especialista en cambiar el curso del debate público.
Imposible de olvidar cuando defendió un tuit de Trump con un peculiar intercambio de ideas con un periodista, por el que finalmente fue catalogada de racista.
– [El presidente dijo] a cuatro congresistas que regresaran a sus supuestos países de origen –consultó un periodista–. ¿A qué países se refería?
– ¿Cuál es tu ascendencia? –respondió Conway.
– No veo cómo eso sea relevante
– Porque te estoy haciendo una pregunta. Mis ancestros son de Irlanda e Italia.
– Mi ascendencia no es relevante para la pregunta
– Sí lo es porque estás preguntando de dónde son originalmente.
– Entonces, ¿el presidente está diciendo que los estadounidenses de origen palestino deben regresar a los territorios ocupados?
– El presidente ya habló al respecto
Solo después de una conversación así se puede entender el cariño que Trump le tiene. “Ella es una defensora infatigable y tenaz de mi agenda y tiene ideas increíbles sobre cómo comunicar eficazmente nuestro mensaje”, ha dicho el mandatario.
Es justamente por su buen trabajo como una de las caras visibles del gobierno de Trump que sorprendió al anunciar su renuncia. Conway (1967), estratega política fundadora de la empresa investigadora de mercado The Polling Company/Women Trend y considerada la primera mujer en liderar una campaña presidencial ganadora, ha fundamentado su decisión en motivos familiares. Aun así, que la desvinculación del hoy por hoy candidato presidencial republicano se dé a pocos meses antes de los comicios (y justo cuando la Convención Republicana ha iniciado), parece estar orientada a no mojarse cuando el barco empieza a hundirse.
“No estamos de acuerdo en muchas cosas [con mi esposo George Conway], pero estamos unidos en lo que más importa: los niños –afirmó Kellyanne Conway–. Nuestros cuatro hijos son adolescentes y preadolescentes que comienzan un nuevo año académico, en la escuela media y secundaria, de forma remota desde casa durante al menos unos meses. Como millones de padres saben, en todo el país, el hecho de que los niños deban ‘ir a la escuela desde casa’ requiere un nivel de atención y vigilancia”.
Según el diario “La Vanguardia”, la decisión de Conway respondería a evitar más conflictos con su esposo, conocido detractor de Trump. George Conway es recordado por llamar “cáncer” a Trump y sumarse al Proyecto Lincoln, movimiento que se esmera por evitar que el actual presidente de EE.UU. sea reelegido.
ESCUDERO, ¡YO TE ELIJO!
Las peleas entre los presidentes y sus allegados más cercanos deben ser frecuentes, aunque no lo es tanto que estas se ventilen. La regla, por supuesto, no se aplica a la gestión de Donald Trump. Por el momento todo apunta a que no es el caso de Kellyanne Conway, pero sí ha sido el de muchos otros.
Uno de los más recordados es Sean Spicer, quien de ser el vocero de Trump terminó como invitado en el programa de TV “Dancing with the Stars”. Según “The New York Times”, este renunció luego de rechazar el nombramiento de Anthony Scaramucci como director de Comunicaciones de la Casa Blanca. Aun cuando le pidieron que se quedara en el puesto, este se negó alegando que la designación “causaría más confusión e incertidumbre” en el gobierno.
El medio estadounidense anotó: “El presidente no tiene la intención de cambiar su comportamiento, simplemente cree que su personal de comunicaciones necesita defenderlo y, Scaramucci incluso sugirió que su papel sería desencadenar a un presidente”.
Quizás esa haya sido la razón de la renuncia de Mike Dubke, quien antes del pleito de Spicer, ocupó el puesto de director de Comunicaciones. La noticia se conoció mientras Trump estaba de viaje en Oriente Medio y Europa, y crecía la controversia por una supuesta interferencia rusa en las elecciones presidenciales del 2016.
Al respecto, CNN anotó que habría sido una “sacudida del personal de Trump”.
A ello se le habría sumado la reserva que el mismo Trump tenía con su equipo más cercano. “Mi opinión es que muchas de las filtraciones que salen de la Casa Blanca son mentiras inventadas por los medios #FakeNews”, tuiteó el mandatario.
Hope Hicks, Sarah Huckabee Sanders y el Scaramucci, quienes ocuparon cargos similares, también fueron despedidos.
UNA EXCESIVA SELECTIVIDAD
La lista de personas que fueron despedidas por Donald Trump sin dar muchas explicaciones (a veces, ninguna) es larga.
En febrero del 2017, el consejero de Seguridad Nacional Michael Flynn fue invitado a renunciar. Entonces, el general aceptó haber mentido a “altos cargos del gobierno acerca de la relación y los contactos que mantenía con el embajador de Rusia en Washington” para luego colaborar en la investigación sobre las supuestas injerencias de dicho país en las elecciones de EE.UU. del 2016.
Una vez que una corte desestimó los cargos en su contra, Trump celebró la decisión en su Twitter.
En julio del mismo año, fue el turno del jefe del Gabinete de la Casa Blanca Reince Priebus. Su salida habría sido en respuesta a que este empezó a competir contra Ivanka Trump y Jared Kushner (yerno de Trump), cuyos papeles eran claves en la administración.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, corrió con la misma suerte en marzo del 2018. Si bien Trump dijo que se debió a una incompatibilidad “química” entre ambos, los rumores anotaron a que la relación se deterioró luego este lo llamara “idiota”. Más adelante, el presidente se refirió al tema y pidió “comparar pruebas de coeficiente intelectual”.
Algo similar le sucedió a John Kelly, ex jefe del Gabinete. En enero del 2019, Trump anunció su separación. La relación se habría roto al punto que no podían mantener una conversación, porque este habría llamado “idiota” al jefe de Estado (aunque él lo negó).
Y si bien la lista continúa, son pocos los que públicamente han devuelto el golpe a Trump. Uno de ellos es John Bolton, entusiasta defensor de la guerra de EE.UU. contra Irak, quien fue consejero de la Seguridad Nacional hasta setiembre del año pasado. Según recuerda la BBC, el presidente anunció en su Twitter que los servicios de Bolton “ya no eran necesarios”, a lo que Bolton respondió que no lo habían despedido, sino que él fue quien renunció. “Lo conversamos mañana”, agregó Trump.
En junio, Bolton publicó “The Room Where it Happened”, libro en el que cuenta detalles de su tiempo en la Casa Blanca. “En él, retrata a un presidente que no tiene el mínimo conocimiento geopolítico y como uno cuyas decisiones suelen ser tomadas con miras a la reelección”, anotó la BBC. El gobierno ha tratado de bloquear la distribución de la publicación porque allí se revelarían secretos del Estado.
NOTICIAS RELACIONADAS
- El Partido Republicano formaliza la candidatura de Donald Trump a la reelección
- El Partido Republicano confirma a Mike Pence como candidato a la Vicepresidencia de Estados Unidos
- Profe Lalito, el maestro guatemalteco que pedalea todos los días por sus alumnos | FOTOS