Es uno de los cargos menos deseados del gobierno de Joe Biden: el nuevo coordinador de la respuesta de la Casa Blanca contra el COVID-19. Jeff Zients ha sido el elegido para liderar el equipo que tendrá a cargo la estrategia ante la pandemia del coronavirus, que ya ha matado a más de 400 mil personas en Estados Unidos, país que también lidera el ranking de los contagios con 24,8 millones de casos.
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“Han muerto más de 400 mil estadounidenses. Son más de los que murieron en la Segunda Guerra Mundial. Esta es una tarea de tiempos de guerra”, dijo el nuevo presidente estadounidense, Joe Bidenm, al día siguiente de instalarse en la Casa Blanca.
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La estrategia contra el COVID-19 que ha heredado el equipo de Biden es “mucho peor de lo que podrían haber imaginado”, según Jeff Zients, el nuevo coordinador de la respuesta de la Casa Blanca contra el COVID-19.
“La falta de la cooperación del Gobierno de [Donald] Trump ha sido un impedimento. No nos dieron la visibilidad que esperábamos tener sobre los suministros de vacunas”, dijo Zients al diario estadounidense, The New York Times.
No es la primera vez que Zients tiene la misión de sacar un barco a flote. No es gratuito que en su país lo conoxcan como Mr. Fix-It, algo así como el “Señor Arregla Todo”. Durante el gobierno del exmandatario Barack Obama, Zients fue designado en el cargo de director de desempeño de Obamacare, luego de que el programa sanitario se pusiera en peligro por fallas en la web HealthCare.gov. Él logró construir un sólido grupo de expertos que solucionó los errores por completo.
Para este 2021, Jeff Zients se ha comprometido en crear un plan, conformar al mejor equipo y así ofrecer resultados que beneficien al sistema de salud nacional de la mano de los profesionales adecuados.
Pese a que Zients no es un científico, sí es un experto en gestión en el sector privado, y entonces será quien escuche el consejo de los expertos médicos para tomar decisiones sobre restricciones de movilidad, uso de mascarillas y la distribución de la vacuna contra el coronavirus, entre otras.
“Lo que ha faltado en los últimos años, llamativamente, es una respuesta organizada”, dijo al Financial Times, Tom Frieden, exdirector del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) durante los años de Obama. “Hace falta alguien que sea el director de la orquesta. No necesita saber cómo tocar cada instrumento, sólo necesita saber qué hay que hacer para sacar lo mejor de cada uno”, agregó.
Loas y críticas
La primera tarea del grupo especial a cargo de Zients será mejorar el plan de distribución de la vacuna para cumplir con la promesa del flamante gobernante: inmunizar a 100 millones de personas en 100 días. Al mismo tiempo el equipo deberá encontrar una manera neutral de comunicar la importancia de usar las mascarillas ante un público que se dividió políticamente sobre el asunto.
Especialistas señalan que las primeras medidas, como distribuir todas las dosis disponibles y dar prioridad a los mayores de 65 años, ya habían sido tomadas por el gobierno de Donald Trump.
Otros critican que Zients no haya recomendado acciones más radicales, como que la Guardia Nacional se sume a la campaña. En tanto, otros aseguran que, un millonario salido de la educación privada de élite y sin experiencia en salud pública difícilmente podrá surfear la ola de una pandemia que, debido a desigualdades de décadas, ha golpeado especialmente a los afroamericanos y a los latinos.
“Las funciones centrales, que fueron cumplidas por la Casa Blanca durante el gobierno de [Donald] Trump, deben volver de manera virtualmente exclusiva al CDC, sin interferencia”, dice a ABC Lawrence Gostin, profesor de salud pública de la Universidad de Georgetown.
Pero también hay especialistas que lo respaldan: “Es la clase de persona que se arroja al fuego sin hacer aspaviento”, dice la ex secretaria del Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS) Sylvia M. Burwell, quien trabajó con él durante la crisis del Obamacare.
Experiencia acumulada
Según lo presentó la cadena de noticias ABC, Zients, de 53 años y con muy buenas conexiones en Washington DC, “ha descrito públicamente su carrera como una dedicada a obsesionarse por la ejecución, profundamente consciente de que realizar las grandes ideas es tan importante como desarrollarlas”.
En el 2002, Zients figuraba en la lista de Fortune como uno de los estadounidenses más ricos menores de 40 años, con una fortuna de 149 millones de dólares. Ganó cientos de millones de dólares cuando comenzaron a cotizar en bolsa dos empresas de cuya gestión participó, Advisory Board y Corporate Executive Board.
Luego de la gestión de Barack Obama, Zients fue miembro de la junta de Facebook, director ejecutivo del grupo financiero Cranemere y financista de una cafetería especializada en bagels muy popular en Washington DC, de nombre Call Your Mother (Llama a tu madre).
Zients señala que no le teme a los peligros: “Es muy agradable montarse sobre una estrella en ascenso, ser parte de algo que va realmente bien. Pero son las situaciones más duras las que ponen a prueba nuestro carácter, que nos obligan a ver qué funciona, quién da un paso adelante y qué es lo que más importa”.
Meses para ver resultados
Joe Biden ha reconocido que a su gobierno le llevará “meses darle la vuelta” a la situación.
“A lo largo del último año, no pudimos apoyarnos en el Gobierno federal para que actuara con la urgencia, la concentración y la coordinación que necesitamos, y hemos visto el costo trágico de ese fracaso”, señaló Biden.
El mandatario criticó particularmente la implementación de la campaña de vacunación, que describió como “un fracaso deplorable”, puesto que en más de un mes solo se han administrado 17,5 millones de las 37,9 millones de dosis disponibles de los preparados de Pfizer y Moderna, los primeros autorizados en el país.
“La brutal verdad es que va a llevarnos meses vacunar a la mayoría de los estadounidenses”, afirmó Biden.
El reto de las vacunas
El plan publicado la semana pasada por el gobierno estadounidense, de unas 200 páginas, tiene entre sus objetivos acelerar la manufactura, distribución y administración de las vacunas, garantizar su acceso a todos los estadounidenses sin discriminación y combatir el escepticismo de quienes no quieren recibir el inyectable.
El Gobierno federal planea colaborar con los estados para crear “todos los centros de vacunación que se necesiten”, incluida la habilitación de estadios y centros de conferencias, según un resumen del plan.
Además, Biden ordenó a su Gobierno recurrir a la Ley de Producción de Defensa, una legislación adoptada en 1950 en respuesta a la Guerra de Corea, para movilizar al sector industrial y acelerar la fabricación de máscaras, respiradores y otros equipos contra la pandemia.
Biden ha prometido que Estados Unidos administrará 100 millones de dosis de la vacuna en sus 100 primeros días en el poder, un objetivo que muchos consideran bajo, debido a que para cuando acabe ese plazo, el 29 de abril, el Gobierno federal debería tener ya disponibles al menos 200 millones de unidades.
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