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¿Cuánto daño ha causado Israel hasta ahora al programa nuclear de Irán con sus bombardeos?
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Israel ataca desde el viernes Irán con el objetivo de destruir por completo su programa nuclear, que considera que es de carácter militar y con el fin de conseguir un arma nuclear, mientras Teherán sostiene que es pacífico y de uso civil. Hasta ahora, los aviones israelíes han bombardeado las centrales nucleares de Natanz, Isfahán y Fordow. Además, Israel ha matado a nueve científicos nucleares. ¿Cuánto daño se ha causado a la infraestructura?
De acuerdo con el diario israelí Haaretz, una fuente con conocimiento del tema aseguró que Israel cuenta con información de inteligencia que indica que Natanz sufrió daños considerables, aunque se requieren más inspecciones y evaluaciones para determinar la magnitud total de los daños y si la instalación se derrumbó por completo. Pero el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, declaró el lunes que la estructura superficial y su central eléctrica quedaron destruidas, mientras que la instalación subterránea permanece intacta. Aunque un día después, el martes, el mismo organismo indicó que “identificó nuevos elementos que muestran impactos directos en salas subterráneas” de la instalación.
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La central nuclear de Natanz, ubicada en el centro de Irán, es una de las instalaciones clave del programa nuclear iraní. Está diseñada principalmente para enriquecer uranio mediante centrifugadoras. Aunque parte del complejo está en la superficie, una sección importante de sus instalaciones está ubicada bajo tierra, reforzada para dificultar su destrucción en caso de un ataque aéreo.

La infraestructura subterránea de Natanz fue construida con capas de concreto armado y acero, y se encuentra a una profundidad estimada de entre 8 y 23 metros, protegida además por una gruesa capa de tierra.
Grossi dijo el lunes que la infraestructura eléctrica de Natanz, que incluía una subestación eléctrica, un edificio principal de suministro de energía, así como el suministro de emergencia y generadores de respaldo, fue destruida por los bombardeos de Israel. Agregó que la pérdida de energía podría haber dañado las centrifugadoras que están bajo tierra.

En cuanto a la planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, Israel la atacó el viernes, pero el OIEA informó el lunes que no se vio afectada. Mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no han afirmado de que haya sufrido daños significativos. Por su parte, la cadena estatal iraní Press TV reportó que las defensas aéreas iraníes derribaron un dron israelí en las cercanías de la planta el viernes.
Fordow, ubicada al sur de Teherán, cerca de la ciudad de Qom, está construida dentro de una montaña, lo que la convierte en una de las instalaciones nucleares más fuertemente protegidas de Irán.
A diferencia de Natanz, Fordow fue diseñada desde el inicio con propósitos defensivos: está enterrada bajo al menos 80 metros de roca y hormigón, lo que la hace extremadamente difícil de destruir incluso con bombas antibúnker de alta potencia.

El centro nuclear de Isfahán también fue atacado por Israel y a consecuencia de ello cuatro de sus edificios resultaron dañados: el laboratorio químico central, una planta de conversión de uranio, la planta de fabricación de combustible para el reactor de Teherán y una instalación de procesamiento de UF4 a metal de uranio enriquecido, en construcción, explicó el OIEA el lunes.
El sábado, Behrouz Kamalvandi, portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán, dijo que los daños en Isfahán fueron limitados. Un cobertizo de la instalación se incendió, manifestó.
Isfahán, oficialmente conocido como la Planta de Conversión de Uranio, está ubicado en las afueras de la ciudad de Isfahán, en el centro de Irán. Es una pieza clave del programa nuclear iraní, ya que allí se transforma el mineral de uranio en gas hexafluoruro de uranio (UF6), un paso necesario para el enriquecimiento del material en centrifugadoras. A diferencia de otras instalaciones, está construido principalmente en la superficie, lo que lo convierte en un objetivo más vulnerable ante los bombardeos.
La ayuda clave de Estados Unidos

¿Pero será capaz Israel de destruir la infraestructura nuclear de Irán y acabar con su programa? El analista internacional Roberto Heimovits le dijo a El Comercio que el programa nuclear de Irán es bastante grande y comprende muchas instalaciones, varias de ellas subterráneas, a diferencia, por ejemplo, el programa nuclear de Irak, que Israel destruyó en 1981 acabando con un solo reactor.
“Aún así, la Fuerza Aérea israelí está bombardeando y destruyendo desde el aire varias de estas instalaciones. Con ello, podría retrasar el programa nuclear de Irán durante meses. Pero para acabar con este por completo tendría que destruir también dos instalaciones que son críticas, que están muchos metros bajo tierra: Natanz y Fordow. Eso ya es más difícil. Ahora, no se puede descartar que Israel tenga los medios para hacerlo”, indicó Heimovits.
Para que Israel complete la destrucción de la infraestructura nuclear necesitaría que Estados Unidos le entregue las armas con las que podría hacerlo. En este punto, Heimovits remarcó que el presidente Donald Trump se ha mostrado reacio a participar directamente en los ataques israelíes a Irán.
“Estados Unidos podría darle a Israel estas bombas especiales que pueden penetrar muchos metros bajo tierra, pero no sé si Israel cuenta con los aviones suficientemente grandes para transportarlas, pues pesan muchas toneladas”, dijo Heimovist.
Efectivamente, Estados Unidos posee las bombas antibúnker avanzadas GBU-57 (MOP), que serían capaces de destruir las instalaciones subterráneas de Natanz y Fordow. En su arsenal Israel cuenta con bombas antibúnker más ligeras, como las GBU-28. Así, sin el apoyo estadounidense, el objetivo final de Israel se hace muy difícil de cumplirse.

Las bombas GBU-57 MOP, consideradas las más poderosas del arsenal antibúnker de Estados Unidos, se lanzan exclusivamente desde bombarderos estratégicos B-2 Spirit, que son aviones furtivos diseñados para penetrar defensas aéreas altamente protegidas. Estas bombas pesan aproximadamente 13.600 kilos y son capaces de penetrar más de 60 metros de hormigón armado o 200 metros de tierra antes de detonar. No pueden ser transportadas por cazas como el F-15 o el F-35, debido a su enorme tamaño y peso.
“No sé si Estados Unidos se involucraría, a menos que el liderazgo iraní ataque instalaciones estadounidenses en el Medio Oriente”, remarcó Heimovits.
El analista también indicó que si bien Israel podría acabar con la infraestructura del programa nuclear iraní, queda el conocimiento que ya ha adquirido durante varios años, a través de decenas o centenares de técnicos, ingenieros y científicos.
“A la larga, para frenar el programa nuclear de Irán se tendría que negociar y llegar a un acuerdo como el del 2015, que lo lleve a fines pacíficos a cambio del levantamiento de las sanciones económicas. Pero no es seguro que el régimen iraní acepte un acuerdo así, porque podría pensar que lo haría verse débil, y a un régimen dictatorial como el de los ayatolas no le gusta dar señales de debilidad”, puntualizó Heimovits.










