Una de las certezas que se ha mantenido a lo largo de la crisis política en Venezuela es que las Fuerzas Armadas son pieza clave para que Nicolás Maduro siga en el poder. Ahora que la fecha de investidura presidencial llegó -será el 10 de enero- los ojos nuevamente se posan sobre los militares con la duda de si mantendrán su respaldo al régimen o responderán al llamado de la oposición y reconocerán a Edmundo González Urrutia como nuevo mandatario.
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González Urrutia y todo el aparato opositor encabezado por María Corina Machado han redoblado en los últimos días sus esfuerzos por convencer a las Fuerzas Armadas de aceptar que los venezolanos votaron contundentemente por un cambio en las elecciones del 20 de julio pasado, como lo reconocen expertos y sectores de la comunidad internacional.
“El 10 de enero, por la voluntad soberana del pueblo venezolano, yo debo asumir el rol de comandante en jefe”, dijo el domingo González Urrutia a los militares a través de la red social X.
“Nuestra Fuerza Armada Nacional está llamada a ser garantía de la soberanía y de respeto a la voluntad popular. Es nuestro deber actuar con honor, mérito y conciencia, guiados por los valores que nos unen con una institución fundamental de la República”, añadió.
González Urrutia, que se exilió en España en setiembre pasado, ha dedicado los últimos días a realizar una gira internacional para recabar apoyos, pero ha asegurado que irá a Venezuela para su juramentación como nuevo presidente. El respaldo de las Fuerzas Armadas se pondrá a prueba desde que el opositor intente poner un pie en el país llanero pues sobre él pesa una orden de arresto y hasta se ofrece una recompensa de 100.000 dólares por información que ayude a capturarlo.
María Corina Machado afirmó el martes 7 que existen “divisiones y fracturas cada vez mayores” en el régimen y aseguró que se mantiene en contacto con policías y militares, quienes “están tomando decisiones” sobre su accionar el 10 de enero.
“Cada quien está tomando una decisión: si quiere ser tirano te reprime o un héroe que defiende a su pueblo. (...) Esta es su gran oportunidad”, afirmó Machado en una conferencia de prensa virtual.
Además, la opositora afirmó que los funcionarios militares y electorales cooperaron el día de los comicios presidenciales del 28 de julio para que la principal coalición antichavista obtuviera las actas de votación que dan como vencedor a González Urrutia.
Según el diario “The New York Times”, las fuerzas armadas de Venezuela cuentan con aproximadamente 150.000 miembros, divididos entre el ejército, la marina, la fuerza aérea y la guardia nacional. También hay una fuerza policial nacional y una milicia nacional —esta última con poco o ningún entrenamiento— a las que se puede llamar para tomar las armas en una emergencia.
“El gobierno ha comprado lealtad otorgando a altos oficiales militares empleos bien remunerados o el control de industrias estatales”, señala el medio.
Son precisamente estas fuerzas las que por años han reprimido las protestas ciudadanas, han perseguido a los opositores y han violado los derechos humanos de miles de personas disconformes con el régimen. En suma, han garantizado que Maduro y su cúpula se mantengan en el poder.
Eduardo E. Hernando Nieto, director de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), señala que en términos de lo que es en esencia la política moderna, por un lado están las normas, las instituciones y las leyes, y, por otro, la fuerza.
“En nuestras repúblicas las Fuerzas Armadas son las que realmente dirimen, en último término, para bien o para mal. En el caso de Venezuela hay toda una historia previa que nace justamente con un caudillo militar, como Hugo Chávez. De hecho, sabemos también que hay una cúpula militar que es el soporte del Partido Socialista Unido de Venezuela. Diosdado Cabello ha sido militar. Maduro es el único que no ha sido militar. Al final todo depende de lo que esta cúpula destina”, dice a El Comercio.
La cúpula: sin indicios de cambio de postura
Hasta el momento esta enmarañada red de fuerzas de seguridad ha respaldado a Maduro principalmente porque su cúpula así lo ha decidido. El lunes, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, rechazó el llamado de la oposición y reiteró la lealtad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a Maduro.
“Hemos visto con profunda indignación un video publicado la noche de ayer, domingo 5 de enero, por el cobarde Edmundo González Urrutia, dirigiéndose de manera desvergonzada e insolente a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (...). Rechazamos categóricamente y con absoluta vehemencia este payasesco y bufo acto de politiquería despreciable”, dijo en una alocución transmitida por el canal estatal VTV.
“Que el mundo entero lo sepa, el próximo 10 de enero de 2025 ratificaremos el irreductible compromiso con la democracia venezolana y reconoceremos al ciudadano Nicolás Maduro Moros como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, reelecto para el periodo 2025-2031″, añadió.
En la misma línea, el ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, considerado número dos del régimen, le advirtió este lunes a González Urrutia que “apenas ponga un dedo en Venezuela será detenido”.
En este escenario, Hernando Nieto considera que hasta el momento no hay ningún indicio de que haya un cambio de postura importante en las Fuerzas Armadas en favor de la oposición. “Si lo hay, probablemente sea por ahora todavía mínimo. Aparentemente, no hay ningún tipo de respuesta positiva hacia el llamado opositor. Por el momento, creo que las cosas van a darse de acuerdo a lo que está establecido por el régimen”, apunta.
En el saludo de fin de año a la Fuerza Armada Nacional dado en diciembre pasado, Maduro alertó a la cúpula militar sobre posibles traiciones y caballos de Troya “que se suman a la intriga y a la siembra de odio y división del fascismo”.
Además de Padrino López, en esa reunión estaban presentes otras figuras de la cúpula militar como el comandante Estratégico Operacional de la FANB, GJ Domingo Hernández Lárez y el Contralmirante Pedro Elías González Rubio.
La postura del régimen no se ha quedado solo en palabras. Cabello informó el lunes que 125 “mercenarios” de 25 nacionalidades han sido detenidos tras ser señalados por “actos terroristas” y “de desestabilización”, que vinculó con la oposición.
Maduro felicitó a las fuerzas del orden y aseguró que los “mercenarios” planeaban atentar contra funcionarios del gobierno. “Orgulloso de ustedes, hombres y mujeres de uniforme, ¡Guardia en alto y listos para el combate permanente!”, afirmó.
Además, González Urrutia denunció este martes que encapuchados secuestraron a su yerno en Caracas y, poco después, Machado informó que agentes del régimen han rodeado la casa de su madre.
La situación es de extrema tensión en momentos en que la oposición se prepara para una movilización el 9 de enero, que convoca en el país caribeño y en todo el mundo, para apoyar la victoria de González Urrutia.
Presión externa
Si bien la comunidad internacional lleva varios meses haciendo un llamado a todos los sectores de Venezuela a garantizar el respeto del resultado electoral, no parece que esto haya hecho un cambio al interior del país.
“Puede haber cierta presión internacional, pero finalmente las cosas se juegan en la cancha. Los políticos de otros países cumplen ciertos papeles, pero finalmente la política es realidad. Entonces, todo al final depende de esa cúpula militar. Si se quiebra, entonces obviamente hay un cambio. Si no se quiebra, no. Esa es la situación real”, apunta Hernando Nieto.
Además, explica, habrá que esperar el cambio de mando en Estados Unidos, el 20 de enero. “González Urrutia se ha reunido con Biden, pero finalmente ya Biden no tiene tampoco ningún tipo de poder en este momento. Habría que ver cuál será la postura final del gobierno de Trump en este caso”, apunta.