Si no hay sorpresas, Estados Unidos repetirá una segunda vuelta presidencial por primera vez en casi 70 años. El actual presidente Joe Biden oficializó finalmente su candidatura por la nominación demócrata, con lo que la mesa está servida para que vuelva a enfrentarse a Donald Trump, hasta ahora la carta más probable entre los republicanos.
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No es el único récord que estaría por romperse. De darse una revancha entre Biden, de 80 años, y Trump, de 76, Estados Unidos tendrá al presidente más longevo de su historia. Las encuestas los dan como favoritos en sus respectivos partidos, donde la falta de nuevos liderazgos de peso revela un estancamiento en la usual renovación de cuadros.
Del lado demócrata por el momento solo se han presentado la escritora Marianne Williamson y el sobrino de “JFK” Robert Kennedy Junior, mientras que entre los republicanos hay varios nombres sobre la mesa, ninguno con posibilidades reales de vecer a Trump, aunque el que más se acerca es el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
“Este es nuestro momento. Terminemos el trabajo”, dice Biden en el video en el que lanza su candidatura, que inicia con imágenes del ataque al Capitolio ejecutado por simpatizantes de Trump el 6 de enero del 2021.
Every generation has a moment where they have had to stand up for democracy. To stand up for their fundamental freedoms. I believe this is ours.
— Joe Biden (@JoeBiden) April 25, 2023
That’s why I’m running for reelection as President of the United States. Join us. Let’s finish the job. https://t.co/V9Mzpw8Sqy pic.twitter.com/Y4NXR6B8ly
“Cuando me postulé a la presidencia, dije que estábamos en una batalla por el alma de Estados Unidos, y todavía lo estamos. La pregunta que enfrentamos es si en los años venideros tendremos más libertad o menos libertad, más derechos o menos”, afirma el presidente, que acusa a los republicanos más conservadores de prepararse “para tomar esas libertades fundamentales”.
Pero para lograr la reelección el propio Biden tiene serios desafíos claros, varios de los cuales van más allá de Donald Trump. Estos son los más importantes:
1. El desafío de la edad: el candidato más longevo
De ganar nuevamente la presidencia, Joe Biden terminaría su segundo gobierno a los 86 años, algo inédito en Estados Unidos. La edad del actual mandatario ha un obstáculo desde la campaña anterior y los republicanos lo han sabido aprovechar. Videos que muestran los lapsus o tropiezos del demócrata son usados con frecuencia para afirmar que no tiene todas las facultades necesarias para gobernar.
“Parte de las críticas constantes que Biden recibió por parte de Trump y de los republicanos más reaccionarios es que ya no tiene cordura, que casi padece demencia. Obviamente eso no es cierto, pero en ocasiones él responde improvisando y eso le ha permitido a algunos capturar imágenes que favorecen esa percepción de que su edad es un impedimento para que gobierne. Sin embargo, Biden ha sido muy consistente en su forma de operar y de conducirse. Simplemente que en una sociedad que vanagloriza la juventud y la imagen, ese es un flanco en el muchos lo ven débil”, dice a El Comercio Octavio Pescador, analista político y comentarista de CNN.
Según los dos chequeos médicos a los que se sometió durante su presidencia, Biden es apto para ejercer su trabajo. Desde las filas demócratas se ha defendido que el presidente tiene una amplia experiencia a su favor, la misma que amasó en sus décadas como senador y vicepresidente de Barack Obama.
¿Cómo enfrentar el debate sobre la edad? Pescador explica que la estrategia de los demócratas se apoya en que la compañera de fórmula de Biden es Kamala Harris, una mujer de 58 años con mucha vitalidad. Además, la persona elegida para dirigir la campaña a la reelección es Julie Chávez Rodríguez, una joven latina de 35 años con la que los demócratas buscan llegar a los millennials latinos que ya pueden votar.
Tampoco se puede olvidar que Biden no es el único longevo. De repetirse el último duelo por la Casa Blanca, el demócrata se enfretaría a Trump, que cumplirá 78 años en el 2024.
2. La economía y los resultados de su primer mandato
Otro aspecto importante que va a definir si Biden tiene buenas perspectivas para la campaña es la condición de la economía.
Por el momento las cifras son positivas. Según la agencia AFP, la principal economía mundial terminó el 2022 con un crecimiento superior al 2% y con una tasa de desempleo por debajo del 4%, aunque este repunte estuvo acompañado de un aumento histórico de la inflación.
Pescador recuerda que se había previsto una crisis económica para este año y finalmente se pospuso. Evidentemente, una recesión o una desaceleración del crecimiento que implique mucho desempleo podría impactar en la campaña de Biden, más aún si se suma a un incremento en los precios de productos de la canasta básica.
“Si la situación sigue como se está dando en este momento, con una desaceleración paulatina, y hay otros sectores que empiezan a crecer y a prosperar, por ejemplo, una decisión favorable respecto al programa DACA que viene dentro de poco, la decisión para la reducción en las deudas de los colegios comunitario o, algunas otras ayudas que se han manejado por la administración, entonces Biden va a poder sortear bien los ataques de la derecha en este rubro”, apunta Pescador.
El experto añade que a Biden lo van a atacar en dos sentidos. Primero lo acusarán de no maneja bien la economía y luego defenderán que quiere llevar a un socialismo a Estados Unidos. “En la campaña anterior ya sorteó lo del socialismo y pudo moderar su discurso. Hay voces de la izquierda que lo han criticado porque dicen que se está yendo muy al centro, por ejemplo en temas como la migración. En ese aspecto la postura que ha tomado, y por lo que lo ha criticado, es más conservadora. Eso le va a permitir ponerse un escudo ante las críticas de la derecha”, agrega.
Más allá de las críticas, Biden cuenta con innegables éxitos como la aprobación de gigantescas inversiones en infraestructuras, industrias punteras y transición energética. Sin embargo, en temas más domésticos no ha podido hace mucho sobre las reglas de uso de las armas de fuego y la crisis migratoria que sigue latente en la frontera con México.
“Ha gobernado con eficacia, aunque no luce su forma de gobernar, ha logrado cosas con su experiencia y con sus relaciones en el Legislativo porque logró negociar el plan de infraestructura y otras cosas que le han funcionado bastante bien. No es alguien que publicite y que sea muy carismático para enseñar el logro, pero en términos de oficio lo ha hecho bien y eso cuenta en términos de las decisiones”, dice Pescador.
A nivel de política exterior, el demócrata retomó los lazos que habían sido descuidados por Trump y asumió una postura de liderazgo frente a la guerra en Ucrania. Pese a ello, la retirada de Afganistán y el posterior ascenso de los talibanes al poder son manchas en su gestión del escenario internacional.
3. El factor Trump y la polarización creciente
Aunque Biden ha creado empleos y reducido la inflación, aún necesita convencer a más votantes, algo bastante complicado en un país sumido en una fuerte división. En esa línea, la polarización también presenta un reto para el demócrata, especialmente frente a un posible rival polarizante como Donald Trump o incluso DeSantis.
Aunque las divisiones en la sociedad se agravaron durante el mandato de Trump, Biden, que intenta mostrarse como centrista y conciliador, también genera polarización.
Según una encuesta de Reuters-Ipsos de diciembre del 2022, el 85% de los republicanos desaprueban su política y el 76% de los demócratas la aprueba. Su índice de popularidad entre los votantes sigue siendo bajo, alrededor del 43% a mediados de febrero del 2023, señala AFP.
Pese a ello, en una posible revancha igual a la del 2020, Pescador considera que el factor Trump no va a ser tan difícil de sortear para Biden porque ya hubo un encuentro entre ambos.
“Ya saben qué decir y cómo actuar. Ya hay un esquema con el que Biden a torear las envestidas de Trump. Y Trump, a su vez, va a tener un flanco constante de problemas legales que atender. Ya vimos uno y eso va a limitar lo que pueda decir y hacer porque va a estar bajo un mayor escrutinio”, afirma.
Eduardo Gamarra
Catedrático de la Universidad Internacional de Florida
- ¿Cuál es el mayor reto que enfrenta Biden en su campaña a la reelección?
La crítica principal es el tema de la edad. Biden es un señor que va a tener 82 años en el 2024 y que tendrá 86 al final de su periodo, si sobrevive. No hay preguntas sobre sus habilidades físicas, sino más bien sobre sus habilidades cognitivas. Habiendo dicho eso, su último certificado médico es muy bueno, yo creo que mucha gente confunde lo que él ha tenido desde chico, que es el tartamudeo, con fallas o problemas cognitivos. Hay que tener mucho cuidado en eso. De vez en cuando he tenido algunos trastabillos, pero nada de gravedad. Yo he escuchado a presidentes mucho más jóvenes que él cometer errores graves, pero la verdad es que Biden sería un presidente muy viejo.
- De ganar Biden o Trump, Estados Unidos volvería a tener el presidente más longevo de su historia…
Yo me acuerdo que cuando Ronald Reagan se lanzó a la reelección tenía 69 años y el gran debate era que ya era demasiado viejo para ser presidente. El primer desafío que tiene Biden es demostrar que está cognitivamente como si tuviese 35 años y eso va a ser difícil. Ahora, la ventaja es que su rival sería Donald Trump y yo creo que uno tendría que dudar mucho más de la habilidad cognitiva de Trump. Entonces, el problema es que son dos ancianos los que estarían compitiendo.
- ¿Qué desafíos tendrá Biden frente a un candidato con un discurso como el de Trump?
Hay varias cosas ahí. Biden ha dicho en muchas ocasiones que la economía está muy bien. Ha creado más de un millón de empleos, algo que es verdaderamente espectacular, hay pocos presidentes que han tenido esos resultados. En el mismo contexto tenemos una inflación que llegó al 9%, pero que hoy está en el 5%. A la vez, la reserva dice que a final de año habrá una pequeña recesión, probablemente vamos a tener un decrecimiento en el crecimiento del país. El desafío económico es convencer a la gente de que sí nos está yendo bien. Vemos que los demócratas están convencidos, pero ha sido muy difícil convencer a independientes o republicanos. El gran desafío para Biden no es tanto retener a los demócratas, sino convencer a los independientes, que son una fuerza electoral muy fuerte.
- ¿Qué papel jugará la polarización entre los republicanos y los demócratas en la campaña por la Casa Blanca?
Biden fue el candidato que de alguna manera surgió en el ciclo anterior como el gran político que podía reducir la polarización, que iba a gobernar desde el medio, que iba a ser más conciliador, etc. Si bien creo que aún tiene esas características, lo triste ha sido que el país probablemente está más polarizado hoy que cuando llegó a la presidencia. Eso hace que el contexto actual sea bastante difícil porque para que haya polarización tienes que tener dos polos y el problema es que el otro candidato va a ser Trump y si hay alguien que polariza mucho es Donald Trump. Yo creo que vamos a tener más polarización. Y no necesariamente porque Biden se ha lanzado a la elección, sino porque vamos a tener un ambiente muy áspero con el Partido Republicano, ya sea con un candidato como Trump, que en este momento parece lo más probable, o con uno como el gobernador de Florida Ron DeSantis, que quizás es una figura aún más polarizante que Donald Trump.