Editorial El Comercio

A pedido de la , la Corte Suprema se encuentra evaluando la legalidad de la organización política Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (Antauro). Los jueces sopesan, por un lado, el derecho a la participación política con debate libre de ideas y, por el otro, el riesgo de que un partido antidemocrático y peligroso integre el padrón electoral.

, líder de la agrupación, acaba de facilitar la decisión de los magistrados. La semana pasada, durante un evento partidario, el etnocacerista afirmó que, de ganar las elecciones, desconocerá “la Constitución del japonés”, y a la vez usará un artículo de la Constitución Política de 1979 para fusilar “legalmente” a expresidentes. Su alocución fue delirante. “El pueblo peruano, cuando vea, escuche en RPP [Radio Programas del Perú] que han fusilado a Kuczynski, que han fusilado a Ollanta, que han fusilado a Toledo, va a decir: ‘Ah, caray, este es un proyecto nacional. Me anoto’”, mencionó con ilusión. Como se recuerda, Humala fue condenado por homicidio simple, secuestro, daños agravados, sustracción o arrebato de arma de fuego y rebelión durante su participación en el ‘andahuaylazo’. Por lo que su uso de la violencia en la política permanece incólume a pesar de haber pasado más de 17 años en prisión.

El Poder Judicial no puede pretender ignorar la naturaleza fascista y criminal de la organización en cuestión. Tampoco puede pretender que –como absurdamente arguyó el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)– en el partido Antauro, Antauro es un militante más y no el líder de la agrupación. Pero quien sí ha decidido hacer la vista gorda al afán homicida del cabecilla es el partido Juntos por el Perú, liderado por. Sánchez, ministro de Comercio Exterior y Turismo durante la administración de y acusado por la fiscalía de colaborar en el golpe del 7 de diciembre del 2022, participó en el evento en señal de la alianza entre ambos partidos, y se refirió a Humala como el líder que refundará el país. El endose oportunista pinta de cuerpo entero a quienes alguna vez se vendieron como una alternativa de izquierda democrática y responsable en el Perú.

Ante la inacción del Congreso, instituciones encargadas de proteger el sistema electoral –como el JNE y el Poder Judicial– tienen la posibilidad de evitar una democracia boba que deja participar en ella a quienes juran destruirla. Y el propio Humala ayuda en esta tarea.

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