El cierre de legislatura nos deja varias lecturas entre líneas, pero considero que existe una en particular a la que debemos prestar atención con miras al 2025. Se trata de Podemos Perú y las piezas que vienen moviendo los Luna y sus operadores en la interna legislativa para lograr un mayor posicionamiento el próximo año.

Con sus 13 votos, Podemos Perú ha inclinado la balanza en temas claves con miras a las elecciones del 2026 y le ha dejado un mensaje claro al bloque de APP, Fuerza Popular y Somos Perú, que hasta el momento venía ninguneando al grupo de los Luna. El juego de Podemos Perú bloqueó la reelección de alcaldes y gobernadores, la restitución del financiamiento de empresas a campañas y otros temas de menor relevancia.

Una vez demostrado su músculo parlamentario, Podemos Perú apunta ahora a dos objetivos: afianzar su peso numérico y posicionarse como la mejor opción para la última Mesa Directiva del actual quinquenio. Lo primero no es muy difícil, dado el alto número (casi 90) de cambios de bancada en el actual período. Lo segundo depende de la correlación de fuerzas, pero Podemos Perú tiene a su favor el enorme desgaste de APP en la presidencia: en la primera legislatura, su congresista Eduardo Salhuana registra más del 80% de desaprobación, según la última encuesta de Datum para El Comercio.

Siguiendo en la línea de las opciones para la Mesa Directiva, si Fuerza Popular no quiso asumir la presidencia para el 2024-2025, menos lo querrá hacer para el 2025-2026, cuando estemos en año electoral. Para los apepistas y fujimoristas, tener el control de un Parlamento tan deslegitimado en plena campaña puede ser perjudicial, según sus cálculos electorales.

Sumado a esto, Somos Perú, Acción Popular y Renovación Popular no tienen aún el peso numérico para tentar una presidencia del Congreso, además de tener sus propios cálculos electorales. Añadido a ello, Podemos Perú tiene otra ventaja y es contar con operadores, tanto dentro como fuera del Congreso. Afuera tienen a José Luna (hijo), secretario general, y adentro tienen al exparlamentario Aron Espinoza, quien es el enlace oficial con la bancada. La dupla surfea bien las arenas legislativas y fueron los principales artífices de que no se haya conseguido los votos para la reelección de alcaldes y gobernadores.

Con este panorama, el autodenominado bloque democrático podría ver a Podemos Perú como la única opción viable para la presidencia del Congreso 2025-2026, sobre todo ante el temor de perder la alianza administrativa con Perú Libre y la posibilidad numérica de que la Mesa Directiva acabe en manos del bloque de izquierda. Porque incluso Podemos Perú podría terminar encabezando a la izquierda, como ya lo intentó el año pasado, y porque lleva en sus filas a varios izquierdistas castillistas, como Guido Bellido y Edgar Tello.

Quizás el 2025 sea el año en el que la Mesa Directiva ya no se defina en las cuatro paredes de la casa de la avenida Salaverry de los Acuña. Quizás la mesa pase de la mano de los Acuña a los Luna. Advertidos estamos.


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Martin Hidalgo Bustamante es Jefe Editorial

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