¿Cómo fueron asesinados los tres surfistas australianos y estadounidense en México?

Los hermanos australianos Jake y Callum Robinson, y el estadounidense Jack Carter Rhoad, habían llegado al estado de Baja California, en México, siguiendo su pasión por el surf. Pero los tres encontraron un trágico destino cuando fueron asesinados durante un presunto asalto para robarles su camioneta.

La semana pasada, Debra Robinson, madre de los australianos, publicó en Facebook un mensaje donde pedía ayuda para encontrar a sus hijos. Ella dijo que no sabía nada de Callum (33 años) y Jake (30) desde el 27 de abril. Agregó que Callum era diabético.

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Antes de su desaparición, los tres amigos habían acampado y practicado surf durante varios días en la costa al sur de la ciudad de Ensenada, en una zona alejada donde los residentes consideran que no es seguro quedarse. Precisamente las últimas fotos que compartieron en las redes sociales los mostraban sentados mirando cómo las olas golpeaban contra las rocas.

El viernes 3 de mayo, las autoridades informaron del hallazgo de cuatro cuerpos en un pozo. El domingo se confirmó que tres de ellos eran los jóvenes desaparecidos. Todos tenían heridas de bala en la cabeza.

Según la hipótesis preliminar de la Fiscalía de Baja California, los tres amigos habían hecho una parada para surfear en Punta San José, a unos 80 kilómetros al sur de Ensenada. Allí fueron atacados el 28 o 29 de abril.

La agencia AP explicó que cuando la policía llegó al último campamento conocido de los jóvenes quedó claro que algo había salido mal.

Había manchas de sangre y huellas de arrastre “como de bultos pesados”, lo que hizo sospechar de un ataque, según la fiscalía de Baja California.

De acuerdo con las autoridades, los ladrones mataron a los tres hombres para robarles su camioneta porque querían los neumáticos y otras piezas. Luego supuestamente se deshicieron de los cadáveres, arrojándolos en un pozo de unos 15 metros de profundidad, ubicado a 6,4 kilómetros del lugar del crimen.

El cuarto cadáver hallado en el pozo tenía más tiempo en el lugar que los cuerpos de los jóvenes.

La fiscal jefa de Baja California, María Elena Andrade Ramírez, dijo que probablemente los asesinos vieron la camioneta pickup y las tiendas de campaña de los extranjeros y los siguieron por varios días.

Cuando finalmente fueron a robarles, según la fiscal, los surfistas se habrían resistido al asalto y fue entonces cuando les habrían disparado en la cabeza a cada uno de ellos.

“Los agresores sacan un arma que tenían en su poder y privan de la vida al que de inicio se opuso al robo y posteriormente se les echan encima a los otros dos (...) y también los privan de la vida”, dijo la fiscal.

Luego, los asesinos fueron a lo que la fiscal llamó “un sitio al que es extremadamente difícil llegar” y arrojaron los cuerpos en un pozo que aparentemente conocían.

En noviembre del 2015,

dos surfistas australianos, Dean Lucas y Adam Coleman, fueron asesinados y sus cuerpos luego quemados cuando viajaban por el estado de Sinaloa.

Andrade dijo que los investigadores no descartan la posibilidad de que los mismos sospechosos también arrojaran el otro cuerpo al pozo como parte de algún crimen anterior.

Los ladrones supuestamente cubrieron el pozo con tablas, de acuerdo con Univisión. “Era literalmente casi imposible encontrarlo”, dijo Andrade. Agregó que la tarea para recuperar los cadáveres del pozo tomó cerca de dos horas.

Los criminales también intentaron destruir las evidencias de manera apresurada, pues quemaron las tiendas de campaña de los extranjeros y su camioneta fue conducida a kilómetros de distancia y también fue incendiada. El vehículo de los presuntos asaltantes fue encontrado más tarde con un arma en el interior.

Hasta el momento las autoridades han detenido a tres sospechosos del crimen. Dos de ellas fueron sorprendidas con metanfetaminas. Una de ellas, una mujer, tenía el teléfono móvil de una de las víctimas cuando fue detenida.

El tercer arrestado se llama Jesús Gerardo N, alias ‘El Kekas’, quien cuenta con un amplio prontuario penal que incluye tráfico de drogas, robo de vehículos y violencia doméstica.

De acuerdo con las investigaciones, ‘El Kekas’ participó directamente en los asesinatos.

México registra más de 450.000 muertos

y más de 100.000 desaparecidos desde que finales del 2006, cuando el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón lanzó una guerra contra el narcotráfico.

Callum Robinson vivía en San Diego, California, al otro lado de la frontera entre Estados Unidos y México, apuntó BBC Mundo.

Era graduado de la Universidad Stevenson de Maryland y miembro del Equipo Nacional de Lacrosse de Australia, deporte similar al hockey sobre hierba.

Su novia Emily Horwath publicó varias imágenes de la pareja en Instagram tras conocerse el asesinato.

“Mi corazón está destrozado en un millón de pedazos. No tengo palabras en este momento”, escribió.

En un comunicado, el director de atletismo de la Universidad Stevenson, Brett Adams, dijo que Callum era “un estudiante estelar, un atleta estelar y un amigo todavía mejor”.

“Todos estamos muy agradecidos de que formara parte de nuestras vidas. Vivió una vida extraordinaria, pero lo que más impresiona de Callum es que era un amigo leal. Una vez que eras su amigo, lo eras para toda la vida”, dijo su antiguo entrenador, Paul Cantabene.

México cerró el 2023 con más de 41 millones de turistas,

más de la mitad de ellos estadounidenses. Las playas son el principal destino.

Jake Robinson era hermano de Callum. Dos semanas antes de su muerte había salido de Australia.

Juntos a su hermano asistió al festival de música Coachella, en California, antes de cruzar la frontera hacia México, indicó BBC Mundo.

A su retorno a Australia, Jake tenía previsto trabajar como médico en un hospital de Geelong, una ciudad portuaria del estado de Victoria, a 65 km de Melbourne.

Jack Carter Rhoad, de 30 años, era amigo de Callum, vivía en San Diego y trabajaba en una empresa de servicios tecnológicos desde diciembre de 2019, reseñó BBC Mundo.

En el 2012 había fundado una empresa de ropa Loma Apparel. Entre el 2014 y 2015 jugó al fútbol profesional en el Deportivo Mixco, en la liga nacional de Guatemala.

También había sido voluntario en viajes humanitarios a Sudáfrica, Guatemala y México.