La noche del domingo, jóvenes empadronadores reunían apresuradamente sus cédulas censales (Foto: Eduardo Cavero)
La noche del domingo, jóvenes empadronadores reunían apresuradamente sus cédulas censales (Foto: Eduardo Cavero)
Jorge Falen

En una conferencia de prensa ofrecida la noche del domingo, pocas horas después de concluido el Censo 2017, el jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Aníbal Sánchez, reconoció que la omisión censal a miles de viviendas en zonas urbanas se debió a la “entrada en funcionamiento de muchos edificios multifamiliares” en las ciudades, así como al “continuo crecimiento” de viviendas alquiladas en la periferia de Lima.

Según dijo, esto impactó negativamente en la distribución de material a los empadronadores. El funcionario estimó que en este Censo 2017 dicha variable fluctuaría entre 2% y 3% de la población total. Sin embargo, no mostró cuadros o estadísticas que reflejaran dicho porcentaje.

La sensación de incertidumbre generalizada se prolongó hasta ayer, un día después del Censo 2017. Aunque en esa misma conferencia Sánchez dijo que el empadronamiento se completaría en los próximos días, no detalló cómo se llevaría a cabo este proceso, ni quiénes realizarían tal función. Solo pidió a los ciudadanos que no habían sido censados el domingo que den aviso al INEI para incorporarlos a la base de datos.

Ayer, en algunas ciudades del interior del país se pudo ver a empadronadores intentando completar el registro de hogares que no pudo ser concluido el domingo.

A lo largo del día, se pidió con insistencia a esta entidad que brinde mayor información sobre la ampliación del censo y sobre el inicio del conteo en zonas rurales (que comenzó ayer, según el cronograma inicial), pero no hubo ningún pronunciamiento al respecto.

—Posibles errores—
Según estadísticas del propio INEI, el porcentaje de omisión censal (proporción de la población que no fue empadronada) promedio en los últimos cinco procesos ha sido de 3,84%.

Sin embargo, Farid Matuk, ex jefe de este organismo, señala que la omisión de este último proceso podría ser superior al 5%, debido a que no se habría realizado el precenso, donde se cuenta el total de puertas en las zonas urbanas. Con este dato se determinan variables claves como el número de cuestionarios a imprimir y de personal a convocar.

“Creo que la omisión será bastante alta. Intuyo que no se hizo el precenso y no se ha actualizado la cartografía”, dice Matuk.

Si bien Aníbal Sánchez dijo que sí hubo un precenso y que este terminó en diciembre, y que se contó con información georreferenciada de los hogares, Matuk considera que es necesario que se muestre la cartografía actualizada. “Los edificios no crecen como flores y no puede haber una ocupación informal gigantesca en seis meses”, dice.

Javier Escobal, investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade) y miembro del Consejo Consultivo de los Censos Nacionales, estima que la cifra de personas omitidas se ubicará dentro del rango establecido por el INEI.

“La omisión solo se conoce al final de la operación censal. Si se confirma que está entre 2% y 3%, estaría en un nivel que se considera adecuado. El precenso se hace siempre con anticipación, nunca va a estar 100% actualizado”, concluye Escobal.

MÁS DE PERÚ

Contenido sugerido

Contenido GEC