Presupuesto inicial para hospitales e institutos de salud del Minsa cayó en 621 millones de soles | Informe EC Data

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Pese a ello, el presupuesto destinado a la salud de todos los peruanos ha sufrido una importante reducción. La Unidad de Periodismo de Datos de El Comercio revisó el aplicativo de consulta amigable del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y halló que el presupuesto inicial (PIA) para hospitales, institutos y direcciones del Ministerio de Salud (Minsa) cayó en 621 millones de soles. Pasó de un promedio de 165 millones por hospital en el 2021 a 146 millones en el 2022; es decir, 19 millones menos. La última vez que disminuyó fue en el 2019, un año antes de iniciar la pandemia.

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La última vez que este PIA disminuyó fue en el 2019, un año antes de iniciar la pandemia. Entonces, el promedio de presupuesto inicial por hospital o instituto fue de 124 millones: 9 millones menos que en el 2018. Durante el 2020 y el 2021, el PIA para estas instituciones de salud aumentó.

Del mismo modo, el presupuesto modificado, aquel que se va actualizando a consecuencia de variaciones efectuadas en el año en curso, se ha reducido, a la fecha, en 36%, a comparación del 2021. No obstante, este aún podría aumentar y llegar a la cifra de años anteriores.

El doctor Eden Galán Rodas, exsecretario del Interior del Colegio Médico, explica que en general, el presupuesto del sector salud para el 2022 se ha reducido. Se le ha asignado 11,3% (22.261 millones de soles), que representa apenas el 3.1% del Producto Bruto Interno (PBI). “Esta cifra es inferior en más de 5 mil millones a la ejecutada entre enero y agosto del 2021, que ascendió a 27.600 millones de soles”, asegura.

Según el análisis, en el 44% de los casos, el presupuesto inicial alcanzó o casi llega al PIA del año 2019. Los casos más resaltantes son los de los hospitales Dos de Mayo y Arzobispo Loyza, y el del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas. En cuatro hospitales e institutos de salud el PIA incluso fue menor al del 2019. Estos son los casos del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), el Hospital de Emergencias Villa El Salvador, el Instituto Nacional Materno Perinatal y el Instituto Nacional de Oftalmología (INO).

Según Galán Rodas, dado el enorme descuido en el que se encuentran los establecimientos de salud, particularmente los del primer nivel de atención, muchas enfermedades han sido desatendidas, lo que ha ocasionado el incremento de las mismas y el aumento del gasto de bolsillo. “Pareciera que en casi dos años de estado de emergencia nacional, no hemos aprendido la lección y seguimos sin garantizar un financiamiento previsible y sostenible en el sector salud”, menciona y recalca que aún hay déficit de recursos humanos en el sector.

Además, todavía hay personal de salud que trabaja en condiciones precarias. “No solo basta con infraestructura, también se requieren especialistas que trabajen en condiciones óptimas”, explica.

Presupuesto para enfermedades

Pese a que durante las dos primeras olas de casos en pandemia, la mayoría de personas que hicieron enfermedad y requirieron de una UCI o fallecieron tenían alguna enfermedad no transmisible (ENT) como diabetes, asma, hipertensión o cáncer, el presupuesto para su prevención y tratamiento se redujo en más de 91 millones de soles. La situación del VIH no fue diferente, lo que ocasionó que se diera la mayor cifra de defunciones en tres años.

Esta situación no cambió este año. Del 2021 al 2022, el presupuesto para atender TBC y VIH en hospitales e institutos de salud se redujo en 49%, el promedio para el control y la prevención del cáncer en 24% y el promedio para prevención de salud mental, muy afectada debido a la pandemia, en 27%. Los hospitales con la mayor reducción en estos ítems son Cayetano Heredia, María Auxiliadora y San Juan de Lurigancho.

“Los recortes presupuestales se vienen presentando durante toda la pandemia. Desde el año 2020 a la fecha se ha recortado más de 646 millones de soles a diferentes programas y estrategias”, explica Galán Rodas. Por ejemplo, al Programa TBC y VIH/Sida se le ha recortado 128,3 millones respecto del año 2021, a la Prevención y Control del Cáncer 62,4 millones y a los programas de salud mental 27,6 millones. “Esta situación repercute directamente en la atención de los pacientes, en la prevención de enfermedades y promoción de la salud, en el diagnóstico precoz y tratamiento oportuno para diversas enfermedades, urge corregir esta situación”, advierte.

Del mismo modo, el presupuesto del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos de Salud (Cenares), encargado de gestionar el abastecimiento de recursos como productos farmacéuticos, productos sanitarios y dispositivos médicos, se redujo en 89% para VIH y TBC, en 40% para control y prevención del cáncer, y en 15% para prevención en salud mental. Pese a que desde el año pasado se ha denunciado la escasez de medicamentos oncológicos y de distintos antirretrovirales.

El presupuesto destinado a estas enfermedades en la Direcciones de Salud también cayó. Tras haber vivido olas de Covid-19 que dejaron más de 200 mil víctimas mortales, se hace necesario solucionar estos problemas y fortalecer nuestro sistema de salud.

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