La noticia de que el juez Hugo Núñez Julca, del Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria, decidió anular el indulto humanitario que le concedió el ex presidente Pedro Pablo Kuczynski en la Navidad pasada sorprendió a Alberto Fujimori minutos antes del mediodía.
En esos momentos se encontraba en la casa de un conocido suyo, cerca de su vivienda en La Molina, según contaron a este Diario fuentes cercanas a él. Una de estas mencionó que había sido invitado a un almuerzo.
Por esa razón los periodistas que estuvieron afuera de su residencia no lo vieron salir en la ambulancia que lo llevó a la clínica Centenario, aproximadamente a las 5 p.m., junto a su hijo Kenji.
“Estoy consternado, estoy sumamente dolido, me siento destrozado por la noticia del día de hoy [ayer]”, declaró este en el lugar.
—Defensa apela—
Un primer tuit del Poder Judicial informó que el mencionado magistrado había declarado fundado el pedido de la parte civil, de “no aplicación del indulto humanitario”. El segundo señalaba que el juez también ordenó su “ubicación y captura”, a fin de que “sea reingresado” a un penal. Hasta diciembre Fujimori venía cumpliendo su condena de 25 años de prisión por los casos Barrios Altos y La Cantuta, en la sede de la Diroes, en Ate.
El viernes 21 de setiembre, este juzgado había dejado al voto su veredicto, luego de escuchar a los abogados de Fujimori y a los deudos de las víctimas, quienes habían interpuesto un recurso de control de convencionalidad. Esto en el marco de la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que disponía que la justicia peruana resuelva la viabilidad del indulto.
Ayer la reacción inmediata del abogado de Fujimori, Miguel Pérez Arroyo, fue atribuir “razones políticas” y no jurídicas a la resolución. Además, consideró que la “gran responsabilidad” de esta motivación recae en el partido Fuerza Popular, que lidera Keiko Fujimori.
Horas después, el abogado presentó un recurso de apelación ante la Corte Suprema sin mencionar motivaciones políticas.
Solicitó que se suspendan los efectos de la resolución –hasta que la decisión sea firme en segunda instancia– argumentando que Fujimori es una persona de 80 años que padece múltiples patologías cardíacas, las cuales generan un inminente riesgo de muerte súbita, en caso de que retorne a prisión.
—La llegada de Keiko—
Una hora y media después de conocerse la anulación del indulto, llegó hasta la casa de su padre Keiko Fujimori. Sollozando, declaró a la prensa que era “uno de los días más tristes” de su vida.
Cuestionó que un juez le quite la libertad a su progenitor argumentando que “no está moribundo” y por “errores en la tramitación” del beneficio otorgado.
Pero, luego de hacer alusión a la avanzada edad de su padre y a su “salud deteriorada”, invocó a sus “enemigos políticos”, a quienes les lanzó un “¡ya basta!”.
“Tiene que haber también un alto y un límite al cálculo político, al odio, al ensañamiento”, insistió.
No mencionó a qué enemigos políticos se refería. “No voy a entrar en detalles, pero creo que esta decisión es injusta, es inhumana”, subrayó.
Keiko Fujimori fue respaldada por los miembros de su bancada que ofrecieron una conferencia de prensa con carteles donde se podía leer “no más rencores”, “basta de odio”, “Alberto Fujimori fuerza”.
Estos volvieron a exhibirse en la sesión del pleno.
La posición del Ejecutivo llegó a través de un escueto comunicado del Ministerio de Justicia, en el cual afirmó que el gobierno era respetuoso de las decisiones judiciales y de la independencia de poderes.
—FP discrepaba con indulto—
Hay que recordar que el 4 de enero pasado, horas antes de que Fujimori abandonara la clínica tras el indulto otorgado, el Comité Ejecutivo Nacional de Fuerza Popular –que preside la misma Keiko– saludó la libertad de Alberto Fujimori, pero discrepó con la forma en que esta se logró. Esto en alusión a que habría sido resultado de una negociación para evitar la vacancia de Kuczynski.
En mayo último, Kenji Fujimori declaró: “Jamás se lo perdonaré a Fuerza Popular [si su padre regresaba a la cárcel]”, con lo cual rechazó un canje de votos para evitar la salida de PPK.
Fuentes cercanas a él contaron anoche a este Diario que Kenji se retiró de la clínica cuando supo que Keiko estaba llegando para visitar a su padre.