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Bélgica es el nuevo afectado con el avistamiento de drones no identificados en Europa: ¿qué tan peligrosa es la presunta amenaza rusa?
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Bélgica es el nuevo afectado con el avistamiento de drones no identificados en Europa: ¿qué tan peligrosa es la presunta amenaza rusa?

Bélgica es el nuevo afectado con el avistamiento de drones no identificados en Europa: ¿qué tan peligrosa es la presunta amenaza rusa?

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El aeropuerto Zaventem de Bruselas, el más importante de Bélgica, canceló 54 vuelos este miércoles 5 a causa del avistamiento de drones no identificados en sus inmediaciones, lo que llevó al cese temporal de sus operaciones. Se suspendieron un total de 32 viajes entrantes y 22 de salida en el terminal. No fue el único caso: el terminal aéreo de Lieja también tuvo que suspender vuelos.

La pausa operativa supuso molestias para cientos de viajeros, muchos de los cuales tuvieron que pasar la noche en los terminales aéreos, pero también ha generado preocupación a nivel local y en el resto de Europa, pues ya se han registrado incidentes de este tipo en otros países con consecuencias similares.

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Francisco Sanz

Tal situación llevó a que Bart de Wever, primer ministro belga, convocase a un consejo nacional de seguridad para este jueves 6, en el que se están evaluando los informes de la fiscalía local y del servicio de inteligencia para decidir posibles respuestas ante la presencia de drones. Por lo pronto, el gobierno y el Ejército de Bélgica han anunciado la emisión de una orden de derribo para las aeronaves no tripuladas a fin de evitar el cierre del espacio aéreo en tales condiciones, aunque priorizando la seguridad de la ciudadanía.

Las autoridades del país europeo han deslizado que la presencia de drones podría ser parte de intentos de espionaje e incluso sabotaje por parte de Rusia. Desde octubre y a lo largo de varias semanas, Bélgica ya había registrado la circulación de drones de procedencia desconocida, con el agravante de que tres de estos vuelos se produjeron en las inmediaciones de bases militares.

Uno de los sobrevuelos más preocupantes tuvo lugar entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre y pasó por el aeródromo militar de Kleine-Brogel, una de las seis bases europeas que cuentan con bombas nucleares B61 y donde se alojan fuerzas de Estados Unidos. Otros centros de la milicia que registraron presencia de drones extraños fueron las bases de Elsenbron y Marche-en-Famenne.

El camino que lleva a la base aérea de Kleine-Brogel. El registro de drones en las inmediaciones de dicho aeródrimo fue motivo de pesquisas extensivas por parte de las autoridades belgas. (Foto JILL DELSAUX / Belga / AFP) / Belgium OUT
El camino que lleva a la base aérea de Kleine-Brogel. El registro de drones en las inmediaciones de dicho aeródrimo fue motivo de pesquisas extensivas por parte de las autoridades belgas. (Foto JILL DELSAUX / Belga / AFP) / Belgium OUT
/ JILL DELSAUX

El ministro de Defensa de Bélgica, Theo Francken, señaló que la reincidencia de estos sucesos supone una “amenaza seria” a la seguridad de su país y que se trata de una “operación evidentemente orquestada”, indicando que está pendiente de que el plan de creación de un sistema antidrones sea aprobado en los próximos días.

Incidentes en aumento y preocupación internacional

Más allá del caso belga, los sobrevuelos de drones sin registro han sido un problema para diversos países europeos como Dinamarca, que detectó la presencia de estos aparatos no tripulados en setiembre, que supuso cierres temporales en los aeropuertos de Copenhague y Aalborg. Aeronaves no tripuladas también fueron vistas en los terminales de Skrydstrup, Esbjerg y Sonderborg.

El aeropuerto de Aalborg (Dinamarca) sufrió el cierre de su espacio aéreo a fines de setiembre debido a la presencia de drones desconocidos. (Foto: EFE/EPA/BO AMSTRUP DENMARK OUT)
El aeropuerto de Aalborg (Dinamarca) sufrió el cierre de su espacio aéreo a fines de setiembre debido a la presencia de drones desconocidos. (Foto: EFE/EPA/BO AMSTRUP DENMARK OUT)
/ BO AMSTRUP

Más recientes fueron las suspensiones de vuelos en Alemania por motivos similares durante la última semana en los aeropuertos de Bremen y Brandenburgo-Berlín. A inicios de octubre también se habían registrado avistamientos de drones no identificados, obligando a la suspensión de operaciones en el aeropuerto de Múnich en más de una ocasión.

En Noruega, el aeropuerto de Oslo también dejó de funcionar por horas a causa de la detección de drones durante setiembre y se detuvo a dos ciudadanos extranjeros, aunque no se logró establecer una conexión entre este incidente y los registrados en Dinamarca alrededor del mismo periodo.

La Unión Europea ha responsabilizado a Rusia de estas incursiones en su espacio aéreo, algo que el Kremlin ha negado con insistencia; sin embargo, los incidentes de vuelos no autorizados han ido más allá, pues Estonia, Lituania y Polonia detectaron en los últimos meses aviones de guerra rusos y drones dentro de su territorio. En dicha región la alarma es mayor, debido a su proximidad con la frontera rusa.

Tres cazas rusos MiG-31 fueron interceptados por la OTAN en el golfo de Finlandia sobre el espacio aéreo estonio el 19 de setiembre, mientras que un día antes la Fuerza Aérea lituana dio cuenta de que un caza Su-30 y un avión de abastecimiento ingresaron a su territorio procedentes del enclave ruso de Kaliningrado.

Polonia también había dado cuenta de eventos relacionados a la presencia de aviones rusos en el tiempo reciente. El primer ministro polaco, Donald Tusk, indicó que el 10 de octubre se registraron 19 violaciones de su espacio aéreo durante un ataque con drones de Rusia contra Ucrania e incluso se recogieron restos de esas aeronaves en el este del país.

El último de ellos fue registrado el 31 de octubre, cuando su aviación militar interceptó un avión de reconocimiento de Rusia en el mar Báltico. Este hecho se sumó a otros similares en un lapso de una semana, indicaron las autoridades polacas.

Las Fuerzas de Defensa Nacional de Polonia recogiendo los restos de un dron ruso en la aldea de Wohyn, ubicada en el este del país. (Foto: EFE/EPA/WOJTEK JARGILO POLAND OUT)
Las Fuerzas de Defensa Nacional de Polonia recogiendo los restos de un dron ruso en la aldea de Wohyn, ubicada en el este del país. (Foto: EFE/EPA/WOJTEK JARGILO POLAND OUT)
/ WOJTEK JARGILO

La situación llevó a que países como Suecia, Italia, Finlandia, Alemania y la misma Polonia enviaran aeronaves de combate y sistemas antiaéreos al este de Europa y la región báltica para reforzar la seguridad de la zona.

Los gobiernos y milicias europeos consideran que la presencia de aviones caza y otras aeronaves podría significar un intento de Moscú por mostrar fuerza y facilidad de operación en la región cercana a sus límites, a la vez que podría suponer un intento de tantear el terreno de cara a un nuevo escenario de conflicto.

El escenario de tensión provocado por la ayuda de la OTAN a Ucrania en su guerra contra Rusia ha llevado a que en una cumbre celebrada a mediados de octubre se pusiera sobre la mesa la creación de un muro de defensa contra drones, un pedido insistente de los países del bloque oriental del organismo. Aunque ya se han registrado derribos de drones rusos en sobrevuelos sobre Polonia o Rumania, cada vez son mayores las voces que reclaman la creación de una línea de defensa más eficiente.

El nuevo sistema que se ha planteado, conocido como ‘drone wall’ (muro de drones), incluirá aviones de guerra, aparatos de intercepción, radares terrestres y sistemas de misiles, a los que se sumarán procedimientos de guerra electrónica y tecnológica. Se espera que el funcionamiento de este conjunto sea permanente y a todas horas

Entre las dificultades para disponer de los drones no identificados, una de las más importantes es la capacidad de detectar estos dispositivos debido a sus dimensiones y poder diferenciarlos de aquellos provenientes de la actividad civil.

El Centro Europeo de Excelencia para la Lucha contra las Amenazas Híbridas (Hybrid CoE) apuntaba a Deutsche Welle hace poco más de un mes que a lo anterior se agregaba el temor de que las zonas urbanas sufran daños colaterales, otra variable que añade una capa de complejidad adicional a la neutralización de las pequeñas aeronaves no tripuladas.

“No es fácil alcanzar un dron con proyectiles cinéticos, por lo que hay que disparar muchos para alcanzar una probabilidad satisfactoria de impacto”, declaró a dicho medio Jukka Savolainen, especialista de Hybrid CoE.

Otros factores que complican la lucha contra la irrupción de drones en territorio de la Unión Europea son que estos son de fácil producción y que sus dimensiones complican rastrearlos y detectarlos.

Guerra híbrida y el juego del temor

Independientemente de que la aparición de drones en terminales aéreos y centros militares sea atribuible o no a los rusos, sí es un indicador de que han aparecido nuevos frentes que los departamentos de defensa nacionales de la Unión Europea y la OTAN no pueden pasar por alto

“Todo ello entra dentro de un concepto más amplio que se está barajando hace ya algún tiempo en las discusiones académicas, que es la guerra híbrida. Esta combina la guerra convencional con otros elementos de guerra psicológica, sabotaje, o alteración de (sistemas) GPS. Se trata de sembrar la sensación de inseguridad e incertidumbre en la población”, comenta al respecto el analista internacional y profesor universitario Enrique Banús.

El piloto de drones Rubik, de 22 años, controla un dron FPV durante un vuelo de entrenamiento en un lugar no revelado, en el este de Ucrania, el 12 de agosto de 2025. (Foto de Genya SAVILOV / AFP).
El piloto de drones Rubik, de 22 años, controla un dron FPV durante un vuelo de entrenamiento en un lugar no revelado, en el este de Ucrania, el 12 de agosto de 2025. (Foto de Genya SAVILOV / AFP).
/ GENYA SAVILOV

“Es un elemento que está muy presente en el debate y que desde luego exige también unas respuestas distintas de las que había ante amenazas armamentísticas convencionales”, añade.

Desde el punto de vista del especialista, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha marcado el despegue definitivo de nuevas formas de hacer la guerra, donde el uso de drones ha tenido un lugar crucial.

La imposibilidad de crear armamento propio al nivel de las armas avanzadas con las que la OTAN ha surtido a las fuerzas ucranianas ha llevado a que estas apuesten por versiones sencillas de las aeronaves con tripulantes como uno de sus principales activos militares.

“La guerra híbrida (y el uso de drones) ya se veían, pero no con esta intensidad. Aquí hay algún elemento bastante interesante y es, por ejemplo, que Ucrania ya está fabricando el 60% de su armamento y desde el 2022 ha crecido alrededor de un 300%, una cifra espectacular. Básicamente se trata de drones”, comenta el profesor de la Universidad del Pacífico (UP).

Este conocimiento ha llevado a que Ucrania también haya tenido avances significativos en materia defensiva, pues a inicios de este año se calculaba que era capaz de derribar casi un 90% de los drones rusos que atacaban su territorio. Esto se ha traducido en un marco de cooperación con sus aliados europeos para la creación del sistema de defensa antidrones.

“Ucrania, ya tuvo un gran éxito con armas pequeñas no tripuladas hace un tiempo, cuando los rusos intentaron ahogar el puerto de Odesa y con ello la exportación de grano, uno de los elementos base de su economía. Gracias a sus sistemas de defensa, los ucranianos exportan prácticamente la misma cantidad de grano que antes de la guerra”, comenta Banús.

Con tales referencias, el catedrático señala que la creación de un muro antidrones “es urgente” para los países europeos debido a la necesidad de preservar el tráfico aéreo y mitigar el impacto psicológico sobre su población en torno a un potencial conflicto.