En días en los que el galón de combustible puede bordear los S/ 30 (el doble que hace apenas 1 año), este problema se vuelve aún más preocupante en Lima, al tratarse de la segunda ciudad con más tráfico en América Latina. ¿Cómo afecta la congestión vehicular al gasto en combustible si consideramos el tiempo que permanece detenido un vehículo en el tráfico?
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Un auto en esta ciudad puede estar hasta 2 horas detenido en diversos puntos debido al tráfico. De hecho, según un monitoreo realizado por El Comercio en las aplicaciones de navegación por GPS Waze y Google Maps, en un tramo de 13 kilómetros, un auto en Lima puede toparse con hasta 6 embotellamientos, en los cuales el auto está detenido hasta 7 minutos cada uno, es decir un total de 42 minutos. En ida y vuelta puede traducirse en una hora y 20 minutos al día detenido en el tráfico.
Un auto encendido y sin avanzar durante media hora puede consumir hasta un tercio de galón de combustible adicional, según un estudio de la Fundación Transitemos. En cantidades estimadas, un vehículo con gasolina de 95 octanos gastaría entonces S/9.6, al precio actual. Mientras que uno de 98 octanos podría llegar a gastar hasta S/10. En el peor de los casos, un auto que usa gasolina de 98 octanos, que permanece atorado en el tráfico por 2 horas en un día, podría gastar hasta S/37,20 adicionales a los que consume normalmente.
Todo ello sin contar las aceleraciones del vehículo al momento de retomar la marcha, que hacen que el consumo sea aún mayor.
El gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú, Alberto Morisaki, detalló que, incluso, si se tiene en cuenta a todos los vehículos del parque automotor, anualmente habría una pérdida aproximada de S/5,4 millones solo en la congestión vehicular.
Para el especialista, este cálculo es importante en vista de que la solución pasa por la mano de nuestras autoridades. “El incremento del precio de los combustibles no solo se está dando en el Perú, sino en el mundo entero. Este es un problema que requiere que las autoridades del Gobierno tomen medidas responsables y a largo plazo para reducir la congestión vehicular; y así, la ciudadanía pueda realizar un consumo más eficiente de los combustibles y generar un ahorro en su economía familiar”, recomendó.
¿Y qué hacemos con el tráfico?
Para Alfonso Florez, gerente general de la Fundación Transitemos, urge plantear soluciones frente al tráfico de Lima, el principal problema. “Para reducir la congestión tenemos que tener un transporte público de calidad para evitar que la gente use el automóvil. Otra de las razones por las que tenemos congestión es que Lima no tiene un plan urbano”, señaló.
En diálogo con este Diario, el ingeniero David Fairlie, experto en temas viales, explicó que “la principal razón es el mal diseño de las intersecciones”. “Hay muy pocas que tienen un diseño adecuado para el tráfico que confluye. Hay algunas que no tienen carriles de giro y si los tienen, no están adecuadamente diseñados”, indicó.
Otra de las razones es la falta de coordinación de los semáforos. Hace unos años, El Comercio publicó un informe en el que publicó un informe que revelaba que el software de estos equipos no eran compatibles entre sí. Hasta la fecha, no ha habido ninguna mejora. El ingeniero Fairlie explica que estos no cuentan con el número de fases adecuado, por ejemplo, que se permita el giro de vehículos hacia la izquierda; ni tampoco los tiempos de los semáforos son los correctos.
Otra de las grandes razones de esta congestión es el mal funcionamiento del transporte público. “No es idóneo en Lima para nada. Falta un sistema integrado: buses grandes, metros, diferentes soluciones que se pueden dar. El que existe es ineficiente, no solo porque usa vehículos pequeños, sino incluso por la ubicación de los paraderos”, manifestó Fairlie.
La mayoría de los paraderos se ubican en las esquinas. Cuando un vehículo se detiene en ese lugar para subir o bajar pasajeros estando la luz verde, genera que se reduzca el número de carriles disponibles para el tránsito.
En ese mismo sentido, Florez indica que mucha de la población va a trabajar a la zona céntrica de Lima desde los extremos norte, sur y este, usan precisamente el transporte público. Entonces otra de las soluciones importantes gira en torno a que “Lima necesita una planificación urbana que la convierta en una ciudad policéntrica, donde no tengas tanta necesidad de desplazarse”, agregó.