
La mañana de ayer se reportó un nuevo ataque sufrido por las Fuerzas Armadas en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Un grupo de terroristas de Sendero Luminoso disparó desde cerros
aledaños contra la base militar de Nueva Libertad, en la localidad de Mazángaro, ubicada en el distrito de Vizcatán del Ene, en la provincia de Satipo (región Junín), una de las zonas de mayor presencia del
narcotráfico y el terrorismo.
La información fue en un inicio confusa; sin embargo, por la tarde, un reporte oficial del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas indicaba que tras “un hostigamiento armado” resultó gravemente
herido el sargento EP Edgardo Maymara Benacho.
Cuando este era evacuado en un helicóptero, la aeronave fue también atacada y se desató un intercambio de disparos. Otros cinco militares
sufrieron heridas leves; uno de ellos fue el piloto (de la Fuerza Aérea), quien a pesar de sus heridas logró mantener la nave estable hasta la
base de Pichari, a varios kilómetros de distancia.
Al cierre de esta edición, el sargento Maymara se encontraba en estado muy crítico en el hospital de esa misma base, pues una bala le había dañado seriamente la garganta. Ninguna autoridad política se había pronunciado al respecto.
–Ataque consecutivo–
Ese fue el segundo ataque terrorista en el Vraem en menos de una semana. El pasado jueves 7 de junio, una columna senderista detonó explosivos en una carretera del distrito de Anco, en la provincia de
Churcampa (Huancavelica) cuando por allí circulaba una patrulla policial. Cuatro agentes murieron.
La noche del domingo, el ministro del Interior, Mauro Medina, reconoció en una entrevista televisiva que en los últimos días –antes de esa emboscada– el comando policial en esa zona había emitido dos
alertas sobre posibles ataques senderistas. Esto, luego de que se informara sobre la reaparición de Víctor Quispe Palomino ‘José’, cabecilla de Sendero Luminoso, que opera por encargo de narcotraficantes de la zona. En un reciente audio interceptado por la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), ‘José’ amenaza con nuevos
ataques a policías y militares.
El de ayer sería uno de ellos. La base de Mazángaro ya había sido atacada anteriormente. ¿A qué responden estos ataques que, aunque geográficamente distantes entre sí, parecen seguir cierta lógica?
Según explica Pedro Yaranga, analista en temas de narcotráfico
y terrorismo, Sendero estaría desplegando “una nueva campaña” con desplazamientos por varios sectores del Vraem, como ha hecho en
los últimos años.
Estas operaciones no buscan enfrentamientos directos, sino atentados puntuales, luego de los cuales se repliegan. “Este ataque es en una zona cocalera, que Sendero conoce y donde se siente resguardado.
Estos grupos controlan la margen izquierda del río Mantaro, por donde van los ‘mochileros’ [sujetos que transportan droga a pie
desde el Vraem hasta puntos de acopio]”, opina.
Por las características del hecho, según Yaranga, el atentado parece haber sido perpetrado por un pequeño grupo. Luego agrega: “Yo
no descartaría ataques más grandes. Ya deben tener sitios elegidos. Sendero quiere hacer sentir que mantiene su vigencia”.
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