La creciente rivalidad entre el presidente de Bolivia, Luis Arce, y quien fuera su mentor y aliado, el exmandatario Evo Morales, ha provocado un nuevo nivel de caos y violencia en el país. Este jueves, los partidarios del exgobernante bloquearon por cuarto día consecutivo varias carreteras de la nación, lo que, según las autoridades, se ha traducido en dos muertes y daños económicos que lamentar.
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El enojo de los llamados ‘evistas’ se centra en una sentencia del Tribunal Constitucional que a fines de diciembre pasado inhabilitó a Morales como candidato para las elecciones presidenciales del 2025, con el argumento de que ya ejerció los dos mandatos que permiten las normas.
En específico, campesinos y grupos cocaleros exigen la renuncia de los jueces del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que ampliaron su mandato para evitar un “vacío de poder” hasta que se realice una nueva elección judicial, estancada por falta de acuerdos en el Congreso.
Los bloqueos indefinidos de carreteras, realizados con piedras, troncos y llantas en llamas, han afectado el tránsito en vías de los departamentos de Cochabamba, Oruro, Potosí y La Paz. El miércoles se informó de la muerte de una mujer de la tercera edad después de que quedara varada cuando se trasladaba a Santa Cruz, mientras que este jueves se reportó del fallecimiento de un camionero de 57 años en Cochabamba, presuntamente a causa de un infarto. El gobierno atribuyó los decesos al “bloqueo evista”.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, denunció este jueves que los bloqueadores del ala “evista” atacaron a policías en el departamento de Oruro y protagonizaron una emboscada en Potosí, lo que dejó más de 20 heridos en filas de la institución del orden.
Ríos denunció que, en Cochabamba, donde los bloqueos son más fuertes, hay manifestantes usando dinamita en los cerros para que los escombros caigan sobre las vías mientras circulan vehículos y personas.
“Desestabilizar”
El gobierno de Arce responsabilizó este miércoles a Morales por los conflictos y los perjuicios que provocan los bloqueos.
“Estamos evitando es que haya derramamiento de sangre y que haya muertos porque es lo que está buscando Evo Morales y hay que decirlo con nombre y apellido. Él es el causante de todos los conflictos que están ocurriendo en el país”, dijo el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo Del Castillo.
“A él (Morales) lo que le interesa es desestabilizar a cualquier Gobierno mientras él no esté a la cabeza”, agregó.
En la misma línea, la ministra de la presidencia, María Nela Prada, sostuvo que “la verdadera intención de los bloqueos es imponer una candidatura”, en referencia a las aspiraciones electorales de Morales.
Según el gobierno, los bloqueos causan un perjuicio económico diario de más de 121 millones de dólares para Bolivia.
Por su parte, el exmandatario denunció que el gobierno “reprime y amenaza con criminalizar la protesta social”.
“No puedo entender cómo hermanas y hermanos que antes luchaban con nosotros, que han sido parte de nuestros logros y triunfos como Movimiento Indígena Campesino, que han sufrido la represión y persecución de la derecha neoliberal que utilizaba a la policía y a los militares para atacarnos y masacrarnos, hoy repiten el mismo discurso, calificando de narcotraficantes y terroristas a las y los compañeros que expresan legítimamente su indignación contra la autoprórroga inconstitucional del Tribunal Constitucional Plurinacional”, escribió en su cuenta en la red social “X”.
No puedo entender cómo hermanas y hermanos que antes luchaban con nosotros, que han sido parte de nuestros logros y triunfos como Movimiento Indígena Campesino, que han sufrido la represión y persecución de la derecha neoliberal que utilizaba a la policía y a los militares para…
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) January 24, 2024
Mientras tanto, no hay señales de que la tensión empiece a reducir. “Esto va a crecer, está empezando recién y se sumarán otras regiones y otros puntos”, advirtió Humberto Claros, dirigente de los cocaleros.
Los ojos en las elecciones
Los bloqueos y el caos de los últimos días son la prueba más reciente de cómo la enemistad entre Arce y Morales, ambos del Movimiento al Socialismo (MAS), ha crecido desde el 2021.
Los exaliados mantienen una disputa interna en el MAS que se profundizó por la aspiración del exmandatario de ser candidato en las próximas elecciones.
El gobierno de Arce, que todavía no ha anunciado su intención de buscar la reelección, considera que lo que impulsan los bloqueos es el interés de Morales de volver al poder.
En el otro extremo, los sectores leales al expresidente acusan al Gobierno de “instruir” sentencias y hacer “pactos políticos” con la Justicia.
Morales ocupó la presidencia entre el 2006 y el 2019, cuando se vio forzado a renunciar por un estallido social que denunciaba su supuesto intento de fraude electoral para obtener un cuarto mandato.
Rafael Archondo
Periodista y analista político boliviano
Los bloqueos son un reflejo de la división interna que existe en el MAS. En este momento hay una lucha entre los seguidores del gobierno de Luis Arce y los paridarios de Evo Morales, que está atrincherado en la región cocalera de Cochabamba, donde tiene su mayor espacio de influencia.
Bolivia está viviendo bloqueos prácticamente después de una década y media. Estos no se producían porque quienes gobernaban eran los que antiguamente bloqueaban las calles. Pero ahora se ha producido una separación entre el gobierno que ellos ayudaron a elegir y la base social y sindicalizada y campesina que ha quedado bajo el control de Morales.
Las elecciones judiciales han sufrido un bloqueo en el Congreso, los jueces han excedido su mandato, pero continúan operando. Todos los jueces se han aliado con el gobierno de Arce en la perspectiva de seguir en sus puestos y eso molesta a Morales. Estos mismos jueces emitieron una sentencia constitucional que plantea que Morales ya no tiene derecho a una nueva postulación en el 2025 porque ya excedió el tiempo de 10 años que puede tener un gobernante, una interpretación desfavorable a Morales, por eso el exmandatario quiere sacarlos de la escena y buscar un escenario más propicio para lograr su candidatura en el 2025.
La polarización clásica en Bolivia se está moviendo dentro del MAS. La oposición clásica, de derecha, está como espectadora de este conflicto interno, que evidentemente es el que va a dirimir las elecciones del próximo año. Es un hecho que el MAS está dividido y presentará dos candidatos.