Antes de saltar a la vida política, Arévalo era conocido como un académico dedicado a escribir libros y artículos sobre las relaciones cívico-militares y seguridad. (Foto: EFE).
Antes de saltar a la vida política, Arévalo era conocido como un académico dedicado a escribir libros y artículos sobre las relaciones cívico-militares y seguridad. (Foto: EFE).
Agencia EFE

El académico de 64 años Bernardo Arévalo de León busca llegar a la presidencia de y así emular el Gobierno de su padre, Juan José Arévalo Bermejo, quien entre 1945 y 1951 consolidó una de las Administraciones más relevantes en la historia del país.

De la mano del partido Movimiento Semilla, el candidato progresista pretende devolver a Guatemala una “primavera” similar a la del Gobierno de su progenitor, una etapa durante la cual se alcanzaron importantes avances en favor de los ciudadanos, como el Seguro Social y la libertad de emisión del pensamiento.

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“Yo no soy mi padre”, señaló Arévalo de León el miércoles en el cierre de su campaña. “Pero recorro el mismo camino que él construyó y lo vamos a recorrer juntos como pueblo. Tengo el mismo anhelo que él y los revolucionarios de 1944″, añadió acto seguido frente a una gran multitud en la Plaza de Constitución de Ciudad de Guatemala.

Antes de saltar a la vida política, Arévalo era conocido como un académico dedicado a escribir libros y artículos sobre las relaciones cívico-militares y seguridad.

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El hoy candidato también tuvo su paso por la diplomacia, ya que entre 1995 y 1996 fue embajador de Guatemala en España y un año antes había sido viceministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del expresidente Ramiro de León Carpio.

De igual forma, en la década de 1990 fungió como secretario consular de Guatemala en Israel y también laboró como conciliador de conflictos para distintas organizaciones en Asia y África.

LA SORPRESA DE LOS COMICIOS

Todas las encuestas colocaban a Arévalo de León en una séptima u octava posición entre los casi veinticinco candidatos presidenciales que participaron en las elecciones del pasado 25 de junio.

Sin embargo, Arévalo de León, encabezando el Movimiento Semilla, que fundó junto a un grupo de académicos y estudiantes desde 2015, arrasó con el voto urbano y logró el segundo puesto de los comicios, por detrás de la ex primera dama, Sandra Torres Casanova, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

Ambos se enfrentarán el próximo domingo en el balotaje y esta vez las encuestas colocan a Arévalo de León como el favorito, con una intención de voto de entre el 60 y 65 por ciento del total.

UN HOMBRE SIN SOBRESALTOS

Arévalo de León, quien actualmente se desempeña como diputado de Semilla, ha transitado por la campaña electoral sin sobresaltos ni escándalos, fiel a su perfil de hombre conciliador.

El académico mantuvo la templanza cundo en julio pasado, durante una entrevista radiofónica, pretendieron incomodarle porque aparecía en unas fotos distribuidas en las redes sociales en las que se le veía asistiendo a una boda homosexual.

“Sí, claro, son fotos donde yo participé en esa boda gay en Ciudad de México”, respondió con total serenidad ante los micrófonos. “Es mi hija la que se estaba casando. Y entonces yo la llevé al altar. Es mi hija y mi familia”, replicó.

Igualmente dio muestra de temperancia en el único debate celebrado en esta campaña electoral, el pasado 14 de agosto. Su oponente, la cadidata Sandra Torres, se refirió a él varias como “uruguayo”, recordándole que nació en ese país suramericano cuando su padre se encontraba en el exilio.

El candidato progresista también se ha caracterizado por ofrecer al electorado una batalla frontal con la corrupción estatal y no negociar con los sectores tradicionales de la política guatemalteca.

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