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Indecopi, el cuarto elemento
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Cuando se establecen funciones de significativa relevancia para la sociedad, cuya administración y control requieren de un alto grado de autonomía y especialización, la Constitución Política establece un organismo estatal con autonomía máxima para encomendarle tales funciones. Así, un organismo constitucional autónomo no forma parte de la estructura del Poder Ejecutivo, pues se le necesita lejos de los vaivenes del poder político de turno.
En el ámbito económico, tenemos tres organismos de este nivel: el Banco Central de Reserva, con la función de garantizar la estabilidad monetaria, moderando la inflación y la volatilidad del tipo de cambio; la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, con la función de supervisar a las empresas que administran el ahorro de la ciudadanía y su futura jubilación; y la contraloría, con la función de asegurar el buen uso del dinero público para beneficio de la sociedad.
¿Qué nos falta en el ámbito económico? La autonomía constitucional del cuarto elemento: el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), que además es la autoridad de protección de los derechos de los consumidores. Este instituto tiene la misión de garantizar el adecuado funcionamiento de nuestra economía social de mercado y por ello está también a cargo de eliminar barreras burocráticas injustificadas que afectan la actividad empresarial y que establecen, entre otros, los ministerios. Todas estas importantes funciones deben estar alejadas de las entrañas del Ejecutivo del cual depende hoy el Indecopi.
La autonomía constitucional daría al Indecopi flexibilidad presupuestal para cumplir sus funciones, retener talento y contratar personal capaz y en número suficiente. Evitaría también, como ha sucedido en los últimos años, que su presidente sea designado por afinidad con el gobierno de turno y que intente agradarle permanentemente. Se necesita al mando de este importante ente un perfil como el de Julio Velarde y máxima autonomía para proteger sus funciones.
Para ello, el proyecto de ley aprobado en el Congreso debe volver a ser votado para incluir que el presidente y directores del Indecopi sean designados solo entre ternas seleccionadas por concurso público, así como los miembros de sus comisiones y tribunal. Esta nueva deliberación en el Parlamento debiera alcanzar una votación calificada para superar los 87 votos. Ello evitaría que esta modificación constitucional vaya a referéndum junto con las elecciones presidenciales. De lograrse, solo se necesitaría una votación calificada adicional en la próxima legislatura. El Indecopi importa. Es el guardián del mercado.

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