
No es exagerado decir que nada puede asombrar a París, pero ahora hay que reflexionar ante las maravillas que viene realizando el prodigioso ajedrecista ruso Alexander Alekhine quien dando muestras de su genialidad ha jugado veintiocho partidas simultáneas de ajedrez sin ver a sus adversarios, reteniendo en la memoria los veintiocho tableros, las treinta y dos piezas de cada uno de ellos, conservando en el cerebro la imagen exacta de cada acción combinando sus ataques y defensas. Es un prodigio de voluntad humana, de organización cerebral, de inteligencia y lucidez. H.L.M.










