Maite  Vizcarra

“Tú que estás lejos de tus amigos, de tu tierra y de tu hogar […] Ven a mi casa esta ”. Ven a mi casa esta Navidad, seas mi pariente o no lo seas, porque la realidad es que hay cada vez menos parientes y más amigos alrededor de las mesas navideñas en el Perú. Y no ha de extrañar, considerando que el número de nacimientos locales viene en caída de 20,4% desde el 2019, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Si a eso sumamos que la caída también está en el número de matrimonios (22,9% de la población ya no se casa), es evidente que la estructura de lo que entendemos por está cambiando. Y lo seguirá haciendo.

La encuesta europea sobre salud y envejecimiento, The Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe (Share), explica que las familias tienden a achicarse (papá, mamá y un descendiente) y alargarse (habrá más parientes ascendentes y menos descendientes).

¿Cómo será en 20 años, en promedio, la familia de una niña que nació en el 2024? Apenas tendrá hermanos y primos. Al mismo tiempo, podrá conocer a todos sus abuelos y con suerte, gracias a la cultura del bienestar, a la mayoría de sus bisabuelos. De seguir las tendencias actuales, ella misma tendrá un único hijo o ni siquiera. Su red de parentesco, cuando tenga 35 años, será la más reducida de los tiempos modernos. Y, cuando muera, ya muy anciana, lo hará probablemente sola.

Share también explica que la parentela lateral va a cambiar. El número de hermanos, primos, tíos y sobrinos va a ir disminuyendo. Al mismo tiempo, vamos a ir viendo familias cada vez más intergeneracionales, con más gente adulta, con mayor diferencia entre las edades de los parientes. Y nos acercaremos más a familias flacas, con muchos parientes hacia abajo y muy pocos a los costados.

Además, las familias del futuro ni siquiera estarán sostenidas en convivencias de pareja y sí en muchas convivencias de amistad. Así, veremos comunidades de personas afines en gustos, trabajo o salud, conviviendo juntas, tal como lo hace una comunidad de sangre.

Si bien la encuesta Share se aplica a la realidad europea, lo que también indica es que hay macrotendencias globales que se comparten y que se adoptan debido a la globalización y la tecnología. Y algo de esas macrotendencias ya han llegado por pagos peruanos.

“No vayas solo por esas calles queriéndote aturdir, ven con nosotros y a nuestro lado, intenta sonreír”, dice la canción navideña de Luis Aguilé. Y no le falta razón. La futurología demográfica nos pinta familias diversas, chiquititas, largas y con nuevos vínculos en los que la consanguineidad será cada vez más escasa.

Sin embargo, la futurología también calcula que la familia seguirá ejerciendo las funciones de refugio y ayuda que viene cumpliendo desde los inicios de la evolución humana por diferente que sea. ¡Feliz Navidad, con la familia que le toque!

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Maite Vizcarra es tecnóloga, @Techtulia

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