Un conjunto de petroglifos recientemente registrados sufrieron daños debido a dos incendios en el sitio arqueológico Miskypuquio, localizado en la frontera de los parques arqueológicos Machu Picchu y Ollantaytambo.
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Los incendios ocurrieron entre el 22 y 24 de agosto, cuando un grupo de agricultores prendió fuego en los andenes de una cima con el fin de abrir campo para el cultivo de zapallo.
Avivado por la temporada de sequía, el fuego se expandió sin control y, además de las quilcas (arte rupestre), destruyó dos tumbas preincas.
El arqueólogo Gori Tumi Echevarría, presidente de la Asociación Peruana de Arte Rupestre (APAR), dijo que este incendio quemó una roca donde hay decenas de quilcas. Estas han sido producidas en distintos momentos: las más antiguas tienen dos mil años.
Se trata de –explicó Echevarría– figuras abstracto geométricas, seminaturalistas y algunas con motivos antropomorfos simétricos. A simple vista, estos pictogramas no son fáciles de apreciar, pero usando un filtro especial se ven con claridad.
Una de las fotografías que acompaña a esta nota corresponde a una imagen antropomorfa. “El nivel de daño es alto e irreparable. Las quilcas están quemadas. El humo, hollín y otras sustancias se han impregnado en la roca que contenía los motivos. Las tumbas también han sido dañadas por el fuego”, señaló Echevarría, quien visitó el sitio la semana pasada.
Así quedaron las quilcas:
–Inspección–
El arqueólogo Francisco Huarcaya, director del proyecto Qhapaq Ñan del Parque Nacional de Machu Picchu, confirmó que un grupo de especialistas visitó el lugar para evaluar los daños, ya que los petroglifos de Miskypuquio están a unos 2.000 metros del Camino Inca.
Este martes elevarán un informe tanto a las autoridades del Parque Nacional de Machu Picchu como a las del Parque Nacional Ollantaytambo.