Seis años después de haber fugado rumbo a Estados Unidos, el expresidente Alejandro Toledo será extraditado al Perú para afrontar el juicio penal por la recepción de coimas de parte de la empresa Odebrecht en el conocido Caso Interoceánica. Su llegada al país, vía un largo proceso de extradición, es solo cuestión de semanas.
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Y es que, la expectativa de que Toledo Manrique toque suelo peruano se da luego de que el Gobierno de Estados Unidos accedió a su extradición el último martes.
El proceso contra el “cholo sano y sagrado”, como popularmente lo describió su esposa Eliane Karp, implicó que dicho país emita una serie de pronunciamientos en la vía judicial y a nivel político.
Toledo deberá hacer frente a una acusación que presentó en su contra la fiscalía por los presuntos delitos de colusión y lavado de activos.
El Ministerio Público ha concluido que existen pruebas para demostrar que el ex jefe de Estado habría recibido $35 millones de dólares de la empresa Odebrecht a cambio de licitarles el proyecto de la Carretera Interoneánica Tramos 2 y 3. Por ello, solicita 20 años y 6 meses de pena privativa de la libertad en su contra.
Si bien, esta semana el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha decidido que existen razones políticas contempladas en el Tratado de Extradición, para entregar al expresidente ante las autoridades peruanas, esta decisión esperó por varios meses. Específicamente un año y cinco meses después de que el juez de de la Corte del Distrito Norte de California Thomas S. Hixson “certificó” que Toledo podía ser extraditado pues había causa probable para ser enjuiciado en nuestro país por presuntos actos de corrupción.
La Corte certifica al Secretario de Estado que la evidencia de criminalidad es suficiente para sustentar los cargos bajo el tratado [de extradición] de Perú y EE.UU”
Juez del Distrito Norte de California, Thomas S. Hixson en setiembre de 2021
Ahora, será el mismo juez Hixson quien evaluará el próximo 9 de marzo un pedido presentado por el Gobierno de Estados Unidos para que Toledo sea detenido a fin de concretar el trámite de extradición.
Según la resolución del magistrado obtenida por El Comercio, el gobierno norteamericano recuerda que Toledo ha interpuesto diversos recursos de hábeas corpus, pero no ha logrado suspender el proceso de extradición; por tanto, revisó el expediente y determinó la entrega del exmandatario.
“El 21 de febrero de 2023, el Secretario de Estado, resolvió conceder la solicitud de extradición y emitió una orden autorizando la entrega de Toledo al Perú por los dos cargos por los que se le solicita”, precisaron.
En esa línea, explicaron a Hixson que el Secretario de Estado podrá ordenar que la persona para que sea entregada a cualquier agente autorizado de dicho gobierno extranjero solicitante para ser juzgada por el delito del que se le acusa.
Es así que, la orden de entrega dispuesta por el Secretario General es remitida al Servicio de Alguaciles de los EE. UU. (USMS por sus siglas en inglés) que tendrá la misión de transferir al fugitivo a las autoridades extranjeras. Toledo debe ser detenido para que USMS ejecute la orden.
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“El fugitivo debe ser detenido antes de la fecha de entrega para asegurar que él o ella estén realmente disponibles para la transferencia de custodia, así como para asegurar la seguridad y protección de los involucrados en la ejecución de la entrega. Es práctica habitual de los Estados Unidos entregar un fugitivo al país solicitante tan pronto como sea posible después de que el Secretario emita una orden de entrega cuando no existen impedimentos legales para la entrega, en particular, como en este caso, aquí el tribunal de hábeas y el tribunal de apelaciones han negado conceder una suspensión de la entrega, incluso si la apelación del fugitivo sigue pendiente”, afirmaron las autoridades gubernamentales de EE.UU.
Por esas razones, agregaron, “la Corte debe revocar su orden de libertad bajo fianza de Toledo y debe remitirlo a la custodia del Alguacil de los Estados Unidos para que sea entregado al peruano autoridades”.
Con ello, queda en manos del juez Hixson que la llegada de Toledo Manrique a Perú se concrete.
Este Diario buscó al abogado Roberto Su, defensa del expresidente en el Perú y solicitó un pronunciamiento a la defensa pública de Toledo en EE.UU., Tamara A. Crepet, pero no respondieron.
¿Cómo empezó este largo proceso internacional que parece llegará a su fin?
En el 2015, cuando el escándalo de corrupción internacional conocido como Lava Jato estalló en Brasil, el Perú no quedó excento de ser incluido entre los países donde los empresarios de Odebrecht reconocieron haber pagado coimas.
Entonces, en junio de ese año, el fiscal anticorrupción Hamilton Castro inició una investigación por los pagos que Odebrecht había reconocido haber entregado a empresarios y políticos.
Meses después, el primero en ser incluido como investigado fue precisamente Alejandro Toledo Manrique contra quien se formalizó investigación preparatoria en febrero del 2017 y se solicitó prisión preventiva.
Sin embargo, días antes, el expresidente ya había salido del Perú hacia Estados Unidos, permanenciendo prófugo desde entonces.
Jorge Barata, exdirectivo de Odebrecht en el Perú, reconoció ante las autoridades peruanas que Toledo recibió millones a cambio de favorecer a su empresa y su consorcio (‘Constructora Norberto Odebrecht’, ‘Graña y Montero’, ‘JJ Camet Contratistas Generales’ e ‘Ingenieros Civiles y Contratistas Generales’) con la licitación de los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica.
Debido a la magnitud del Caso Lava Jato en el país se formó un Equipo Especial para investigar todos los casos y quedó bajo la coordinación del fiscal superior Rafel Vela.
Entre las diligencias más importantes estuvo la declaración del otrora amigo de Toledo y colaborador eficaz Josef Maiman, quien admitió que Odebrecht le entregó US$35 millones a sus cuentas para el expresidente.
El 29 de diciembre del 2017 la Fiscalía presentó ante el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, el Requerimiento de Extradición contra Alejandro Toledo.
La Corte Suprema de la República, a través de la resolución del 13 de marzo del 2018 , aprobó dicho requerimiento y ocho días después el Consejo de Ministros hizo lo propio.
En julio del 2019, Toledo Manrique fue arrestado por las autoridades de Estados Unidos luego de declarar procedente el inicio del proceso de extradición solicitado por el gobierno peruano.
En julio del 2020, la Justicia de Estados Unidos dio inicio al trámite de proceso de extradición en la vía judicial.
Pese a su insistencia, alegando problemas de salud mental y deficiencias en las medidas carcelaria, Toledo permaneció en prisión hasta el 19 de marzo del 2020, cuando el juez Thomas S. Hixson ordenó su libertad bajo fianza.
Desde entonces, Toledo permanece bajo vigilancia electrónica y ha podido salir de su vivienda en diversas oportunidades.
Las confesiones de Barata, Odebrecht y Maiman
El 04 de enero de 2017, el Equipo Especial firmó un primer “convenio preliminar para el acuerdo final del proceso especial de colaboración eficaz” de la empresa Odebrecht y algunos de sus funcionarios como Marcelo Odebrecht y Jorge Barata.
Desde entonces, Barata ha declarado en diversas oportunidades sobre empresarios y líderes políticos peruano, entre ellos Toledo Manrique.
Entre las primeras declaraciones de Barata, este reconoció que en el 2004, durante una reunión en Palacio de Gobierno, fue abordado por Avi Dan On, exjefe de seguridad de Toledo Manrique, quien le indicó que el expresidente lo ayudaría en los proyectos en los que estaban interesados a cambio de “una parte del dinero”.
“Con respecto a la Carretera Interoceánica, en el inicio del proceso, tuvimos contacto con uno de los representantes del presidente Toledo, su guardia de seguridad personal, su guardaespaldas, lo que indica que había interés en que fuéramos los empresa prevaleciente en el proceso. Esta conversación continuó desarrollándose con la presencia, eh ... de la empresa Mashav, que era una empresa propiedad del Sr. Josef Maiman, eh... representada en esas ocasiones por el Sr. Maiman así como por el Sr. Saby y Gideon. Después de varias reuniones, se acordó una cantidad de 35 millones de dólares como beneficio, pago de un soborno en este Proyecto en caso de que la obra fuera adjudicada a Odebrecht en debidas condiciones, y ahí estaba ese acuerdo”
Jorge Barata, exdirectivo de Odebrecht ante la fiscalía
Lugo, narró Barata, se hicieron una serie de coordinaciones para que los plazos de los períodos de trabajo se mantuvieran de tal manera que el proyecto se pudiera hacer muy rápidamente.
El empresario narró que esa era la principal ventaja competitiva que tenían, el poder presentar una oferta en un período de tiempo muy corto que las otras compañías no estarían preparadas para hacerlo.
“De hecho, con la Carretera Interoceánica del Sur, se presentaron ofertas para las fases 2, 3 y 4, en plazos récord de seis meses, ocho meses, algo que en Perú tomaría por lo menos un año y medio, e incluso mucho más largo que eso. Uh... entonces, se completó esta primera etapa del procedimiento, y comenzamos a trabajar en 2005″
Jorge Barata, en su declaración ante la fiscalía
Barata agregó que entonces comenzaron a realizar los pagos acordados a cambio del proceso de licitación hasta, aproximadamente, el 2010, cuando se completaron todos los pasos necesarios en el contrato.
La confesión de Marcelo Odebrecht también ha sido incluida en el proceso contra Toledo. Y es que, según el CEO de la compañía, fue Jorge Barata el encargado de distribuir los recursos de la “Caja Dos” para los políticos y empresarios peruanos.
Sobre las conversaciones que sostuvo con Toledo, Odebrecht dijo que tenía “certeza” de que estaba entre los políticos que había financiado y que Toledo había mostrado que tenía prioridad en la “Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA)”, en referencia a la carretera Interoceánica Sur.
”El proyecto de Toledo era las IIRSAs [...] Por ejemplo, en el caso de la IIRSA, con Toledo, había un problema, quería que nosotros terminemos IIRSA antes de acabar su mandato”
Marcelo Odebrecht, ante la fiscalía
Contra el expresidente también obra la confesión de Josef Maiman, quien en el 2017 decidió colaborar con la justicia y admitió que había recepcionado -a través de sus empresas- las coimas que Odebrecht pagó a su amigo.
El empresario peruano-israelí, quien falleció en octubre del 2021, no solo señaló a Toledo Manrique de manera reservada, también lo hizo en audiencia pública cuando la fiscalía solicitó que se tomara su declaración como “prueba anticipada” en enero del 2020.
La trama de corrupción admitida por Maiman fue que Odebrecht entregaba el dinero que era enviados a sus empresas Warbury, Merhav y Trailbrige y luego de ello pasaba por otroa empresa Confiado Internacional Corp. y terminanaron en dos off-shore de Costa Rica constiituidas como Ecostate y Milan.
“La negociación de los montos a ser pagados por Odebrecht, yo no fui partícipe de ello. Esas son conversaciones entre el señor Barata y el doctor Toledo. En el año del 2004 no se había definido el tamaño del proyecto, que incluiría el proyecto. El proyecto se definiría más adelante. Por lo tanto la cifra que menciono en ese momento y yo me refiero a a 20 millones o algo por el estilo. Pero el punto fue cambiando en las negociaciones directas entre barata y Toledo y eventualmente se queda en 35 (millones de dólares) que es el monto que yo declaro. Yo mando todos los documentos tanto de ingreso como de egresos”, declaró Maiman ante el juez Richard Concepción Carhuancho en el 2020.
"Pero el punto fue cambiando en las negociaciones directas entre barata y Toledo y eventualmente se queda en 35 (millones de dólares) que es el monto que yo declaro. Yo mando todos los documentos tanto de ingreso como de egresos”.
Josef Maiman